Cuéntales,
Te enamoraste por primera vez,
Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié.
Sabes todo de mi,
No puedo estar sin ti.
Pero, cuéntales,
que no pienso rendirme esta vez,
y esa promesa que no te iba a perder,
no la voy a romper,
no la voy a rompe...
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Dos días antes del primer ensayo, Matthew me llevó a ver el estudio donde tendríamos que ensayar. Mientras más pronto asimilara... todo, sería mejor.
- ¿Quieres que vaya contigo? -me dijo mientras estacionaba su auto.
- No. Prefiero ir sola. Así no... querré ir a buscarte cada que algo pase.
- Entonces, aquí te espero. Tú puedes.
Salí del auto, y me dirigí al estudio. Nunca había entrado en ese. Y, no es como si eso fuera muy difícil. Solo conocía los estudios de la compañía de baile canadiense. Y solo me dejaban practicar ahí, porque mi hermano estudió ahí.
Solo mostré el pase que me habían enviado los de la película, para que me indicaran cual era el estudio.
Una vez supe a donde ir, me dirigí al lugar. Por el momento, todo iba bien. Pero en cuanto abrí la puerta del estudio, vi a un chico parado en medio del lugar. Por alguna razón, salí corriendo del lugar.
- ¿Tan rápido? -me dijo Matt, al verme volver al auto.- ¿Estuvo todo bien?
- Sí, sí. Solo... quiero irme a casa.
- Está bien. Te llevo.
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Luego de eso, no quise pensar en nada que tuviera que ver con la película. Pero solo tuve dos días para eso. Luego, Emma llegó a mi casa, para llevarme al estudio.
En verdad que esto no me gustaba.
- Todo estará bien. -me dijo mientras entrábamos.
Había... mucha gente. Demasiada.
- No puedo hacerlo. -susurré mientras comenzaba a retroceder.
- Lexi, está bien. Ya has hecho esto antes.
- Eso era la escuela. Esto es una película. Y llevo más de un año sin salir de casa. Solo últimamente, para ir al estudio contigo. No puedo hacer esto... no ahora.
- Sí, puedes, ¿bien? Me quedaré contigo todo el tiempo. Vamos. -tomó mi brazo, y me hizo caminar a su lado.
Aunque sabía que ella quería ir con sus amigos, solo se limitó a saludarlos a lo lejos, y a quedarse conmigo. Todo me ponía demasiado ansiosa. No podía dejar de mover mis dedos con nerviosismo.
