Cuéntales,
Te enamoraste por primera vez,
Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié.
Sabes todo de mi,
No puedo estar sin ti.
Pero, cuéntales,
que no pienso rendirme esta vez,
y esa promesa que no te iba a perder,
no la voy a romper,
no la voy a rompe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un mes después, al fin me animé a enviar mi solicitud a la universidad de Toronto. Con... mucha suerte, no se habrían llenado los lugares, y aun tendría oportunidad.
- Oye... ¿Qué haces? -dijo Dy, entrando en mi habitación.
Luego de esa audición accidental, no tuve más... casi crisis. Todo estaba bien, conmigo.
- Acabo de enviar unas cosas. ¿Por qué?
- Porque me acaban de enviar merch de la película en la que hice la voz de un personaje, y tengo que grabar un video presentando los juguetes de mi personaje. Y... como tu vas a estudiar eso, creí que podrías ayudarme. Si quieres.
- La carrera no... es exactamente eso, pero está bien.
- ¡Gracias! Vamos. -ambos fuimos hasta la sala de estar, donde estaba la... gran caja con sus cosas.- ¿Donde lo grabamos?
- A fuera será mejor. -luego de grabar varios minutos, Dylan comenzó a jugar con... su personaje. Todo hasta que un auto se estacionó en la entrada del garaje, donde nosotros estábamos grabando.
De ahí bajaron Emma y Matthew.
- ¡Miren esto! -les dijo mientras mostraba los muñecos del niño al que le daba voz.
- Genial, Dy. -Matt se acercó a él y comenzó a jugar.
- ¿Todo está mejor? -me preguntó Emma.
- Sí. No... no he tenido nada desde que pasó... lo de estudio. Envié mi solicitud a la universidad esta mañana.
- Eso es genial. Marketing digital, ¿no?
- Sí... ¿Ya te respondieron de la audición?
- Ah, sí. Seré mujer lobo.
- Creí que... serías animadora.
- No. Creo que para animadores solo usaron a unos cuantos bailarines. La mayoría si son... animadores. ¿Te han dicho algo? Sé que no querías audicionar, pero... es una buena oportunidad.
- No me he fijado.
- Enviaron un correo hace un par de horas.
- Ya hay que ir a dentro. Hola, Lexi. -saludó mi otro hermano.
- Hola.
Los cuatro entramos, y... lo siguiente fue que todos estaban haciendo... algo. Yo volví a mi habitación.
Sabía que era imposible que hubiera quedado. Mi audición accidental fue un desastre. Y tampoco me afectaba que me dijeran que no. Yo no quería estar ahí, en primer lugar. Pero solo por curiosidad revisé si tenía algún correo.
