- No es eso. Es que... -sus palabras se vieron interrumpidas por la llegada del perrito de Milo, Loui.
Rápidamente se subió en el regazo de Alexa, y comenzó a lamer su brazo, el cual ella había levantado algo asustada.
El perrito no paraba de ladrarle juguetonamente, y de tratar de lamer su rostro, pero ella no lo dejaba. Jamás... jamás la había visto así. Lexi no paraba de reír, mientras trataba de calmar a Loui con caricias.
Solo había visto esa sonrisa en sus labios... cuando estaba conmigo.
- Loui, basta. -dijo Milo acercándose.- Perdón. Es muy enérgico.
- Está bien. Es muy lindo. -le dijo Lexi.
Ok. Ni siquiera a mi me habló, la primera vez, con tanta naturalidad, como le acababa de hablar a Milo.
- Loui, ven. -llamaba Kingston al perrito, pero él estaba muy centrado en Alexa.- Loui. -dijo la niña mientras se acercaba a nosotros.- ¿Puedo cargarlo?
- Aquí lo tienes. -dijo Lexi riendo, mientras le entregaba al perro.
En dos segundos, Loui había logrado bajarse y estaba corriendo hacia donde estaban los chicos, jugando con un balón.
- ¡Loui! -dijo Kingston mientras corría detrás del perro.
- Kingston, espérame. Lo siento, otra vez. -le dijo Milo a Alexa, antes de ir detrás de la niña.
- Está bien. -dijo ella aún riendo.
- Espera. El perro... ¿acaba de lograr que hablaras con Milo y Kingston? Si hubiera sabido eso, le hubiera pedido a Milo que me lo prestara para poder hablar contigo la primera vez. -ella sonrió levemente, mientras miraba sus manos.- ¿Te gustan los animales?
- Sí. Lo normal, supongo.
- No recuerdo haber visto a alguna mascota cuando fui a tu casa. -dije mientras tomaba su mano.
Ahora... sí parecía que estaba bien aquí. Y eso me gustaba mucho. Tenía a mis amigos, y mi novia juntos. Una tarde ideal, para mi.
- Es que no tenemos. -dijo mientras se centraba en jugar con nuestras manos.
Yo no podía dejar de mirarla. Era... igual que ese día. Toda mi atención estaba en ella. Hasta que el balón de los chicos casi nos golpeó. Unos centímetros más adelante, y me caía a mi.
- ¡Lo siento! -me gritó Matt.
Era mentira. No lo sentía.
- ¿Vienes? -me dijo Trevor.
- Créeme que quiero quedarme contigo. Pero es una declaración de guerra, que tengo que contestar. -besé su mejilla, antes de tomar el balón, lanzarselo a los chicos, e ir con ellos.
ESTÁS LEYENDO
Cuéntales - Pearce Joza y tú
FanfictionCuéntales, Te enamoraste por primera vez, Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié. Sabes todo de mi, No puedo estar sin ti. Pero, cuéntales, que no pienso rendirme esta vez, y esa promesa que no te iba a perder, no la voy a romper, no la voy a rompe...