- ¿Alexa? ¿Qué pasa? -en cuánto encontré a Emma, Matthew intento acercarse a mi.
Normalmente lo dejaría, pero no me sentía bien así. Era como... que Justin tratara de calmarme. Apreciaba la ayuda, pero no me servía ahora mismo.
Aunque él trataba de sujetarme, yo solo podía empujarlo.
- Esto es... nuevo. -dijo Emma.
- Trata tú. -dijo Matthew aceptando que no lo iba a dejar tocarme.
- ¿Todo bien? -dijo Emma acercándose.- ¿Es una crisis?
- No... Yo... yo... -no era una crisis. Mis crisis no eran así. Pero como no lograra calmarme, sí tendría una crisis.
- ¿Quieres calma? Hay que calmarnos, ¿sí? Vamos a calmarnos. -lo siguiente, fue que los tres estábamos en un camerino. No tenía idea de quien era el dueño, pero estábamos ahí.
- ¿Qué pasó? No te pasa esto hace mucho. -la voz de Matthew solo retumbaba en mi cabeza, estresándome más.- ¿Alguien te hizo algo? ¿O...?
- Cállate. -le dije algo desesperada.
¿Quería calmarme, o que todo se ponga peor?
- Te amo, y lo sabes. Pero vete. -escuché que le dijo Emma.
Ella intentaba mantener la calma, pero estaba tan nerviosa como Matthew.
Solo que Matthew ni trataba de ocultarlo.- ¿Qué? Intento ayudarla...
- Pero nos estás desesperando a las dos. Solo... espérame afuera. Que se calme, y entras.
- Pero..
- Matt...
- Bien. -dijo antes de salir.
- Todo... está bien, ¿sí? -me dijo mientras apagaba la luz.- Piensa... piensa en Jolt. Imagina que Jolt está aquí.
Luego no dijo nada.
Entre el silencio, Jolt en mi mente, y... solo la luz natural que entraba a la habitación, comencé a calmarme. Pero... no era una calma total, si no que solo era lo suficiente, como para poder... aguantar un rato más.
- ¿Dónde está Lexi? -escuché la voz de Pearce.
- Ay... no. -susurró Emma.
Esto no iba a terminar bien.
Todo se puso peor, conforme esos dos discutían.- Vete de aquí.
- Quiero saber donde está.
- Con Emma. ¿Contento? Ya lárgate.
- Iré con ellas.
- Tú no irás a ningún lado.
- ¿Y tú me lo vas a impedir?
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Cuéntales - Pearce Joza y tú
Hayran KurguCuéntales, Te enamoraste por primera vez, Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié. Sabes todo de mi, No puedo estar sin ti. Pero, cuéntales, que no pienso rendirme esta vez, y esa promesa que no te iba a perder, no la voy a romper, no la voy a rompe...