Cuéntales,
Te enamoraste por primera vez,
Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié.
Sabes todo de mi,
No puedo estar sin ti.
Pero, cuéntales,
que no pienso rendirme esta vez,
y esa promesa que no te iba a perder,
no la voy a romper,
no la voy a rompe...
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Hubiera preferido que estudiara más... cerca de mi, pero... sí ella quería estudiar aquí, y al fin tenía respuesta, la iba a apoyar. Aunque... me doliera estar lejos de ella. Aquí reafirmaba que estaba dispuesto a tener una relación a distancia... pero solo con ella.
- Hasta aquí llegó mi idea de que vengas a Estados Unidos conmigo. Pero estoy feliz por ti. -dije mientras la soltaba y le daba la "carta de aceptación".
Había sido un bonito gesto de su hermano.
- Gracias. -ella leyó la carta, para confirmar lo que ya había dicho.
Ok, claro que la primera parte no estaba ahí. Pero lo último sí. Vaya forma de decirle que la habían aceptado.
- Ok, ahora sí. Me voy a grabar. Ustedes, chismosos, caminen. -le dije a los chicos.
- Oye, también queremos felicitar a Alexa. -dijo Milo.
- Luego. Vamos, chismosos. -todos se despidieron de Lexi, mientras Milo se quejaba de mi actitud.- Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti. -le susurré a Lexi, antes de besarla e ir con los demás.
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Los siguientes días pasaron muy rápido. Últimamente, el hermano de Alexa venía mucho al set. Eso significaba una cosa... intentar esquivarlo para seguir viviendo.
Lexi insistía en que su hermano no me haría nada, pero yo no estaba seguro de eso. Ya nos había encontrado juntos varias veces, Emma era la razón de que aún estuviera vivo. Siempre lo alejaba de nosotros.
Todo estaba muy acelerado. Todo el día estábamos grabando. Y, por eso, ahora mismo, estaba huyendo de Meg.
Solo quería tomar cinco minutos, encontrar a Lexi, y luego iría a grabar. ¿Era tan difícil de entender? Para Meg, sí.
Entre mucho correr, llegué hasta los trailers, otra vez. Lexi estaba caminando hacia el suyo.
- Oye, oye, oye. -dije cuando llegué con ella.- Feliz cumpleaños. -le dije antes de besarla.
- Gracias... -susurró avergonzado.
- ¡VEN AQUÍ, JOZA! -se escuchó el grito de Meg desde lejos.
