Cuéntales,
Te enamoraste por primera vez,
Sin darnos cuenta nuestro mundo cambié.
Sabes todo de mi,
No puedo estar sin ti.
Pero, cuéntales,
que no pienso rendirme esta vez,
y esa promesa que no te iba a perder,
no la voy a romper,
no la voy a rompe...
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Bueno... rechazado por la chica que me gustaba. Vaya forma de terminar e iniciar la semana. Dolió, lo admito. Pero... pues ya no había de otra. Me había arriesgado a decirle lo que sentía, pero ella no sentía lo mismo.
Estaba debatiendo mentalmente si... debía acercarme a ella como siempre, o no durante el ensayo, mientras caminaba por el estudio. Estaba seguro de que ella ya había llegado, pero no quería entrar hasta tener una idea de como actuar con ella.
De la nada, sentí como alguien me abrazaba con fuerza. Aunque ese alguien se estaba escondiendo en mi pecho, sabía quién era ella.
- ¿Alexa? ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? -dije mientras le devolvía el abrazo. Estaba muy... nerviosa. Casi temblando. Y parecía que le costaba respirar.- Tranquila. Estás bien.
- Tú... tú... tú...
- Yo también estoy bien. Estoy perfecto. ¿Ves? Tranquila. Calma. -no la solté hasta que comenzó a calmarse. Ya no me abrazaba con tanta fuerza, pero seguía abrazándome.- ¿Ya estás mejor? -ella asintió, mientras apoyaba su cabeza en mi pecho, dejándome mirar su rostro.- ¿Qué pasó?
- Yo... sé que solo fue mi imaginación, pero... todo se vio tan realista y detallado que... necesitaba ver que estabas bien.
En otras circunstancias, me hubiera encantado escuchar eso. Pero estaba preocupado por ella.
- ¿Qué imaginaste?
- Estaba... desayunando con mi familia, mientras pensaba en un pequeño proyecto que tengo con mi hermano. Y... Dylan comenzó a contar algo de Mech-x4 y... todo pasó en mi cabeza, de forma tan clara... Como ese tal Harper intentaba aplastarte... Me... me asuste y... quise buscarte.
¿Harper? ¿Aplastarme? Ah, sí. Temporada uno, creo que último episodio. Cuando Harper estaba dentro de su monstruo con la mamá de Ryan, y yo comenzaba a gritarle cosas.
- Lexi... eso no pasó en verdad.
- Ya sé. Fui consciente de eso todo el tiempo. Pero... no tienes idea de lo claro que estaba en mi mente. Sabía que no era real, pero...
- Está bien. Tranquila. -dije mientras la abrazaba con un poco más de fuerza.
Nos quedamos así unos segundos más. Ella no me soltaba, y yo tampoco planeaba hacerlo. Mi vista estaba fija en ella, aunque Lexi miraba hacia el lado.
- Perdón... -susurró de la nada.
- Está bien. -al igual que aquella vez en el taxi... las ganas de besarla comenzaron a crecer en mi.- Perdóname tú a mi. -bajé mi mascarilla, y la suya también. No tardé mucho en besarla. Esta vez era diferente. No sólo presioné nuestros labios, si no que moví los míos, y ella también movió los suyos. Todo estuvo bien, hasta que sentí algo raro.- ¿Qué te pasó? -me alejé levemente y la observé. Ella me miró confundida. Tomé con suavidad su labio inferior, y lo moví sutilmente hacia abajo. Dejando ver la cara interna del mismo... Tenía como unos... puntitos rojos ahí. Eran pequeñas heridas que sangraban. ¿Se había lastimado?
