ᴀʀʀᴜʟʟᴏ ᴅᴇ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀꜱ [2ꜱᴇᴏᴋ]

ᴍᴇᴍᴏʀɪᴀ ᴅɪᴇᴢ: ᴀʙʏꜱꜱ

Algo dentro de él quiere gritar.

Estaba satisfecho con el hecho de enlistarse este mismo año. Ahora, gracias a la nueva ley parlamentaria, lo hará hasta el 2022. La loca idea de todos enlistarse juntos, ya no parece tan loca. Hay algo dentro de él que le sugiere es lo mejor, si es que la compañía (de quienes ellos dependen) quiere seguir haciendo dinero a lo grande. Para Seokjin, el dinero que tiene en este momento es suficiente para vivir el resto de sus días. Pero, nadie le preguntó a él, ¿verdad?

Ha estado trabajando en una canción. Se trata sobre él. Si, posiblemente los miles de teorías de Army no se dejaran de esperar.

Cuando le contó a Hoseok sobre esta nueva composición, el menor se emocionó. Preguntó sobre qué hablaría, y Seokjin lo ha estado haciendo esperar, pensando que tal vez el bailarín encuentre también el mismo significado que él en esa letra.

Digamos, que las cosas entre ellos, se han hecho algo monótonas. El amor sigue ahí, el sexo sigue ahí; pero incluso si es así, a veces el mayor se cuestiona a sí mismo sobre hacía donde están destinados a llegar así, si la manera en que hacen las cosas será así por siempre, si Hoseok resistiría la idea de que ambos tengan que hacer pública su relación, si la compañía estaría dispuesta a apoyar a un idol homosexual. Cuando tantas cosas y vidas de personas están en juego, él mismo quiere olvidarlo todo, y por ende también sólo gritar, enojarse con el mundo; pero él no es así. Él sólo acepta lo que es. 

Y así nació Abyss.

La noche de su cumpleaños, después de comer con el resto de Bangtan, Hoseok llevó a Seokjin a un lujoso restaurant, uno de los más exclusivos de todo Seúl. Y aquí se encuentran, tomando un poco y comiendo platillos que valen más de lo que una persona cuerda debería pagar.

—¿Este lugar es real? — pregunta Seokjin mientras son escoltados a un área privada del lugar.

La mesa es pequeña y Seokjin se pregunta si ahí cabrá todo lo que vayan a consumir esta noche, a menos que el plan sólo sea beber como locos. Cuando se sientan y las cortinas de seda se abren ante ellos, la vista es deslumbrante; el cielo nocturno, los automóviles que se mueven por la autopista, y el río Han no tan lejos.

—¡Ah, Hope-ah! Desde aquí se ve el edificio donde trabajamos —dice entusiasmado.

—Lo sé hyung —

—¿Ya habías venido aquí? — pregunta curioso.

—Una vez. Con Yoongi-hyung y Jimin-ah, nos emborrachamos bastante —

Cuando las copas son puestas en la mesa, Hoseok le pide al mesero que no se moleste y que deje la botella de vino completa. Seokjin observa el pequeño menú, en realidad no hay muchos platillos, pero se alegra de ver que hay langosta. Quizá pida un poco de caviar para comenzar.