ᴀʀʀᴜʟʟᴏ ᴅᴇ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀꜱ [2ꜱᴇᴏᴋ]

ᴍᴇᴍᴏʀɪᴀ ᴅᴏᴄᴇ: ꜰᴀʟʟɪɴɢ

Algo definitivamente cambió.

Tanto tiempo sin verse simplemente no era normal. No para ninguno de los siete, pero en este largo periodo de vacaciones había tantas cosas que cada uno quería hacer. Aún en pandemia, aun cuando tres de ellos habían lidiado ya con el virus, había algo que no se sentía bien.

Seokjin no mentiría, la pasó mal. Pero algo así en él, a su edad era de esperarse. Todos preguntaron por él, estuvieron pendiente de su recuperación, y está agradecido. Aun en ese estado hubiera querido estar a lado de Hoseok, con quien definitivamente no se había visto, con quien quizá planeo pasar año nuevo juntos, pero sorpresivamente: covid.

Y ahora no sabe qué hacer, es bastante obvio que extraña a la persona, pero cuando el otro no hace lo posible por ponerse en contacto, es complicado. A esto le llama depresión post-covid. Se encuentra bien en estado físico, pero ha extrañado tanto el contacto humano que ha olvidado lo que se siente tener a Hoseok en sus brazos.

—Estoy curado — lo dice con una mano en el pecho, evitando el sobresalto de su corazón.

—Qué bien hyung.... —

—Quizá podamos vernos, tomar algo — y no hay nada más que desee en este momento, pero quiere hacer esta llamada corta.

—Definitivamente deberíamos... —

Y cuando este cuelga, esperando que ese vacío desaparezca y no lo hace. Algo está mal.

Para su sorpresa, Namjoon es el que le ha informado que Hoseok ha ido a trabajar casi todos los días a su estudio. "Dijo que está preparando algo, pero no estoy seguro de qué."

Otra sorpresa más fue saber que se ha encontrado con casi todos, que ha pasado tiempo con Jungkook, ha salido a beber algo con Jimin. Y él aquí encerrado en casa, aun con temor de contagiar a alguien, o volverse a contagiar él. Esto es absurdo. Quizá Hoseok no quiera saber más de él.

Cuando una semana más pasa y aún no ha visto a quien considera su novio, está listo para volverse loco. Pero si Hoseok va casi todos los días a Hybe a trabajar, debería poder encontrarlo ahí.

Justo cuando se ha hecho a la idea de salir de casa. Hoseok viene hacía él.

Verlo en su sala de estar es extraño, es como si fuese un fantasma, un recuerdo del pasado, han estado separados por tanto tiempo que había olvidado que su figura era más pequeña, que cuando lo observaba a los ojos tenía que ladear su cabeza un poco hacía abajo.

—Perdón...por no haber venido antes...yo... —

—¡Ah! Hoseok-ah no te disculpes...me han dicho que estás ocupado — y lo dice porque no quiere que el otro se sienta mal y salga corriendo del lugar.

El menor no puede dejar de jugar con la correa de su cámara polaroid que lleva a todos lados, con la cual saca tantas fotos; Seokjin quisiera ser así de consistente en su feed de Instagram, pero es más perezoso.

Seokjin se acerca al menor, se sienta junto a él en el largo sofá de la sala. Sus rodillas se tocan y está tan nervioso como la vez que le confesó que le gustaba. Como la vez que le pidió que lo dejara estar junto a él aun cuando dentro de Hoseok había incertidumbre de quizá no poder acostumbrarse a esto.

Su mano izquierda se posa en el muslo de Hoseok, y este tímidamente voltea a verlo.

—¿Puedo besarte? —

Los ojos de Hoseok se agrandan y sus mejillas se enrojecen.

—¿Por qué me lo pides?...puedes hacerlo y ya —

—No quiero que tengas miedo de contagiarte o algo así... — ríe levemente. —Bueno te recuerdo que ya soy negativo y no hay forma de que te contagie porque el virus ya abandono mi cuerpo...pero si no... —

El mayor no puede continuar porque Hoseok ya tiene sus labios sobre los de él. Su beso es torpe, como los primeros que compartían, pero poco a poco el sabor del menor lo vuelve a intoxicar, su respiración agitada y esos pequeños sonidos que hace cuando quiere aumentar la intensidad ahí están, y Seokjin está tan bendecido por ser el hombre; el tonto y estúpido hombre afortunado de ser quien bese a Jung Hoseok.

Ninguno de los dos está seguro de lo que siga después de esto. Por ahora se pueden conformar con esto, con sus cuerpos juntos como si no quisieran volver a separarse jamás; aun sabiendo que quizá lo hagan una y otra vez, en esta vida y en la siguiente, Seokjin cree estar seguro de que su espíritu seguirá al de Hoseok hacía donde sea que vaya.