TRADUCCION_893_COMPLETO

Capitulo 36

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Albus Dumbledore estaba molesto. Había intentado varias veces evitar que Harry se distrajera con correspondencia innecesaria. Su casilla de desvío de correo casi siempre estaba vacía y el joven seguía recibiendo su correo. Sabía que iba a ser entregado en mano e iba a pedirle a Cornelius que hiciera algo al respecto. Miró el buzón con disgusto; la mayoría de las pocas cosas que consiguió fueron bromas, por lo que estaba siendo más cuidadoso al abrir cosas. Pero ahora la caja casi vibraba en su lugar. Suspiró y lo abrió con un toque de su varita. La avalancha resultante de correo casi llenó su oficina. Los aulladores fumaron y saltaron al aire. La cacofonía resultante casi lo ensordeció. Llamó a una secretaria, pero ella, sabiamente, le dijo que no era su trabajo responder el correo de los fans. Miró las pilas y pilas de correo y gruñó. Podía salirse con la suya redirigiendo el correo de Harry Potter solo si realmente se ocupaba de ello. Acababa de desaparecer las primeras publicaciones, pero evidentemente algunas de ellas eran del Ministerio de Magia. Le habían dicho que tenía que lidiar con todo, no solo almacenarlo o desterrarlo. Esto iba a ser un infierno.

Él estaba en lo correcto.

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Yusuke se acomodó para lidiar con las semanas entre la primera y la segunda tarea. Dumbledore había querido que las tareas se distribuyeran a lo largo de dos semestres con un baile en Navidad. La directora McGonagall había pensado que era la cosa más idiota de la que había oído hablar. Adivina quién ganó.

Entonces, ahora, la primera tarea se había cumplido justo después de Año Nuevo, la siguiente se llevaría a cabo en marzo. Miraban el segundo fin de semana. Luego, la última tarea se llevaría a cabo el fin de semana antes de que terminara la escuela para el verano. Esto tenía mucho más sentido. Les dio a todos tiempo para recuperarse de la última tarea y estudiar para la siguiente, si se daban cuenta de lo que iba a ser a tiempo.

Seguramente no iban a ser rehenes en el fondo del lago. Se había reído a carcajadas cuando su mensajero le había traído una copia de la carta que ICW había enviado al jefe del departamento de juegos y deportes, el ministro Fudge y la junta de gobernadores de Hogwarts. Sirius le dijo que Fudge se lo había leído al Wizengamot y que su moción para enviar una protesta a la ICW fue rechazada por casi el 100 por ciento de los votos.

Cada vez más, el Wizengamot no votaba por las mociones de Fudge. Hubo muchas quejas sobre la cantidad de oro que estaba gastando en recompensas por los Mortífagos. Todos estuvieron de acuerdo en que eliminar la amenaza era algo bueno, excepto para los que eran Mortífagos, pero la mayoría de los miembros no veían la cantidad de recompensas como razonable. Realmente les enfureció a todos que el contrato fuera con el Ministerio mismo, no con Fudge. No importaba quién votara cómo, todavía tenían que pagar o perderían su magia. Muchos se sintieron aliviados de que no hubiera habido un pago desde antes de Navidad.

Pronto iban a estar un poco molestos.

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Yusuke miró el informe. Sus hombres habían encontrado un nido de Mortífagos de nivel medio. Estaban bien entrenados y tenían un nivel medio superior. Quería Mortífagos de alto nivel, pero se conformaría con lo que pudiera conseguir. Todas las personas de nivel superior estaban escondidas. Sirius opinaba que todos estaban escondidos con Voldemort en alguna parte. Intentó rastrear a los hermanos LeStrange y no encontró nada. Encontraron las huellas y desaparecieron. También había intentado rastrear a los Carrows, pero lo mismo había sucedido con ellos.

Los pocos Mortífagos de bajo nivel que habían logrado atrapar, no sabían nada. Voldemort había tomado una página de la Resistencia francesa de la Segunda Guerra Mundial. Nadie en los niveles inferiores conocía a más de cinco de sus compañeros y un controlador de nivel medio. Se habían apoderado de uno de ellos y lo convencieron de que les contara un poco. Solo conocía a su superior inmediato y nunca había visto su rostro. Habían usado un hechizo para distorsionar su voz. Las recompensas por los pocos que habían atrapado apenas habían pagado el gasto de atraparlos. Sirius no estaba contento.