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Akaashi no estaba muy seguro porque había despertado en una habitación ajena y con Bokuto a su lado, pero no le dió muchas vueltas, a pesar de conocer a Bokuto por solo unos días sabía que sería incapaz de hacer algo tan indecente como aprovecharse de alguien.

Se sentó en la cama y estiró los brazos, para despertarse, volví a recostarse y sé quedó observando un rato al hombre dormido a su lado.

Bokuto tenía las pestañas largas, a pesar de que sus cejas gruesas eran blancas, sus pestañas eran negras. Se veía muy pacífico mientras dormía, por lo general tenía una actitud muy intensa pero verlo dormir era un contraste irreal, tan tranquilo e indefenso...

Una sonrisa involuntaria apareció en los labios del azabache, rápidamente agitó la cabeza para despejarla de pensamientos innecesarios. Aún así, los ojos de Akaashi seguían pegados en el rostro del contrario, quien tenía algunos cabello rebeldes en el rostro.

Sin pensarlo, Akaashi extendió la mano y apartó los mechones del rostro del mayor, quien se removió un poco debido al contacto. El oji azúl se quedó estático "Se va a despertar" pensó, por suerte eso no sucedió y libero un suspiro.

- ¿Dormiste bien Agaasheeee...?

Los brillantes ojos azulados del menor se abrieron como platos, encontrándose con la penetrante mirada dorada del casi albino.

- He... Sí, lamento haber molestado... ¿Qué tal durmió Bokuto-san? - Respondió

- No eres una molestia, yo hice que pasarás la noche aquí... Y dormí de maravilla, últimamente he dormido poco, pero al fin pude descansar como se debe - Bokuto soltó un bostezo al tiempo que estiraba los brazos

- Me alegra oír eso

Akaashi no notó que estaba sonriendo ligeramente, pero el albino sí, lo que provocó una sonrisa en sus labios.

- Por cierto Bokuto-san ¿Cómo terminamos durmiendo juntos?...

-Ah!... Bueno, cuando trajiste a Nyoko te invite un té, aceptaste y luego te deje que pasarás aquí la noche porque era realmente tarde... Cómo no tengo cuarto de invitados te ofrecí dormí conmigo y aceptaste... - Bokuto tenía su típica sonrisa confiada

Akaashi tarareo en respuesta, a pesar de no que no recordaba lo sucedido prefirió creerle, no era extraño que olvidara cosas debido a las sustancias que usaba. Además que no tenía ningún síntoma de haber sido abusado, no tenía heridas en la piel, o al menos ninguna que no se haya hecho él, ni dolor en el cuerpo. Notó que tenía una camiseta holgada y unos pantalones un poco más grande que su talla

- Te dí eso para que durmieras... ¿No recuerdas?- Bokuto tenía el mismo tono que un niño curioso

- No... Pero no debe preocuparse Bokuto-san, regularmente olvidó las cosas

- AGAASHEEEE! Eso no es normal, deberías ir con un doctor... Tal vez sea un problema de salud - Bokuto se vió sumamente preocupado

El azabache estubo apunto de responder, pero un sonido de puertas abriéndose les llamó la atención a ambos. Bokuto se levantó y abrió la puerta, Nyoko estaba con el pijama y un peluche de conejo, se encontraba sentada en la entrada.

Akaashi miro dónde se encontraba la niña, la pequeña tenía los ojos húmedos, no parecía haber llorado pero sí notaba que se había acumulado lágrimas que no pudieron salir.

- Nyoko-chan ¿Tuviste una pesadilla? - Bokuto se colocó de cuclillas para quedar a la altura de la niña y ella asintió

- No te preocupes... Estoy aquí - Bokuto le comenzó a acariciar el cabello con ternura

Adicción [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora