Adicción [CANCELADA]

13: Las olas de desesperación

Kenma lucía confundido, parecía un pequeño niño que acababa de notar que estaba perdido y separado de sus padres.

El corazón de Kuroo se contrajo, la imagen de ver a Kenma tan ido del mundo era dolorosa, más cuando tenía esa horrible expresión de dolor. Pudo notar que el cabello bi color del chico estaba muy desordenado, tenía una marca en el cuello - como si lo hubieran estrangulado - tenía ropa de calle en vez del traje típico del trabajo.

- Kenma... - la voz de Kuroo se perdió en un susurro, sin pensar se abalanzó a abrazarlo

Kenma se tensó, más de lo normal, pero no se movió. Kuroo lo sostenía con fuerza, no quería alejarse de él, se sentía culpable de lo que sea que le haya pasado.

Kenma ya estaba en el departamento con Kuroo, estaban tomando un baño - ya eran las 3 a.m - Kuroo envío un mensaje a sus compañeros de trabajo.

[ Kenma está casa, pero no sé ve bien. Mañana no iremos a trabajar, lo acompañaré al hospital.]
3:04 a.m

Claramente no obtuvo respuesta, tampoco la esperaba.

Durante baño Kuroo notó que su menor tenía muchas marcas de rasguños, algunas heridas parecían hechas con algún cinturón o cualquier cosa que pudieran dejar marcas rojas, como un látigo. No preguntó nada, sabía que Kenma no estaba en sus cinco sentidos y que probablemente no hablaría hasta la mañana, desde que llegó, Kenma no había pronunciado ninguna sola palabra.

Estando en la cama, Kuroo se aseguro varias veces que Kenma se encontrará dormido, por suerte estaba profundamente dormido. Kuroo sintió un poco más de alivio, pero aún así tenía esa molesta sensación de que sea lo que allá sucedido tenía que ser en parte su culpa "Yo sabía el daño que ella le causó ¿Y sí le hizo algo? ¿Por qué no estuve con él? ¿Por qué Kenma no me esperó para que hablarán? ¿A dónde demonios se fué?

Los pensamientos del azabache se volvían cada vez culpables, cada vez más sentía que era su responsabilidad por no haber estado para darle calma. Estaba tan absorto en su mente que ni siquiera notó cuando se quedó dormido.

*

*

*

Los ladridos de Ramsés despertaron repentinamente a Kuroo, apenas abrió los ojos notó la ausencia del bi color. Rápidamente se levantó, tenía que llevar a Kenma a un chequeo médico de fuera lo que fuera que le había pasado.

Kuroo se dirigió a la cocina, donde estaba Kenma, se encontraba sentado en el suelo con los ojos cerrados, no parecía dormido, más se veía concentrado.

- Kenma...- El azabache habló muy suave y lo movió muy suavemente

- mmm?...- Kenma abrió los ojos poco a poco

- Pasa algo? Por qué no llegaste anoche? - Kuroo no quería agobiar al chico, pero necesitaba respuestas

- No estoy seguro... Recuerdo que después de hablar con Maika-san salí de las oficinas para respirar mejor.... No recuerdo mucho más después de eso - Kenma no parecía mentir

- Debemos ir al hospital, tal vez te paso algo grave - Kuroo se levantó rápido, pero el chico le sujeto de la camiseta del pijama

- No hace falta... Sé todo lo que me pasó. Digo, no lo recuerdo, pero siento el dolor del cuerpo y... No es de algo nuevo - los ojos de Kenma se veían vacíos

- Kenma... -Kuroo se moría por preguntar si le estaba diciendo la verdad, sí enserio no recordaba, pero no sé atrevía.

El cabello bi color se veía lejano al mundo, como sí algo entre lo que lo mantenía conectado a la realidad y sus pensamientos, se hubiera roto. La mirada de Kenma no estaba enfocada en nada.