Renacimiento en un mundo mágico

Capítulo 3

Salí corriendo de la casa al patio trasero, imaginando ansiosamente cómo iba a volar por los aires y conquistar la gravedad. Pasé la pierna por encima del palo de escoba y lancé una mirada impaciente hacia la casa.

Unos momentos después, mi tío se pavoneó hasta el patio trasero con una escoba colgada del hombro. Mi padre lo siguió de cerca.

El tío John dijo: "No tan rápido. Si vamos a hacer esto, lo haremos de la manera correcta".

Levanté la ceja izquierda en respuesta y pregunté: "¿Hay alguna manera incorrecta de subir a una escoba?"

Él se rió y dijo: "Ponlo en el suelo, párate junto a él y pídelo a tu mano".

Recuerdo vagamente esta tradición de los libros, pero siempre pensé que era bastante estúpida. ¿Por qué pondrías una escoba en el suelo solo para decirle que vuelva a tu mano en primer lugar?

Le lancé al tío John una mirada indiferente y le respondí: "Eso no parece necesario; ya tengo la escoba en la mano".

El padre intervino: "Hay una buena razón para esto, los palos de escoba tienen muchos encantos y hechizos diferentes en capas. Uno de los más simples es levantarse a la mano del dueño cuando se les llama".

Su rostro se iluminó mientras continuaba en lo que llamé el modo de sermón de papá: "A medida que un palo de escoba envejece, existe la posibilidad de que algunos de los encantos y hechizos desaparezcan. Una buena regla general es llamar el palo de escoba a tu mano. funciona, entonces lo más probable es que la escoba esté bien. Ha habido muchos magos que se subieron a una vieja escoba y treparon al cielo solo para caer cuando el hechizo deja de funcionar. Por eso siempre debes usar el comando antes de subirte a una escoba. "

Tragué saliva y pensé para mí. ¿Qué demonios? ¿Quiere decir que uno de estos podría caerse del cielo? Si voy a despegar hacia el cielo, quiero un poco más de garantía de lo que probablemente.

Dejé la escoba en el suelo y dije: "Pero esta es una escoba nueva, así que debería estar bien. ¿Verdad?"

El tío John se rió con picardía y afirmó: "No estar 100% seguro de que funcionará es la mitad de la diversión de volar".

"Todo estará bien", me tranquilizó mi padre, "Ahora extiende tu mano y dile que suba".

Una imagen se formó en mi mente, imaginé la escoba elevándose a mi primera orden, al igual que lo hizo Harry, luego volaría por el aire como un pájaro, los cielos serían míos para ordenar.

Extendí la mano y dije: "Arriba". El palo de escoba hizo un trabajo convincente al hacerse el muerto.

Después de empujar cuidadosamente la escoba con mi pie, miré a mi papá y le dije: "Tenías razón, siempre deberíamos probar una escoba nueva antes de tratar de averiguar si está defectuosa, esta escoba obviamente está rota".

El tío John se echó a reír de mí. "Qué", me defendí, "Está claramente roto".

Papá se acercó y puso su mano en mi hombro para consolarme, "Puede tomar un tiempo entender esto, intentemos de nuevo.

Decidí intentarlo de nuevo y dije: "¿Arriba?"

"Le estás preguntando a la escoba cuando lo que tienes que hacer es decirle a la escoba qué hacer", explicó mi padre.

"Quizás simplemente no tiene lo que se necesita para ser un mago", se burló el tío John.

Cerrando los ojos, extendí la mano y ordené: "¡ARRIBA!"

Al instante, la escoba se levantó y golpeó mi mano, con una sonrisa en mi rostro, le lancé una mirada victoriosa a mi tío.

Papá sonrió ante mi expresión y dijo: "Ahora súbete a la escoba, pero no patees el suelo todavía".