Capítulo Uno

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Narrador:

Todo parecía que había cambiado mucho en un abrir y cerrar ojos. Mientras que el Ches estaba en la cocina preparando el almuerzo, en las escaleras bajaba una adolescente de 15 años de cabellera larga y castaña. Con un suéter de color negro con una calavera en su lado izquierdo del pecho y ropa algo decente y cómoda, tenía su mochila colgada en su hombro y unos audífonos puestos escuchando música.

El hombre al verla ya preparada, le regaló una sonrisa y le entregó su almuerzo.

Ches: Buenos días ____. ¿Amaneciste bien?

La adolescente asintió segura y normal. Aun no entablaban una conversación cómoda por los cambios que tuvieron.

¿Y quién es ella? Preguntarán.

Si nombre es ___ Johansson. Si trataba de la hija de Dorothy y de Ches. La noche que tuvieron ambos a solas se salió de las manos y Lucy al darse cuenta de su embarazo, abandonó sus estudios y decidió dedicarse a su bebé sin la ayuda de sus padres, debido a que ellos eran muy estrictos y no querían que ella tuviera al bebé y la echaron de su casa. Afortunadamente ella con la ayuda de su mejor amiga que es la madrina de la joven, la apoyó en todo momento. La madrina de ___ fue la que llamó a Ches y le contó de la existencia de ella, ya que no podía cuidarla más debido a que tuvo que irse a Londres por una oportunidad de trabajo, y por otra razón no tenía quien cuidar de la joven.

Ches: Está noche iré a visitar a mi mejor amigo con su familia, ¿vienes?

La muchacha no estaba con mucho interés de querer conocer a personas ni salir a convivir, pero veía que él estaba intentando hacer las cosas bien después de varios años sin conocerse ambos, no tuvo de otra que querer aceptar, él no era una mala persona, simplemente era conocerse y llevarse bien a como quería su madre.

___: Bueno... Creo que estaría bien...

Ches: Genial, el autobús llegará en cualquier momento, así que toma tu almuerzo y suerte en tu escuela.

La chica le sonrió asintiendo y se despidió de él chocando los puños y salió de la casa.

(...)

Rato después, en la hora del almuerzo los jóvenes se sentaban en sus lugares y algunos estaban afuera de las canchas charlando. La muchacha de ojos cafés traía sus audífonos puestos mientras jugaba con el yogurt que tenía de merienda. Pensaba en su madre y de su casa en Canadá, aunque ya había pasado una semana estando en casa de Ches, para ella aún no es de costumbre seguir ahí y de repente que su vida cambié debido a que no había nada más quien cuidarla, veía la foto de su madre con ella en su fiesta de cumpleaños número 12.

"Desearía que estuvieras aquí" Dijo en sus adentros la muchacha.

De la nada fue interrumpidos por una voz de otra chica molestándola llamada Sam.

Sam: ¿Sigues estando sola en el almuerzo? Que pena me das...

La chica de tez morena solo fruño el ceño sin interés y sigui escuchándola.

Sam: ¿No hablas ahora? ¿O por qué sigues sin responderme de nuestra propuesta?

___: No tengo por qué aceptarla, no seré tu mascota, Sam.

La rubia simplemente rió y la tomó del brazo jalandola y mirándola molesta.

Sam: Entonces es un no. Que lástima que no puedas juntarte con nosotras, pudimos habernos divertido contigo, pero será mucho mejor molestarte que ser amigas.

La castaña al ver qué la rodearon otras cuatro chicas para tomarla y evitar que escaparan, tomo la bandeja de su almuerzo y se lo lanzó a la rubia la cuál se quejó soltandola y salió corriendo de ahí.

En tanto la chica fresa vio la acción, comenzó a ser una persecución en toda la escuela. Corrían por los pasillos y la castaña al ver qué no tenía una salida en un pasillo cerrado, se maldijo ella misma y volteo atrás mirando a las 5 chicas impidiéndole el pasó.

Sam: Ya estuvo mucho tu carrera niña. De esta no te escapas.

Cuando estuvo apunto de golpearla y cubrir su rostro para no ser lastimada, escuchó una voz detrás del grupo de chicas.

"¿Terminaste tu trabajo, Sam?"

La Rubia volteo atrás mirando al proveniente de la voz. Se trataba de un muchacho de la misma edad, cabellera rubia y larga con una coleta de caballo, ojos azules y de una camisa blanca con una negra abajo, pantalones oscuros y unas botas negras.

Sam: ¿Que es lo que quieres fenómeno? -habló molesta-

Dee: Bueno, por lo que veo estás demasiado ocupada. ¿Pero de qué servirá si te desquitado con  ella?

Sam: Eso no te incumbe.

Dee: por supuesto que no, pero podemos llegar a un acuerdo si la dejas en paz.

L

a rubia lo pensó mucho y y al ver que aquel joven volvió a preguntar, solo bufó y soltó a la castaña.

Sam: ¡Ugh! Tienes suerte de que llegó risitos de oro, pedazo de mierda. Pero esto no acaba.

Dijo muy molesta, lo cual la dejó ahí yéndose con su grupo femenino y dejándola sola.

La canadiense se sacudió la ropa y levantó su mochila del suelo y miró al rubio.

Dee: ¿Estás bien?

___: No tenías que meterte, es problema mio... Ahora me lo dejaste peor.

Dee: De nada, y tienes razón, no tenía que meterme. Pero ¿Que ibas a hacer si te llegará a golpear?

La castaña alzó los hombros y caminó mientras que el rubio la seguía detrás asegurándose de que llegara a su clase bien.

Dee: ¿Eres nueva, no?

___: Eh... Algo así... Llegué la semana pasada.

Dee: Se nota que no tienes amigos. -habló serio-

___: Bueno ¿me seguirás hasta mi clase o que quieres? -pregunto molesta la joven-

El Rubio miró la actitud de la joven y simplemente acerca su mano.

Dee: Dee... Mucho gusto.

___: ¿Dee? ¿Ese es tu nombre? 

Dee: Exactamente.

___: Parece que tus padres tardaron mucho en qué nombre ponerte... -habló sarcástica-

Dee: Muy graciosa... ¿Cuál es el tuyo?

La castaña dudó si contestarle o no pero le daba igual así que lo hizo.

___: ___ Johansson.

El Rubio estrechó su mano y después de esa pequeña charla, sonó el timbre de clases lo cual ambos se separaron y fueron cada quien a sus aulas.

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La chica ¿De mis sueños? (Dee x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora