La chica ¿De mis sueños? (Dee x Lectora)

Capítulo ocho

POV: CHES.

Desde hace días ________ no me ha querido hablar por aquella ocasión que ocurrió. Sin duda estaba algo preocupado por su comportamiento últimamente, no sabía que hacer, nunca en mi vida pensé que me convertiría en aquella persona que odié hace mucho tiempo. No tenía la experiencia para estos problemas, y simplemente olvidé un poco el asunto. Trabajaba en la tienda de instrumentos cuando llegó mi mejor amigo, aveces era muy raro, pero era más raro cuando lo conocí. Solo saludé con una sonrisa pero aquel había captado ese fingido de estar bien.

Glam: Ches, te notó muy mal, ¿Pasa algo malo? —dijo con su Típico sonrisa extraña—.

Ches: Todo está bien, ¿Por qué la pregunta?

Glam: No has asistido a la reunión de padres de la escuela está semana.

Ches: ¿Cuál reunión?

El Rubio solo me mostró una nota la cuál venía firmada por el profesor de las clases. Al parecer no estaba enterado en eso, carajo ________...

Ches: Mierda... ________ no me dijo nada acerca de esa reunión...

Glam: Normalmente envían correos de parte de la escuela por si los padres no están enterados.

Ches: Demonios, Glam, ¿que voy a hacer con esa niña? ¡Ni siquiera me quiere hablar por un problema que pasó! Últimamente me ha estado ignorando por eso...

Glam: Bueno aveces los niños son algo "diferentes" a nosotros como adultos. Tienen sus secretos y sus actitudes distintas.

Ches: Yo nunca he lidiado con niños. Al menos no míos...

Galm: Oh vamos Ches, has estado en la vida de Dee desde que nació, y después con Heavy.

Ches: Si pero no en la de ella... No es igual criar y cuidar niños desde pequeños a que lo haga siendo adolescentes. No lo entiendes viejo...

Glam: Bueno buen punto. Tienes suerte de que ahora hay una segunda reunión de padres en la escuela, ¿me acompañas?

Yo solo levanté los hombros sin importancia.

Ches: De acuerdo, de todos modos iba a cerrar temprano.

(...)

Y como era de esperarse, el viejo que daba las clases de ambos muchachos empezó a hablar acerca de lo que se realizarán el siguiente semestre y todas esas cosas así, ya para cuándo habían terminado las charlas, todos los padres empezaron a irse hasta que el profesor chiflado me llamó a mí.

Profe: Señor, usted no se vaya. Necesito hablar con usted urgentemente.

Yo solo paré en seco y lo miré con mis manos dentro de mis bolsillos.

Profe: Su hija ________, ha estado muy distraída en clases desde la semana pasada y sus tareas no son entregadas con tiempo, sus llegadas a clases son puntuales pero las ganas de trabajar son muy bajas. Me temo que si ella sigue así, tendré que reprobarla de grado.

Solo sentí un peso en mis hombros y miré mis pies algo estresado y asentí.

Ches: Mierda, no se que hacer... —hablé conmigo mismo—.

Profe: Me temo que en estas situaciones los jóvenes de hoy en día no son muy controlables y fáciles de entender. La joven empezará a ir con nuestra una de las mejores Psicólogas del sector. Ella la ayudará en eso, pero necesito que esté atento en sus tareas y proyectos que se encargarán. Igual le asignamos a un tutor, un chico bastante listo y va en su misma clase.

Yo volví a asentir y tomé el papel que indicaba el día de la siguiente junta de la escuela y salí de ahí. No sabía que hacer y miré a mi mejor amigo que está esperándome afuera.