XX

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*Anteriormente*

Brian salió de su edificio en donde estaba su oficina, viendo el cielo sombrío y oscurecido, las nubes formándose en una simetría apretada para luego dejar caer agua de lluvia en las concurridas calles. Sacó un cigarrillo, un constante picor en su cuello desapareciendo cuando sus labios se encontraron con el delgado cigarrillo encendido.

Su auto se detuvo frente a su edificio, y Jackson se apresuró a salir para abrirle la puerta. Brian entró en la parte trasera del auto, suspirando para sí mismo, con los músculos doloridos por el largo día de arduo trabajo legal.

-Para la casa de Roger-, dijo Brian. Jackson lo miró a través del espejo
Retrovisor.

-En realidad... um... la señorita Chrissie está de regreso en su casa. Me dijo que lo llevara para allá- dijo Jackson, luciendo nervioso.

Brian frunció el ceño. -¿Ella está de vuelta?-

Durante dos semanas, desde que Brian le había dicho a Chrissie que quería el divorcio, no había ido a su casa. Quizás una o dos veces para ir a buscar ropa, pero por lo demás, la vista de la casa que una vez fue memorable y llena de amor ahora le recordaba a Brian su dolor y a ella.

Chrissie regresó a su ciudad natal, suponía. Y de repente, había vuelto. La mandíbula de Brian se apretó. Con suerte, lo había llamado para discutir los papeles del divorcio. Porque Brian quería ver a Roger.

Con Roger todo era mas fácil. Más sencillo. Roger era hermoso en el dormitorio e igualmente fuera de él... Su delicada Moonflower. Todo en él hacía suspirar el corazón de Brian. Era un fresco día de verano en un invierno frío y abrasador.

El coche llegó a la casa y Brian salió de él bastante rápido, ignorando la llovizna que había comenzado. Abrió la puerta de la casa y entró, viendo las luces tenues en el estudio y en ningún otro lugar. -¿Chrissie?- Brian llamó, con una leve molestia en su tono. Se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero, caminando hacia el estudio.

Chrissie estaba apoyada contra la pared, junto al teléfono negro, con la bocina contra la oreja, escuchando. Estaba pálida y notó su presencia.
Brian intervino y sus ojos se dirigieron a los papeles de divorcio que estaban en su escritorio. Sin firmar, probablemente ni siquiera leídos. Brian se burló.

-Por supuesto. No podía esperar nada menos de la mujer más obstinada que conozco.-

Brian la miró. Sus ojos estaban muy abiertos, vidriosos. -¿Por qué me hiciste a venir aquí? ¿Tienes un bolígrafo? ¿Es para firmar los papeles, Chrissie? Si no, prefiero irme ahora-

- B-Brian- Chrissie soltó suavemente. Brian se dio la vuelta, mirando sus estantes.

-Te conseguiré un bolígrafo. Haré todo lo que sea necesario para deshacerme de...-

Chrissie soltó el teléfono de sus manos, dejándolo colgar del alambre rizado. Cayó al suelo con las manos apretadas contra la boca. Brian se se dio la vuelta, con los hombros tensos. Corrió hacia ella y tomó el teléfono, alguien todavía hablaba al otro lado. Brian se lo acercó a la oreja
y...

-Lo siento mucho- se quebró una voz del otro lado del teléfono, áspera. -Tu m-madre falleció hace dos horas. No estoy seguro de cómo- Brian miró a Chrissie, sus ojos se agrandaron. Por un momento, se olvidó de lo que había sucedido. Chrissie estaba en el suelo, temblando, con los ojos muy abiertos por las lágrimas.

Brian terminó la llamada telefónica y se arrodilló frente a ella.- Chrissie,- dijo Brian gentilmente. Ella lo miró y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas de porcelana. Rara vez lo hacía. Brian tragó saliva, una punzada de culpa y dolor repentino formándose en su pecho. -Lo- lo siento mucho-

SOMEBODY TO LOVE [Maylor] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora