DEBEMOS DE CELEBRAR

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ALLISON


Al llegar al instituto logré ver a gran parte de mis compañeros en el pasillo y otros sentados en las áreas verdes.

« ¿Hoy había lección? » pensé mientras me acercaba donde estaba Victor.

─ ¿Por qué todos están afuera? ─pregunté mientras regreso a ver a todo el mundo.

─ El profesor pidió que saliéramos porque está terminando de revisar los informes de la semana, después de eso, nos hará entrar uno por uno para entrevistarnos y luego nos podremos ir ─dice mientras se frota las manos debido a los nervios.

─ ¿Y tú por qué estás nervioso?, eres el mejor de la clase, mejor que todos ellos ─comencé a mirar a los demás ─. De seguro obtienes la calificación más alta.

─ Cállate ─dice Victor ─. No por ser el mejor que ellos, significa que sea mejor que el profesor, además tu sabes como es de complicado cuando hace preguntas.

─ Lo había olvidado ─comencé a buscar en mi bolsa mis apuntes para poder estudiar hasta que llegue mi turno ─. Odio estas entrevistas, siempre me va mal.

─ ¿Quieres repasar las clases hasta que llegue nuestro turno? ─ sugiere Victor.

Nos sentamos en las escaleras y comenzamos a practicar y a hacernos unas preguntas referentes a nuestros proyectos. Me gusta estudiar con Victor porque tiene mucha paciencia y es bueno explicado sin importar cuantas veces necesite hacerlo.

Después el profesor comenzó a nombrar uno por uno, tal y como lo había dicho. Muchos salían deprimidos, otros salían felices y al ver sus reacciones lo único que me provocaba eran nervios y la sensación de vomitar.

─ ¿Cómo te fue? ─pregunta Víctor mientras yo lo esperaba sentada en una banca.

─ No tan bien como tu, eso de seguro ─le digo mientras me pongo de pie para irnos.

─ No seas tan pesimista, ¿qué calificación obtuviste?.

─ Ochenta y siete sobre cien ─contesté.

─ Lo ves no es tan malo y te fue mejor que la vez anterior ─regrese a verlo.

─ ¿Y cuál fue tu calificación? ─pregunte.

Regresa a verme tratando disimular una sonrisa mientras se pone al frente de mi.

─ Bueno ─comienza a decir mientras que camina en reversa ─. Tengo una amiga que es bruja y me dijo que sacare la mejor calificación y la obtuve.

─ ¡No te creo! ─, dije con emoción ─, ¿cuánto fue?.

─ Noventa y ocho sobre cien ─dijo mientras alzaba los brazos en señal de victoria.

─ ¡Eso amerita una celebración!.

─ Ya pensé en eso.¿Qué te parece si vamos por unas malteadas y tostadas?.

─ ¿Bromeas?, no dejaré que el mejor estudiante de la clase celebre con unas malteadas, iremos por unas alitas y cervezas ─comencé a parlotear.

─ ¿Y tu trabajo? ─preguntó.

─ Cambié de día libre con uno de mis compañeros hace unos días y ahora los viernes son mis días de descanso.

─ ¡Eso es genial! ─Víctor comenzó a buscar algo en su lugar ─. Te parece si vamos al nuevo restaurante de comidas rápidas, es tipo bar.

─ Si vamos, yo invito la primera ronda ─no podía disimular lo emocionada que estaba, había pasado mucho tiempo desde la última vez que fui a un bar.

La maldición de la familia  ArmstrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora