VAMOS AL CINE

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AUDEN


─ Buenos días ─digo mientras termino de lavar los platos de la merienda de anoche.

─ Hola ─dice Liam ─.Ya me tengo que ir al trabajo y regreso a las 7pm.

─ Si. No te preocupes, para cuando llegues ya tendré lista la merienda ─digo con entusiasmo mientras pienso que preparar.

─ Sobre eso ─comienza a decir Liam ─. No quiero que estés en casa esta noche.

No pude evitar sorprenderme.

─ ¿Qué quieres decir?, ¿me estás echando?.

─ No, No. Es que ─se pasa su mano por detrás de la cabeza ─. Le prometí a Ariel que esta noche comería con él y no quiero que estés tú aquí.

─ Aaa ─no pude evitar emocionarme por saber a qué se refería Liam ─. Si lo que querías era un tiempo a solas con tu novio debiste decírmelo desde el principio ─no pude evitar sonreír.

─ Ey! ─dijo Liam mientras recogía su portafolio ─. Detén esa imaginación tan sucia que solo un virgen como tu puede tener.

Me quedé sin palabras y con la boca abierta esperando a que las palabras salieran.

─ Y.. Yo no soy..─ en ese instante Liam cerró la puerta.

Ese mal nacido no espero mi respuesta. 

Regresé a continuar lavando los platos y en ese instante me  percate que no tenía a donde ir y tampoco tenía idea de como comunicarme con Liam.

« Mierda ».

Salí corriendo detrás de Liam con esperanzas de encontrarlo. Al llegar al elevador me doy cuenta que alguien está bajando y tarda demasiado en subir.

─No puedo esperar más ─me dije a mi mismo y comencé a descender por las escaleras.

Al llegar al  mostrador no veo a Liam por ningún lado. Salgo del edificio y logró verlo girar en una esquina.

─¡LIAM! ─gritó mientras él abre la puerta de un taxi.

Al llegar donde está él me detengo a tomar un poco de aire.

─ ¿Ahora qué quieres? ─pregunta.

─ No tengo ─comienzo a decir mientras me costaba respirar ─. No tengo donde quedarme esta noche.

Veo cómo pasa su mano por el cabello en señal de frustración.

─ Disculpe, señor ─escuche decir a una señorita que al parecer se dirigía a su trabajo ─. ¿Va a tomar ese taxi? ─, pregunta mientras mira a Liam.

Liam se hace a un lado dándole a entender a que prosiga.

─ Muchas gracias ─consiguió decir. 

─ No es nada ─decía Liam al mismo tiempo que cerraba la puerta del taxi.

Regresó a verme mientras se cuestionaba qué hacer conmigo.

─ Hay un cine a unas cuadras de aquí ─dice ─. Podrías ver algunas películas.

─ Pero no conozco el lugar ─, intervengo ─, además no tengo dinero.

─ Te diría que al regresar del trabajo te daré algo de dinero, pero lo más seguro es que regrese junto a Ariel y no quiero que él te vea ─da un leve suspiro─. En casa en uno de los cajones de mi escritorio hay una tarjeta que podrás usar, te enviaré la contraseña más tarde. Ahora ya me tengo que ir.

─ Liam ─digo mientras él estaba a punto de irse ─ No tengo celular, ¿lo olvidaste?.

En esta ocasión se pasó una mano por todo su rostro y regresó a verme. Después de eso sacó un bolígrafo y anotó algo en el reverso de una tarjeta.

─ Toma ─dice mientras me ofrece lo que parecer ser una tarjeta de presentación ─. Al reverso de esta tarjeta está la contraseña de la tarjeta de crédito que está en casa, comprate un celular y me escribes al número que está aquí, así sabré donde estás. También te enviaré mensajes por ─en ese momento me quita la tarjeta de presentación y vuelva anotar algo más ─. Lo que está anotado más abajo es la contraseña del wifi, descarga Whatsapp y estaremos en contacto por ahí. ¿Serás capaz de hacer esto?.

─ Sí. No te preocupes.

─ Tengo un mal presentimiento ─dice mientras alza su mano para ver la hora en su reloj. ─ Me tengo que ir ya estoy llegando tarde.

─ ¡Enserio!. Perdón por causarte muchas molestias, tu jefe se pondrá furioso.

─ No cuando tu eres tu propio jefe ─dice con orgullo.

─ ¡No me jodas! ─consigo decir. ─ Muchas felicidades.

─ Gracias. Nos vemos después ─ Liam comienza a andar directo al trabajo y de repente veo  como regresa a donde estaba, se acerca directamente hacia mí y con sus ojos puestos sobre los míos me da una advertencia.

─ Tienes un presupuesto de trescientos dólares. Si llegas a gastar más de eso, más vale que comiences a buscar un lugar donde pasar la noche, ¿entiendes?.

─ Si, no gastaré más de eso. Te lo prometo.

─ Eso espero.

De regreso al departamento una chica que estaba corriendo choca contra mi y hace caer la tarjeta que Liam me dio hace un instante.

─ Discúlpeme. Estoy llegando tarde a una de mis clases ─ dijo mientras recogía la tarjeta que estaba en el suelo.

─ Discúlpeme señor ─, vaciló un poco ─, Liam Armstrong ─decía mientras leía los datos en la tarjeta al regresar a verme me percato de que es Allison.

─ Liam se llama mi primo yo soy Auden ─digo mientras me da la tarjeta de presentación.

─ Ah, eres tú ─dice mientras comienza a rodearme para continuar corriendo ─. Me encantaría seguir hablando contigo pero tengo mucha prisa. Nos vemos después.

Sin pensarlo la sujete por  el brazo.

─ ¿Quieres ver una película esta noche? ─, ella pasa de mirar del brazo de donde la tengo sujeta hacia mi rostro ─, me dijeron que hay un cine por aquí cerca.

─ Sí claro.

─ Entonces te espero en la  puerta del edificio en donde vivo, a las seis pm ¿está bien?.

─ Si. Perfecto no vemos después. Adiós ─ en ese momento se soltó y salió corriendo.

¡Esto es genial!. Ya tengo con quien pasar la noche o por lo menos ver una película.

Al llegar a casa comienzo a ordenar todo el departamento y dejarlo listo para cuando llegue Liam con su novio. Al terminar de hacer todo me acuesto en el sofá con vista al techo. Estoy cansado y mientras cerraba los ojos recuerdo que debo de buscar la tarjeta que me prestó Liam.

Al entrar a la habitación de Liam veo que hay una enorme ventana y justo a lado hay una cama y del otro lado de la habitación está un escritorio. Al abrir el primer cajón encuentro papeles, un reloj, bolígrafos y una caja de condones.

Me sorprendí mucho al ver algo tan personal como eso y los deje caer.

Al parecer la caja aun está sellada « La habrá comprado para estrenarla hoy » pensé mientras lo devolvía a su lugar, al seguir con el siguiente cajón encontré una billetera al abrirla encuentro dinero, identificaciones y la tarjeta que estaba buscando. Espero que Liam no me mate por estar husmeando en su escritorio.

Al regresar a mi habitación dejé la tarjeta dentro de los pantalones que utilizaré después. Enciendo el televisor para saber qué hora es, y veo que son las cuatro, lo vuelvo a apagar y me dirijo al baño para ducharme. Me daré prisa por qué no quiero que Allison me espere demasiado, sobre todo no quiero que Liam vea que aun sigo aqui.

La maldición de la familia  ArmstrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora