Café y Chocolate

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Despúes de que la rueda de la fortuna, terminara de girar. Las dos parejas se reunierón, entre felicitaciones y muchos bonitos deseos; Nam y JiMin se despidierón, dejando a la pareja y su cachorro que no tenía intención de despertar.- Amor, vamos es hora de llevarlos a casa.- dijo el alfa, obteniendo como respuesta un lindo sonrojo, sonriendo en grande.- No sabes cuanto deseaba llegara el momento para llamarte así, por que eso eres mi más grande y sincero Amor.- confesó, haciendo que el omega casí explote de tantas emociones que se instalarón en su corazón por aquellas palabras.

- Y tú lo eres para mi. Tambien eres mi gran amor, mi alma gemela.- le sonrío al alfa, quien lo miraba con ojitos de un tonto enamorado, pues si lo era.

El alfa besó la frente del omega.- Gracias por perdornarme y dejarme estar a tu lado. Y lo más importante; Gracias por darme un hermoso hijo, al igual que tu SooBinnie lo es todo para mi.- apretujó más al cachorro durmiente en sus brazos.

- Para mi igual, mi pequeño es... lo es todo; y el a tí te ama demasiado.- afianzó el agarre de sus manos.- Gracias por este día TaeTae.

Una vez llegarón al estacionamiento y úbicaron correctamente al cachorrito en su sillita, los tres se dirigierón al hogar del omega.

- Tae, ¿ te gustaría quedarte a dormir en casa hoy?.- preguntó un tanto cohibido el omega. Por otra parte el alfa estaba demasiado sorprendido, pues si bien en ocaciones había estado dentro de la casa de su omega e hijo, jamás se había quedado más de un par de horas y mucho menos a dormir.

- Claro bebé, me quedare con ustedes hoy y siempre.- mencionó con una sonrisa plasmada en su rostro, la cual borró al instante al darse cuenta de lo que había dicho, sonrojandose al instante.- Yo, bueno.. solo si tú quieres.

El omega soltó una pequeña carcajada.- Claro que quiero, me encantaría eso, alfa bobo.- bajó primero del vehículo dejando al alfa un poco anonadado por aquello, luego de unos segundos bajo y se dirigío hasta su cachorro cargandolo con cuidado.

El omega los esperaba ya dentro de la casa.- ¿Puedes cambiarlo por mi? Te aseguro que no despertara.- pregunto el omega.- Quiero ir a darme una ducha ¡porfavor!.- mencionó lo último con voz melosa.

Tae simplemente sonrió y asintío. Hizó lo que su omega le pidió, cambiandolo y luego acostando en su cuna a su cachorro, cobijandolo muy bien, le dejó un beso en la frente y luego salió. Al salor al pasillo se encontró con su precioso omega con el cabello humedo y puesto una pijama  verde de tela casi transparente, el alfa lamío sus labios ante aquella vista.- Te ves demasiado sexy.- mencionó, el omega se sonrojo hasta las orejas.- Lo siento, pero es la verdad. Y mas si te sonrojas; haces la mezcla perfecta entre sensualidad, ternura, hermusora y puedo seguir con tus preciosas cualidades , mi Amor.-  se sincero.

-Y-yo... gracias. Yo solo venía a darte una toalla limpia y ropa para que puedas bañarte y ponerte comodo.- mencionó mirandole con aquellos ojos tan brillosos y carita tan inocente que el solo verlo parecia un pecado.- No, me mires así; ten esperó te quede.- entregó la ropa y la toalla al alfa que se encontraba deborandolo con la mirada.

- Gracias mi amor.- besó la frente del omega y se dirigío al lugar donde señalaba el omega.

- Tae, a lo que termines bajas. Estare en la cocina.- el alfa asintió mientras que el se dirigío a la planta baja con el corazón latiendole a mil por hora.- Tranquilo Nochu.- se decía así mismo, pues las palabras que soltaba el alfa hacían que quiere restregarse en el cuerpo de su alfa.- Santa luna, quitame estos pensamientos, estoy muy chiquito.- se repetía.

Mientras tanto el alfa se encontraba dandose un baño con agua fría.- Tae, no puedes tener una erección, al menos no ahora.- se decía.- Lobo estúpido controla tus hormonas, debemos hacer bien las cosas con Kook, no quedemos como unos libidinosos.- pensaba.- Necesito hielo.

Luego de medía hora el alfa se dirigió a la cocina; donde el omega se encontraba preparando un café.- ¿ No es muy tarde para un café, mi vida?.- cuestionó.

- No, a mi me ayuda a relajarme y a dormir muy bien. ¿Quieres beber algo?

- Si, de casualidad tienes chocolate. Se me antojó tomar chocolate caliente.- dijo mientras miraba el perfil del omega.

-Claro, ya te lo preparo..... amor.- mencionó lo ultimo casi en un susurro.

- ¡Oh Diosa luna!. Es la primera vez que me llamas así.- expresó de manera autenticamente felíz.- Me dará un ataque de amor y una sobredosis de ternura.- mencionaba al ver que el omega estaba sonrojado jugando con sus piesitos. Se acerco al omega y lo abrazó.- Eres mi todo, sin tí mi vida no tendría sentido.- sinceró ante el omega que devolvío el gesto.

- Eres un buen alfa, el mejor de todos.- decía con voz amortiguada al estar apretado contra el pecho del alfa. Olfatéo discretamemte y sonrío, pues el marcó la ropa que le dío al alfa con su olor, y ahora el tenia su aroma.- Mi ropa te quedó muy bien, es una fortuna que tambien me guste usar ropa gigante.- decía mientras su naríz se arrugaba mientras sonreía.

- A mi me encanta usar tu ropa, huele a ti y eso me hace enamorar más mucho más de ti.- dijo.-  Y tambien exitar.- dijo su lobo, Tae lo regaño y se regaño por eso.- Aunque acabo de desbloquear un nuevo deseo.- el omega ladeó la cabeza con curiosidad.- Necesito verte puesto mi ropa.- dijó con tranquilidad.

- Tae, ya sueltame.- chillo cuando el alfa lo apretó con mucha mas fuerza.- Dejame te preparo tu chocolatito caliente.- Una vez el alfa lo soltó el omega se dío vuelta para poder preparar el chocolate para su alfa, quien lo miraba con una sonrisa boba, no aguantó más y se acerco a abrazar al omega por su espalda, sintío como este dío un pequeño brinquito.-Alfa tonto me asustaste.- mencionó con una sonrísa.

- Pero soy tu alfa bobo.- respondío poniendo su  mandibula en el hombro del omega apoyando su cabeza en la del omega.- Dejame estar así, no quiero separarme de ti.- dejo un pequeño beso en la mejilla de su Koo.

Luego de unos minutos, Kook terminó de preparar la bebida para su alfa.- Ten mi osito.- dijo, dandose la vuelta y entregandole la taza de chocolate al alfa. Mientras que el último mencionado se sonrojó ferozmente por aquel apodo que le dío su omega.

- Gracias amor.- agarró la taza y lo miró.- Me llamaste osito.- cuestionó.

-Si, ¿no te gusta?.- preguntó con un puchero y ojitos brillosos.

-Si amor, si me gusta.- sonrío y bebió de su taza.- Esta delicioso amor. Como tú.- pensó.

Terminarón de tomar sus bebidas y, luego de haber dejado limpio todo lo que usaron el omega habló.

- Gracias por ayudarme a limpiar, amor.- le  dijo con una sonrisa.

-  Es lo menos que puedo hacer mi vida, a demás, me gusta ayudarte.- alzó los hombros restandole importancia.

- Eres un alfa muy tierno para ser alfa.- mencionó con un poco de burla.- Pero así me gustas.- Aún es un poco temprano y Binnie no se despertara hasta mañana, ¿quieres ver una pelicula conmigo?.-le preguntó al alfa.

- Si, mañana es sábado y ninguno de los dos trabaja, así que será un placer mi rey.

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