𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞

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Un amor verdadero.

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Lavaba mis manos en aquel lavado, sacando la seca sangre de mi nariz. Sentía una leve molestia, aquella patada que me habían proporcionado para dejarme inconsciente. Deje mis manos en los extremos de aquella pieza, suspirando gruesamente. Me quite aquella verdosa chaqueta, la cual era parte de mi uniforme. Esta habitación era pequeña, no había mucha oxigenación, por la solitaria y pequeña ventana que había allí, dándonos un poco de iluminación. Remoje un poco mi chaqueta, para así arrodillarme en el suelo, quedando frente a Armin. Sus azulados ojos no me miraban, él estaba desconcertado y quizás avergonzado por lo sucedido. Con cuidado me acerqué, lleve mi chaqueta a su labio el cual estaba cortado, limpiando su sangre seca. Suspiraba, quizás le incomodaba pero no me sacaba de su lado. Él también se quitó su chaqueta, quedándose sentado en la orilla de esa oscura habitación. Me levante de su lado, para así remojar nuevamente la chaqueta, intentando de quitarle la sangre, pero no podría borrarla de por si. Dirigí mi mirada a Armin, vi cómo restregó su rostro con su mano, pareciéndose frustrado. Lo entendía. Más que nadie podía entenderlo, en un momento, nos habían mutilado sentimentalmente. Aún podía recordar cada palabra de sus oraciones tan frías, pero más que todo, como los ojos de Mikasa se desbordaban en lágrimas mientras yacía aturdida. No podía realizar que había sido tan valiente en decir todas esas cosas que según él de corazón sentía que debía decir, pero más que nada podía ver en sus ojos el dolor de decirlas. Aún tenía esperanza, era algo que Eren no podía quitarnos. No importa si teníamos que seguirlo como siempre hicimos, lo haremos hasta el final, porque esa mirada demostró que Eren nos amaba más que nadie, y que pese a todo, le dolió todo lo que nos dijo.

Debía admitirlo, yo también estaba dolida. Jamás había escuchado a Eren hablarnos de esa manera tan despreciable, y es que ni siquiera yo había visto a Eren en este estado, jamás. Creo que el tiempo realmente consumió su alma, fue tanto el dolor y la verdad, que no pudo sobrellevar ambas en sus hombros. Apretaba mis dientes, sentía impotencia, yo tenía créditos de culpabilidad, yo había fragmentado a Eren, fui una de las causas que lo llevo a donde hoy día está, y aunque quiera, no podría detenerlo, así que solo me quedaban dos difíciles opciones, seguirlo o aniquilarlo. Ninguna de las dos me favorecía, o mucho menos favorecía a nadie más, dolía pensar en su ausencia y en este momento tan solo me detuve en eso. No imagino este mundo sin Eren Jeager, le pertenezca mi amor o no, no podría ni un momento pensar un día en la mañana y saber que Eren ya no camina en este mundo. Era fácil cuando estaba lejos, pero sabía que aún estaba por ahí, rondando en su sendero, era reconfortante porque estaba con vida, pero jamás me había detenido a pensar en, ¿qué pasaría si Eren debe morir? Nuevamente restregué mi rostro, queriendo sentir la tibia agua, como si evadiera mis propios pensamientos. No podía evitar pensar en eso. Yo no podría vivir sin saber que Eren, tampoco vive. Así que, si hay una mínima esperanza de que él pueda vivir, será la mejor opción.

-Armin, ¿estás bien?-le pregunté, mirando como continuaba sentado en el suelo, tocando su costado.-Armin.-le llame ante ver como no respondió, parecía avergonzado.

-Si.-respondió, de manera orgullosa, cabizbajo.-¿Tú lo estás?-me preguntó, mientras que miraba la pequeña ventana que transmitía un poco de oxígeno e iluminación.

-Si... -musité en un susurro, quedándome sentada en el otro extremo de este pequeño cuarto, parecía más bien una zona de aislamiento, pues había una camilla y un lavado, junto a un sanitario.-Eso creo.-dije en un suspiro, pero sabía que no estaba bien, y estaba preocupada.

-Maldita sea. Nos dejó sin opciones.-exclamó Armin, mirando a la ventana.-Esto era lo que quería, desarmarnos, sabía que no nos daríamos por vencidos, pero al final, Eren más que nadie conoce nuestro lado más débil.-decía, sumamente seguro.-Dios, solo espero que no esté hiriendo más a Mikasa de camino a ShingaShina.-añadía, esperanzado.

𝐏𝐀𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋──  𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora