Capítulo 19:Una carrera a tu corazón (parte 1)

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Mientras caminaban a su siguiente clase Korina le terminó de contar a Eliza, la situación en la que se encontraba con Alice.

—Pero, tú le ayudas y encima se comporta como una idiota —refunfuñó Eliza—. ¡Qué mosquita muerta!, y tanto que aparenta ser amable y perfecta. ¡Ahora entendiendo todo!

—¿Qué entendiste?

—Porque Elliot está tan interesado en ella... Sabes, son como bichos de la misma especie, se necesitan el uno al otro para poder reproducirse.

—Ja, ja, ja.

Korina rompió en risas incontenibles, todos los alumnos que caminaban hacia sus respectivas clases empezaron a observarla e incluso hubo algunos que hasta hicieron un intento de gravarla, pero Eliza se encargó de ahuyentarlos, fulminándolos con la mirada y en cuanto a Korina que se estaba desternillando de risa, Eliza tuvo que darle un manotazo para que se controlara.

—¡Ouch! ¡Oye, eso duele!

—Estás riendo como loca, ¿qué querías que hiciera?

—No sé, algo menos violento —refutó Korina.

Eliza la ignoró e ingresó al salón de clases con Korina casi pisando sus talones.

*****

Leónidas desde su regreso a Ashdale, se había pasado la mayor parte de su tiempo organizando su habitación, o mejor dicho, inspeccionando que cada cosa estuviese de la manera en que él lo había dejado desde la última vez que estuvo en casa.

Cosas como la alineación de la cama, en un ángulo paralelo a la ventana, eran esenciales para que él pudiese habitar el espacio con total calma.

Toc. Toc. Toc.

Un sonido en la puerta perturbó la calma en la habitación de Leónidas, y este observó de muy mala manera el ruido que lo interrumpió mientras aún no había revisado completamente las cosas en su vestidor, sobre todo, después de que encontró una camiseta en el área de las camisas de vestir...

Leónidas decidió ignorar el ruido, pero lamentablemente para él, la persona al otro lado de la puerta insistió nuevamente.

Toc. Toc. Toc.

Sin otra opción y algo frustrado por la interrupción, Leónidas abrió la puerta con la idea de despachar a quien sea lo que estuviese interrumpiendo, cuando él estaba en medio de una actividad tan importante.

—Hola, hermanito.

Lo saludó Marcus, que por la expresión que tenía Leónidas, pudo adivinar con gran facilidad que no era bienvenido en ese momento.

—Marcus, ¿necesitas algo? —preguntó Leónidas por mera cortesía y con la intención de deshacerse del intruso no bienvenido.

—Sí, se me ofrece algo, ¿estás ocupado? —preguntó Marcus ingresando a la habitación, sin darle tiempo a Leónidas de responder.

Con el intruso ya dentro de la habitación, Leónidas ya no tuvo más opción que atender a su hermano, claro, no sin dejar una nota mental de terminar la organización del closet y del resto de la habitación a penas se encargase de despachar a Marcus.

—Muy bien ahí va... Derek y yo hablamos, y creemos que él más opcionado para encabezar el equipo de desarrollo para "AlphaGeo1", eres tú.

Leónidas parpadeo repetidamente por la sorpresa.

Él sabía que el proyecto "AlphaGeo1", era prometedor, pero apenas y se estaban dando los primeros pasos para que fuese una tecnología con múltiples aplicativos. "AlphaGeo1" era un escáner de alta potencia, pensado para unirse a la tecnología náutica actual, para rastrear y solucionar problemas de contrabando. Lo interesante de esta tecnología, era que no solo te permite echar un breve vistazo, como usualmente lo haría un radar en el mar o como un escáner en un aeropuerto; sino que gracias a la fusión de distintas tecnologías, te permitiría y con gran precisión saber que producto era transportado en conteiner, era tan exacto que hasta podía arrojar la composición química del producto que estuviese adentro. Haciendo prácticamente imposible ocultar productos prohibidos dentro de los productos exportados e importados legales.

Soy la villana de este cuento...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora