Capítulo 7: Un amigo diferente

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Autor: AbbySaicam

Edición: Tinesy

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Un olor cítrico y algo dulce llenaba la habitación, el vapor que flotaba libremente y no permitía que la figura que descansaba en la bañera fuera por completo, clara.

Korina jugaba con unas pequeñas flores naranjas que flotaban en el agua, desprendían un agradable olor cítrico, olor muy parecido a pomelo. Pequeños chorros de agua golpeaban diferentes puntos de su espalda y las burbujas que flotaban en la superficie, de vez en cuando atrapaban los pequeños pétalos de las flores. Era una escena de revista, pensó Korina.

"Uff, creo que me he enamorado de los baños de tina, son tan relajantes... Definitivamente, los ricos saben cómo vivir bien".

Aunque Korina en su vida pasada logró tener una posición económica bastante estable y holgada, lujos como un jacuzzi a su disposición permanente, aún estaban un poco lejos, más aún cuando todavía se estaba pagando un departamento de más de 25 mil dólares el metro cuadrado. Vivir en la gran ciudad nunca fue fácil y mucho menos barato.

Del otro lado de la puerta se escuchó un ruido.

—Señorita.

Korina miró hacia la puerta y respondió perezosamente.

—Dime Rosa.

—Por favor, recuerde que no debe quedarse más de media hora en la tina, si el agua se enfría y sigue usted adentro, se podría resfriar y por favor no importa lo cansada que se encuentre no se duerma en la tina. ¡Es muy peligroso!

—Descuida, Rosa, saldré en poco tiempo y prometo, que no me quedaré dormida —respondió Korina con una sonrisa. Que la gente de la mansión Lacroze se preocupara por ella llenaba su corazón de un cálido sentimiento.

—Está bien señorita, me retiro. Vendré a buscarla cuando esté lista la cena.

—Gracias Rosa.

Korina siguió disfrutando de su baño, mientras los pasos de Rosa alejándose se escuchaban cada vez menos.

Aunque con el relajante baño Korina quería olvidar todas sus preocupaciones, había un pensamiento que no la podía dejar del todo tranquila. Le prometió a Eliza que esa noche hablaría con Leónidas.

Korina tenía los recuerdos de este mundo y de las personas a su alrededor, además gracias a que leyó la novela "My first sweet love", conocía como sería el desarrollo de cada uno.

Pero Leónidas era un punto aparte, podía recordar las llamadas que se repetían dos veces por semana, infaltablemente, podía recordar un poco del breve contenido, un saludo monótono, repetitivo. Hablarían de sus actividades de la semana y Korina le contaría sobre sus supuestos avances es su "inexistente" relación con Elliot.

Leónidas hablaría sobre sus clases, principalmente de algún punto importante en su última investigación. Ambos hablarían de temas completamente paralelos, sin buscar una respuesta en el otro o una opinión en sí.

Eran realmente extraños.

Korina no tenía confianza en ella misma para lograr comunicarse con Leónidas, después de todo, por mucho que tuviera los recuerdos de la Korina de este mundo y conociera la trama de la novela, ella no era esa Korina.

Dejando de lado que Leónidas era prácticamente un genio, bueno, con uno que otro problema para comprender emociones, eso era lo que realmente la asustaba. Sabía que él había estudiado el comportamiento humano de manera clínica y era un experto en el análisis del lenguaje corporal y que la jodieran, pero eso también incluía los tonos de voz y la determinación de un perfil.

Soy la villana de este cuento...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora