𝓯𝓸𝓻 𝓮𝓿𝓮𝓻𝔂𝓸𝓷𝓮.

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Su expedición había tomado un rumbo distinto.

Había ido siempre por la izquierda y siempre se perdía, o terminaba dando vueltas sin llegar a ningún lado. Hoy sin embargo, el tiempo es corto y decide ir por la derecha.

El hilo amarillo fosforescente que ha estado usando para guiarse se pierde entre las sombras. Apenas y es capaz de verlo. Sin embargo, no es por sus capacidades sobrehumanas el porque no puede.

Es por el miedo.

A él también le aterra bajar allí, a pesar de que no hay cocodrilos o algo así en esas aguas. Tan solo oscuridad y soledad, y es eso lo que lo perturba. Ni las ratas pasan por aquí.

Hoy tiene el tiempo contado, porque ha quedado con sus amigos para tener una pequeña reunión y recordar los buenos momentos ... Antes de que el gobierno de esa ciudad, y de todas las demás, deje caer miles de bombas sobre su hogar.

Sobre el chico de negros ojos y cuerpo naranja. Y eso no podía permitirlo, no.

A medida que avanza sobre el cemento, a su cabeza llegan posibles imágenes de lo que le espera esta tarde. A sus amigos reunidos en la casa de la gótica y bebiendo soda, conversando en voz baja sobre lo mucho que se quieren entre todos, porque no es posible que lo hagan en voz alta. Están demasiado asustados como para hacerlo.

Él incluido.

Se pregunta a si mismo si su soberano se presentara en la fiesta, lo cual no es muy probable pero si posible. Si su ex y su nueva novia logran escabullirse hasta el castillo y sacarlo, quizá pueda pasar algo de tiempo de calidad con él. Ahora que excursiona cada día, no tiene tiempo para hacerlo. De hecho, no tiene tiempo para hablar con nadie, está demasiado ocupado.

Cuando encuentre el camino a la libertad y estén todos a salvo podrá convivir en paz. No tendrá que estar ocultando sus planes por su bien. Esperaba ese momento, lo ansiaba.

Se quedó quieto debajo en algún punto del camino, levanta la vista, hacia el sucio cielo raso de las alcantarillas.

No sabe muy bien porque, solo lo siente.

Escucha un Tap Tap solitario que proviene del otro lado. Ladea la cabeza un momento y se estira hacia allí. Golpea suavemente, dos veces.

¨Tap Tap para ti también, amigo¨.

Sonríe un poco, es entretenido escuchar las conversaciones y sonidos que producen los humanos allí en la superficie. Ayer, por ejemplo, escucho la aireada discusión de una mujer y su marido sobre una tal Girlfriend. De todos modos, no pudo conocer los pormenores porque tenía que seguir avanzando.

Así es su rutina. Avanzar y avanzar hasta dar con la salida a la ciudad consiguiente. No perder el tiempo, cada minuto es valioso e importante.

Deja atrás a quien sea que lo haya saludado sin querer. Avanza hasta otra cuneta, una a la que le da el sol. Su rostro es acariciado por sus rayos, y observa el mundo humano una vez más.

Entonces, su móvil vibra.

Se asusta por un momento he intenta cogerlo rápidamente. Las garras se lo impiden un poco y dificultan su tarea, pero lo logra luego de un par de intentos. Contesta.

Es él.

Su corazón da un vuelco y sus mejillas se sonrojan ¿Qué le ha picado para ser él quien lo llame? No lo sabe, pero lo disfruta.

Su voz al otro lado.

¨Hola, Pico¨.

No contesta, es raro.

¨¿Estás ahí?¨

Si, aquí estoy. Debajo de ellos.

¨Oh, creo que estas ocupado ¿No? Lo siento querido, solo quería preguntarte si puedes pasar por mí para ir a la fiesta de Blue, por favor ¡Sabes que me atraparan si voy solo!¨.

Suelta una risita que solo logra enamorarlo más.

¨Eh, eso es todo querido. Entiendo si no quieres, oh ¡Debo irme! Adiós Pico, cuídate¨.

Y corta.

Da media vuelta y corre a toda velocidad por donde ha venido. No es tiempo de buscar una salida, no cuando su majestad lo ha pedido a él, y precisamente a él, como transporte.

La libertad puede esperar una tarde 

𝙖𝙡𝙘𝙖𝙣𝙩𝙖𝙧𝙞𝙡𝙡𝙖𝙙𝙤 (𝙋𝙞𝙘𝙤𝙋𝙖𝙞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora