𝙆𝙤𝙢𝙤𝙧𝙚𝙗𝙞 (𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤)

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Café de un extraño

見知らぬ人からのコーヒー

Durante la tarde de marzo, cuando los arboles de cerezo comenzaban a floreaban y los helados vientos de febrero se habían casi esfumado es su totalidad, quedaba la calma tras la cantidad de nieve que ese año cayó sobre Tokio había recibido la noticia de haber conseguido un empleo, una empresa de diseño y mercadotecnia a unas estaciones de metro de donde ahora se encontraba mi departamento. consiguiendo incluso que la empresa me proporcionara un automóvil para moverme por la cuidad y regresar a casa cuando mi turno de las 10 de la noche acabara. Me había graduado de la universidad hacía dos años y conseguido el titulo de mi carrera hacía ya unos meses atrás. El trabajo, la paga y el ambiente eran buenos, más de lo que me esperaba para alguien recién titulado y con una experiencia mínima de año y poco en una tienda de ventas pequeña al norte. 

El barrio donde el gran edificio de mi ahora nuevo trabajo se encontraba, parecía completamente distinto a lo que ya conocía del centro de la ciudad. Algunas casas por aquí y allá, edificios con más departamentos, algunas cafeterías y tiendas de autoservicio. A escasas calles de ahí, había una escuela, por lo que el transito era recurrente en esa zona. Nada que Katsushika no tuviera.

La primera semana de trabajo, además de acoplarme al rápido ritmo de la ciudad, llevar café a mi compañero de área y comer parquecitos de un sitio de café a unos edificios del trabajo, un pequeño lugar adyacente a una casa residencial, donde la vitrina del frente mostraba los minuciosos panes delicadamente hechos. Era viernes por la mañana por lo que apenas algunos clientes llegaban y otros se iban.

—Buenos días, dos mocha capuchino, uno de ellos con leche de almendras y canela por favor —dije y detrás de mi se formó una persona más.

—¿Lo mismo de siempre, profesor Rengoku? —habló la cajera.

—Lo mismo de siempre, Dami-chan.

Giré a mirar a quien estaba detrás de mí. Su sola presencia brillaba por si misma, más alto que yo al menos por 10 centímetros con un cabello amarillo y rojizo en las puntas que le daban una apariencia amigable. Nuestros ojos se unieron delicadamente, parecían un sol dibujado por un pequeño con ese amarillo y rojo brillante. Sonrió amablemente, colocándose al lado mío para tomar los dos vasos de café que ahora permanecían estáticos en la barra. Dejó unos cuantos yenes en la mesa y se despidió yendo hacía el lado contrario de donde yo había venido. 

—Serían  440 yenes, señorita.

—Oh sí, claro —dije dejando el dinero en la mesa.

—Oye Kato-san —habló Hiroshi, mi compañero— ¿Estás segura que compraste Mocha? Esto parece más bien café con dos cucharadas de azúcar y leche semidescremada. 

Caminé a donde él estaba para ver el contenido de su termo. Agité un poco el contenido de este para que el vapor que saliera ayudara a poder oler su contenido.

—¿Cómo es que sabes el contenido de azúcar y el tipo de leche? —su mano me quitó el vaso y giró este para mostrarme las características escritas en este, "2 azúcar" "leche semi" "caliente" — Oh, ya veo. Dámelo, iré a decirle a la cajera que me atendió. 

Con ambos cafés en la mano salí de la oficina por segunda vez en el día, mi celular sonó delicadamente, era Hiroshi, por lo que contesté— Kato-saan~ ¿Puedes traerme uno de esos panes con mermelada del mostrador también? Gracias.

Apenas colgó mi cuerpo fue empujado por el de otra persona, cayendo sobre mi uno de los contenidos de los vasos. Mi suéter azul se pintó de un azul muy oscuro y el ardiente café me hizo soltar el segundo vaso para separar la tela de mi piel y evitar que esta se quemara. El responsable dejó su café en una de las mesas fuera del establecimiento y se quitó el suéter que llevaba, dejando ver una camisa perfectamente blanca, apenas con arrugas que asentaba bien su musculatura. 

—¡Lo lamento tanto! No miré por donde estaba caminado. En serio lo lamento. Toma mi suéter, pagaré tu café, realmente lo...

—¡Tú! ¡Por tú culpa tuve que venir por mi café ¿Quién rayos toma café con leche y dos de azúcar?

—Oh, con que tú le llevaste mi orden de café.

—Oh no —dije quitando de mi cuerpo la prenda mojada—. Tú tomaste mi café, y me dejaste sin mi delicioso mocha con leche de almendras.

—¿Le dices raro a mi compañero por tomar café con leche y tú tomas mocha con leche de almendras? —le escuché reír mientras cruzaba los brazos y me miraba colocarme su suéter—. Bien, te pagaré el café y lo que sea que fueras a comprar.

—Por supuesto que lo harás, sería muy poco cortes de tu parte no hacerlo. Además, me quedaré con el suéter por haber arruinado el mío. 

No negó ni una de las palabras que dije, solo asintió delicadamente y me dedicó una sonrisa amable. Sacó su billetera y de ella su tarjeta entregándomela. 

—Te espero aquí, paga con ella. 

Incrédula tomé aquel plástico mirando ambos lados de la misma con rapidez, por detrás estaba escrito su nombre "Rengoku Kyojuro",  le miré pensando que era una broma y crucé los brazos.

—¿Cuál es el numero de seguridad?

—0510.

—¿Acaso es tu cumpleaños? —asintió—, en ese caso  espero que ese día estés aquí para que pueda darte un regalo. 

Entré al establecimiento a pedir mi café y el pan de mi compañero. Pagué con la tarjeta prestada y digité el código de seguridad esperando que no fuera rechazada, pocos segundos después la pantalla mostró "pago autorizado". 

—Lamento haber sido tan grosera hace rato, tu tarjeta y toma —entregué un segundo pan con mermelada—, no lo pagué con tu tarjeta. Tambien toma tu recibo. Gracias por el café ¿Rengoku?

—No es nada, Kato Hikari.  Tu nombre venía en el recibo del café, supongo que nos veremos más veces por aquí, Kato-san.

—Eso supongo, Rengoku-san. Bien, tengo que irme así que adiós. 

Tomé mi café y caminé en dirección a la oficina.

hola, soy Froggy. Odie lo anterior que había escrito con mi vida, así que opté por hacer una especie de Kimetsu No Yaiba en la actualidad, respetando personajes y así. Idk, creo que me basé más en el formato que de escuela/instituto que en sí el anime tiene jajajaja. Btw, espero le den el apoyo que esta cosa estaba recibiendo y nos vemos en el siguiente capitulo un rato más tarde. Besos :D