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Como había dicho, Rengoku llegó apenas una hora más tarde. Al abrirle la puerta me percaté que traía consigo una bolsa del supermercado con lo suficiente para preparar un ramen casero, así como en su cara una mascarilla para evitar que él se contagiara. Podía jurar que debajo de esta había una amplia sonrisa que hacía cerrar sus ojos ligeramente. Le dejé pasar notando que su ropa dejó de ser formal. Una camiseta blanca y unos pantalones sueltos que me daban la impresión de ser su ropa de andar en casa. Dejó las cosas en la mesa y rodeó mi cuerpo, colocando su cabeza sobre la mía y esperando que respondiera. Le abracé con tanta fuerza que al momento de separarnos podía sentir el cuerpo más frío, tal vez era por la fiebre, o era porque lo necesitaba. 

—Lamento arruinar de la peor manera nuestra cita.

De su bolsillo sacó una segunda mascarilla, la cual sacó de su empaque y me colocó delicadamente, no me había percatado de lo irresponsable que fui al no hacer eso mismo antes de que llegara. 

—Está bien, siempre es una buena oportunidad para tener una cita en casa ¿no es así? Te traje algo de medicinas y vitaminas para que no sientas dolor corporal. Tambien traje cosas para hacer ramen y podemos ver una película. No te preocupes por nada, no lo arruinaste.

Nuevamente me encontraba con los ojos llorosos y esta vez no sabía si era por la preciosa personalidad de él o por mi gripe. Asentí delicadamente y tomé las vitaminas que había traído. Después de ello me ayudó a recoger un poco la habitación considerando que estaba llena de papeles y cajas de pastillas. La platica se hizo tan amena, era como si las palabras salieran por si solas sin ninguna necesidad de buscarlas por algún lado. Tambien se encargó de darle ambiente a nuestro tiempo de limpieza colocando en el televisor una de mis cientos de playlist, parándose a anotar el nombre de cualquier canción que él no tuviera pero le parecía interesante. Eso pasó con al rededor de 15 canciones que sonaron. 

Cuando hubimos terminado de limpiar y al ser tan temprano para comer o ver una película, le jalé amablemente a la cama, sin apagar la música de fondo y recostándonos un rato para descansar, me dolía el cuerpo, era obvio que lo haría después de moverme por toda la casa. Al notar esto Rengoku se acostó primero, colocando mi cuerpo sobre el suyo inmediatamente. Caí sobre su pecho y le miré, ambos aún teníamos las mascarillas puestas por lo que solo acomodé mi cuerpo para dormir, sintiendo como este era nuevamente rodeado por sus brazos y mi espalda ser acariciada delicadamente con la punta de sus dedos. De fondo podíamos escuchar Sit down beside me, haciendo que Rengoku tratara de mirar el artista de esta.

Patrick Watson— dije sabiendo lo que buscaba —. La canción es de Patrick Watson.

—Me parece una canción perfecta para este momento si me lo preguntas, solo espero que después de ella no comience una canción de esa curiosa banda de nombre Ghost— reí ante lo que dijo, teniendo razón de que eso podía suceder, busqué mi celular y dirigí mi mano cerca de su rostro.

—Si empieza una canción diferente toma el celular, entra a al aplicación y cámbiala a una que te guste, las cuentas están enlazadas entonces sirve como un control— suspiré cansamente, sintiéndome cada vez mas cómoda en sus brazos y poco a poco cayendo en un evidente sueño —. La contraseña es 05 10 11 03.

le escuché suspirar, parecía quedarse dormido él también —, parece mi código de seguridad de la tarjeta junto con ¿Tu fecha de cumpleaños?

—Estás en lo correcto Kyojuro-kun, es mi fecha de cumpleaños y el numero de seguridad de tu tarjeta. 

pude sentir como mi cuerpo caía lentamente en un intenso sueño, la mano de Rengoku acariciaba mi pelo y así, acostados en la misma cama, ambos nos quedamos dormidos. 



Los violentos sonidos de las campanas en el balcón provocados por el viento me despertaron poco antes que a Rengoku, quien aún dormía plácidamente. A juzgar por el clima, parecía ser cerca de las tres de la tarde o tal vez las cuatro. Traté de moverme apenas nada para alcanzar mi celular. Habíamos olvidado apagar el televisor, por lo que de fondo y como se había predicho sonaba de fondo Crucified. Miré la hora sin darle mucha importancia a la canción "3:56" decía el reloj. Estiré mi cuerpo con miedo de que este me doliera más, pero en su defecto, me sentía con más energía que en la mañana.

Unos 15 minutos después de divagar por Twitter y en variadas ocasiones saltar a Instagram, los movimientos del cuerpo de Rengoku me hicieron despegar mi vista del celular. No tocó su cara, si no que más bien abrió uno de sus ojos y después el otro. Al darse cuenta que el peso sobre él se trataba de mí sonrió debajo de la mascarilla que aún teníamos puesta, abrazando mi cuerpo nuevamente y escuchando la canción que ahora sonaba.

—Por favor dime que despertaste cuando estaba sonando una canción de Ghost— acaricio mi cabello.

—Desperté cuando estaba sonando una canción de Ghost.

Pude escucharle reír antes de que me levantara y pudiera estirar su cuerpo. No teníamos hambre en lo absoluto, pero la preparación del ramen tomaría al menos unos 45 minutos al no tener nada hecho aún, por lo que después de tomar mi segunda tanda de vitaminas del día comenzamos a prepararlo. 

Por primera vez en el día dejamos descansar al televisor, utilizando el celular de Rengoku para ver un video y preparar nuestra pasta de una manera diferente a la que ambos acostumbrábamos.

La preparación de esta fue un desastre, mi playera quedó llena de polvo de camarón y sobre él había caído al menos en dos ocasiones las especias secas porque siempre las dejaba en la orilla de la barra. Terminamos de preparar todo al rededor de las cinco de la tarde. Cuando el resultado no solo fue exitoso si no delicioso, nos tiramos en el sillón. Sentía los ojos cansados nuevamente. Escuché el ruido de una foto ser tomada y miré a quien se encontraba a mi lado, sujeté con cariño su mano y recargué mi cuerpo contra el suyo. 

—Tomaste una foto ¿no es así? Déjame verla. 

tecleó unas cuantas veces más en su celular y se dirigió a la galería, dejó el celular en mis manos y comencé a mirar de poco en poco. Habían al menos cuatro fotos nuestras en la galería y eran las ultimas. Salí de la foto y miré la carpeta "favoritos" y estas estaban marcadas con un corazón en una de las esquinas. Miré en su dirección y me devolvió la mirada, estaba tranquilo. 

—Tengo que admitir que mi favorita es esa foto borrosa del restaurante de Sushi— besó mi cabello ignorando que usaba la mascarilla aún.

—Me siento como la favorita de Dios— confundido esperó mi respuesta —, un hombre guapo de 25 años que maneja un Mercedes Benz, que es soltero y tiene una tarjeta que podría pagarme una segunda carrera vino a mi casa a prepararme ramen y tiene fotos nuestras en su carpeta de favoritos. 

—Hikari-chan, ¿Qué clase de comparación es esa?— su risa me hizo sentir la cara roja y que todas las palabras que mencioné eran una simple tontería —, estarás feliz de hacerme sentirme así. Desde que te vi tampoco sales de mi cabeza. Veamos algo antes de tener el impulso de besarte, no quiero llegar al trabajo enfermo, mis alumnos me matarían.

—Bien ¿Sugerencias? 

—Te presentaré mi franquicia favorita de la vida, espero que te guste Star Wars.

—Estás de suerte, si es que eres Sith, si no, fuera de mi hogar.

Comenzó a reír tan fuerte contagiándome su risa —Tomaré mi ramen y me iré Hikari-chan, porque soy Jedi. 

Por primera vez sentía este pequeño departamento un hogar a su lado. 




Un capitulo nuevo porque la neta no tuve clases xd.

Qué onda ¿ya quieren algo jot? xd

Froggy.

𝙆𝙤𝙢𝙤𝙧𝙚𝙗𝙞 (𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora