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Mientras miraba delicadamente por la ventana a los cientos de niños pasar de camino a la escuela, la oficina se encontraba en un silencio total. El día de hoy se había hecho la entrega de un proyecto muy importante, por lo que los jefes se encontraban en una junta con los socios más importantes. El área de trabajo de Hiroshi-san y mía se encontraba apenas en el segundo piso tan solo salir del ascensor. El tranquilo día anunciaba que si la junta resultaba un éxito podríamos salir de nuestro turno cotidiano dos horas antes. Esperando por la siguiente tanda de trabajo y mientras el silencio en el edificio desaparecía tomé mi celular mirando rápidamente Twitter en él. Noticias recientes, información sobre mi área de estudio, algunos dibujos de cantantes del momento que eran re-twitteados. Mi desplazamiento se vio interrumpido por un anuncio, era al parecer publicidad de la escuela de la zona donde me encontraba trabajando, pues los uniformes de esta eran muy similares a los de la foto.

"la escuela secundaria de la zona, alegremente anuncia su regreso a clases. Felices de mencionar también la reparación del salón de artes y una nueva área de trabajo en la biblioteca, así como un nuevo club de actividades extraescolares"

Miré curiosa las fotos anexas a la nota, siendo la tercera la que más llamó mi atención. El tonto que había derramado su café en mi era profesor de la escuela de la zona. Nuevamente entre los pocos comentarios del Tweet encontré el comentario de otro de los profesores, entrando en este para ver su perfil. Tenía el cabello blanco y en la foto que tenía usaba una sudadera blanca y una bandana rara en la cabeza con pedrería. Fotos más abajo estaba una foto con Rengoku-san. Entré desprevenida a mirar un poco entre las fotos y los Tweets y aquellas cosas que daba like. Concentrada en mi búsqueda sin alguna interrupción. 

—¿Acaso es el idiota que te derramó café?— habló Hiroshi causando un gran susto en mí y provocándole una risa tranquila—, discúlpame, no quería asustarte. Jamás me contaste de él. 

—Es porque él es un completo idiota.

—Un idiota muy atractivo, según parece— arrebató el celular de mi mano y miró las fotos— ¿Has pensado volver a hablarle?

—No Hiroshi-san, no lo he pensando. 

—Pero el no concerté no lo detuvo a prestarte su tarjeta— atrajo su silla cerca de la mía para seguir investigando el perfil más detenidamente —. Si yo fuera un idiota, definitivamente le prestaría mi tarjeta a una completa extraña a quien le tiré café y por su fuera poco le regalaría mi suéter de una marca costosa. 

Sus palabras tenían razón, todas y cada una de ellas. Yo era una completa extraña para él y aún así me había dado su tarjeta sin el miedo de que fuera a utilizar sus datos para comprar algo de mayor valor. Comencé a pensar en cientos de escenarios posibles, pero la voz de mi compañero desvió mi vista.

—Deberías salir con él— me miró —. Dime desde cuando no sales con alguien ¿La secundaria?

—Claro que salgo con gente... Desde... La carrera...

—Mientes— lo miré teclear varias cosas en mi celular y devolvérmelo —. Te verá hoy a las 6 después de salir del trabajo.

—Pero nuestro turno de los viernes termina a las 10.

—A todos los trabajadores de las oficinas del tercer y segundo piso— el altavoz hablaba mientras Hiroshi lo señalaba orgulloso —. Los turnos de hoy terminarán a las 5:30 de la tarde debido a que se aprobó el proyecto. Buen descanso. 

𝙆𝙤𝙢𝙤𝙧𝙚𝙗𝙞 (𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora