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—¡Hasta mañana, Hiroshi-san!

—Kato-chan... Mañana es sábado —habló Hiroshi desde su escritorio, limpiando su área de trabajo para así poder irse a casa.

—¿Ma-mañana es sábado? ¿Qué dices, mañana es viernes? Kyojuro me llamo hoy para decirme que su auto estará listo el sábado —miré el celular "viernes 7 de mayo", anunciaba la pantalla—, ¿Cómo puede ser eso posible?

Hiroshi se burló de mí de todas las maneras posibles, argumentando que el amor me tenía perdida, un arma de doble filo para ambos.

—¡Hey tonto! Tú también te ves muy perdido con Shuji, que por cierto está esperándote afuera. 

La cara del contrario se tornó en un intenso rojo y nos ahogamos en risas. AL salir de la oficina y aún con la cara llena de risas por las burlas a nuestras personas, como ya habíamos notado, fuera esperaba la ahora pareja de Hiroshi, Riuko Shuji, a quien conocía desde la universidad y por fin había tomado la iniciativa de salir él. 

 Al ver a mi compañero subir al rojo auto de su pareja, les despedí con la mano y subí a aquel auto que la compañía ahora hacía el favor de prestarme. Manejé con cuidado hasta la escuela donde Kyojuro trabajaba estacionando frente a ella y mandando mensaje al mencionado

[07:46]

Estoy fuera, vendrás ya o tienes aún trabajo que entregar.

[Kyojuro]

Hola Kari preciosa, iré en seguida, te tengo una sorpresa.


Eso fue lo ultimo que pude leer antes de ver el amarillo cabello de aquel chico hacía mi corazón sentirse querido.

En sus manos había una pequeña caja color rojiza, tocó el cristal del coche y cuando bajé este se lanzó a darme un beso.

—Feliz cumpleaños. 

—Kyo, hoy no es mi cumpleaños —una risa salió de mi rostro—, en realidad en tres días es el tuyo.  

—Eso no importa, ábrelo cuando estemos en casa ¿si? 


Al subir al auto, tomó mi celular y como era de costumbre colocó la playlist que ahora compartíamos, pues ambos agregábamos canciones en ella. 


La ciudad se veía cada vez más llena de vida, tal vez era el momento o la cálida presencia del contrario lo que hacía que los edificios de Japón se vieran más deslumbrantes, también, que el aire que entraba por la ventana fuera más cálido que frío, la primavera estaba a al menos un mes de terminar, era complemente normal que el clima se sintiera caluroso. 

Al llegar a su departamento, esperamos que la canción sonando acabando."Level Of concern" se estaba convirtiendo rápidamente en la canción de momento de Kyojuro, pues la escuchaba al menos una vez al de camino a casa o al trabajo. 


La tranquilidad del estacionamiento, así como la comodidad de nuestro ambiente al rededor me causaba sin duda una de las experiencias más gratas del día. El amarillo y rojo cabello de Kyojuro, resaltaba ante las tenues luces que apenas el elevador dejaba ver, puesto que alguien ahora mismo subía por este. 

—Kyo —hablé temiendo romper el cómodo silencio, recibiendo a un tranquilo Kyojuro, quien giraba en mi dirección para así poder prestar atención a mis palabras—. En julio... la primera semana de julio saldré de viaje. No he ido a mi pueblo natal desde que fui aceptada en la universidad y pensaba que ahora que puedo juntar mis días de descanso y esas cosas, podría ir todo un mes. ¿Querrías acompañarme? Aunque realmente Miyagi es tres veces más aburrido de lo que lo puede ser Tokio. 

No recibí ni una sola respuesta, no hasta que la sonrisa de este era conducida a mí con clara amabilidad. 

—Eso sería genial, mañana mismo organizo mis vacaciones y nos iremos justo en la fecha que mencionas ¿Ya compraste los boletos?

—Pensaba irme en tren, ahora que lo mencionas...

—Entonces dos boletos en avión a Sendai para la primera semana de julio —le escuché decir tecleando unas cosas en su celular, cuando por la luz de la pantalla de reflejaba una verde luz—. ¿Te parece bien si viajamos a las 10 de la mañana? Así podemos disfrutar todo ese día desde que lleguemos. 

Pensaba que todo lo que estaba diciendo era una mentira, pero de un momento a otro tenía su celular a la altura de mi rostro con los datos de ambos vuelos. No sabía ni que decir. Se celular fue guardado nuevamente en su bolsillo y fui llevada de la mano al elevador para así llegar a aquel lujoso departamento que ahora hacía llamar mi casa también.


No dije nada, esta tan confusa por lo que acababa de suceder ¿Cuánto cuesta un boleto de avión a Sendai? No mucho eso es obvio, tal vez lo estaba sobre pensando demasiado. Nuestro destino no era la ciudad de Sendai aún así, era Onawaga, mi ciudad natal, donde había vivido la mayoría de mi vida ¡NUESTRO DESTINO NO ERA SENDAI!

—¡Kyo! ¡De Sendai es un viaje de una hora y media a mi casa!

Me miró, dejando aquella cajita de regalo sobre el comedor, me dedicó una sonrisa y solo se sentó en el comedor bebiendo un vaso de agua.

—Rentaremos un auto, no veo inconveniente, además, estamos acostumbrados a compartir auto, así que ahora ven aquí —palmeo sus piernas, separando su silla del comedor para que pudiera sentarme, siguiendo su orden—, es momento de que abras este regalo que ha esperado por ti desde la mañana.

Me pasó la pequeña cajita, dejándome ver su contenido. Era una pulsera de color negro con dos dijes en ella, levantando su mano y mostrándome que él tenía una muy similar, uniendo ambas pulseras por un imán. 

Me coloqué la pulsera con emoción, sintiendo las mejillas arder. Sus manos rodeaban mi cintura con fuerza, podía sentir como este era atraído a su fornido cuerpo con desesperación. Llevó sus labios a mi cuello, dando algunos besos desesperados haciendo que mi respiración se agitara.

—Nos divertiremos mucho el día de hoy —dijo antes de cargar mi cuerpo habitación adentro entre las risas de ambos.




Lo siento, había olvidado que tenía cualquier contacto con internet y eso incluye a Wattpad. 

Les dejo este capitulo que ya tenía escrito pero había algo en el que no me convencía, btw ¿Ya cenaron? Les tkm.



𝙆𝙤𝙢𝙤𝙧𝙚𝙗𝙞 (𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora