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⚠Advertencia⚠
El siguiente capitulo contiene material sexual que puede incomodar a cierta población de los espectadores, si tú te encuentras entre esa población puedes no leerlo, este no afectará en lo absoluto la lectura del resto de la historia y no es de relevancia para la misma. 

Una vez advertidos, comenzamos. 

Una vez nos detuvimos un poco, Kyojuro sirvió dos copas de vino entregándome una a mi. Di un trago y al instante dejé la copa de lado para disfrutarla de poco en poco. Kyojuro se quitó el saco y lanzó por algún lado de la habitación su corbata. Me recosté sobre la cama y cerré los ojos un momento antes de escucharle hablar. 

—Kari-chan— delicadamente se sentó en la orilla de la cama —. Él día de hoy te veías preciosa. 

Me acerqué a él con dificultad debido a la falda de mi vestido —. Tú también te veías muy bien, he de admitir que ese color se te ve muy bien— acaricié su rostro con delicadeza y este me abrazó, colocándome sobre sus piernas.

 —Podría besarte toda la noche— su cara, apenas iluminada por las luces del balcón me daba una sensación de querer hacer lo mismo.

—¿Qué te detiene hacerlo? Digo, para esa recepcionista eres mi novio— reí por lo bajo.

—Entonces déjame disfrutar a mi novia el día de hoy— tan solo terminar la oración nuevamente comenzó a besar mi cuerpo con desesperación, mordía cerca de mis pechos y seguía besando. 

Lo detuve un momento para acomodar mi cuerpo sobre el suyo de una mejor manera, doblando mis piernas a las orillas de su cuerpo. Sus manos no se detuvieron en explorar mi cuerpo, deteniéndose a sujetar mis pechos cuando se encontraba a esa altura, estábamos en medio de un beso, cuando comenzó a masajear sobre el vestido, provocando un gemido de mi parte a mitad del beso. Sonrío exitoso, buscando cuidadosamente el cierre de la prenda. Nuevamente me encontraba jugando con el cuello de su camisa mientras mis dedos recorrían tranquilamente su cuello, sus manos no se detenían a apretar y pellizcar partes de mi cuerpo por sobre la ropa, generando más calor en mí y en la habitación. 

Cuando hubo explorado lo suficiente tomó la iniciativa de deshacerse del vestido que en mi opinión, ya estorbaba demasiado. La prenda bajó apenas un poco por mis brazos sin dejar descubierto mi pecho, pero eso no detuvo a Kyojuro a seguir besando, sintiéndolo cada vez más necesitado. 

Esta vez me aventuré a desabrochar su camisa, dejando ver su fornido y trabajado cuerpo. No pude no sonrojarme cuando le miré, si antes me parecía atractivo ahora mismo me sentía bajo sus encantos como nunca antes. Terminó de despojar el vestido de mi cuerpo, pidiendo que me levantara y así poder retirarlo por completo, me colocó entre sus piernas y abrazó mi cintura, comenzando a besar mi abdomen.

—Vaya, Hikari— habló roncamente haciéndome perder los estribos —, ¿Qué me hiciste? Me tienes rogando por ti. 

Sentía las piernas temblar, me lancé sobre él para seguir besándole. Sus manos se dirigieron a mi ropa interior, jugueteando con las orilla de esta y colocando sus pulgares por dentro, justo en los costados de mis caderas. Dejé que me llevaran las emociones y desabroché su cinturón, seguido por el botón de su pantalón y finalizando con el cierre de este. Parecía que entendía mis pensamientos, pues de un momento a otro tenía a aquel guapo profesor de historia a mi merced, únicamente con sus bóxer sobre la cama de un hotel lujoso. 

No tardamos demasiado por dejarnos llevar por las emociones, cuando hubo quitado mi ropa y besado mi cuerpo unas dos veces más, detuvo sus besos y me miró. 

𝙆𝙤𝙢𝙤𝙧𝙚𝙗𝙞 (𝙍𝙚𝙣𝙜𝙤𝙠𝙪 𝙆𝙮𝙤𝙟𝙪𝙧𝙤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora