TEACHER

CAPITULO 1. Castigada

Londres una ciudad costosa para vivir, mi afortunado padre es un exitoso socio de uno de los mejores viñedos del reino unido. Pero no le ha servido de nada cultivar uvas y hacer vinos si esto ha sido la causa de que se haya separado de mi madre. 
Ellos se separaron un año después de casarse, yo tenía 3 años, así que pueden imaginar que he crecido con una familia a medias. Vivo con mi madre y mi mitad asiática, mitad europea mejor amiga Elizabeth kaynilatuy a causa de que nos mudamos a Londres hace dos años y ella por no dejar nuestra amistad en la distancia vino a vivir conmigo y mi madre. Tengo una hermana mayor de 21 años llamada Alaska, es la hija prodigio, vive en un departamento con una amiga cerca de la universidad. Si han notado que tenemos nombres de ciudades, aquellos lugares son donde fuimos engendradas. 
Estoy en último año y odio la escuela, detesto la literatura inglesa y detesto levantarme temprano, así que se podrán dar cuenta que soy una alumna de F's y de máximo una C.

-¡Sídney! Levántate vas a llegar tarde a la escuela.- me quita las cobijas de encima y abre las ventanas.- es un hermoso día.
Suena la alarma
- ¡Mamá! ¿Cuantas veces te he dicho que no me despiertes antes que la maldita alarma? para eso la pongo ¿sabes? ¿Cuál es tu problema?
-¡Sídney Taylor! Que te he dicho sobre tu vocabulario conmigo- se cruza de brazos y pone un gesto rígido.
- Mamá, logras desesperarme, lo siento.
- ¿porque no eres más educada como Elizabeth?
- porque a ella la educaron ambos padres, porque es media asiática y tiene una perfecta cultura y porque su largo apellido significa inteligencia.-respondí dándomelas de sabelotodo.
Rueda los ojos.
- ¡¡Me está torciendo los ojos señorita!!- bufe arrugando mi frente- vaya más bien a hacerle unos ricos waffles a su hija.- le doy una nalgada a mi madre. 
- ¡Báñate!
- Tal vez lo haga, má.
Se va.
Tengo una buena relación con mi madre. Elizabeth, mi madre y yo somos como las 3 mosqueteras, nos gusta armar fiestas y alboroto los fines de semana de vez en cuando.
- ¿Que pasa Sid?
-¿Que pasa Eli?

Hacemos nuestro saludo de señas y nos sentamos a desayunar.

- Hice sus almuerzos.- canturrea mi madre acercándose con dos bolsas.
-Mama!, eres consciente de que estamos en último año.
- Si, señora Mackenzie ya no estamos en preescolar.- aporta Eli.
-Oh! Lo siento adultas de último año, creí que preferían mi comida a la de la cafetería, además han llevado su almuerzo desde siempre.- nos aclara haciendo un gracioso movimiento con su cabeza.
-Sí, mamá pero es hora de dejarlo, ya es un año nuevo, así que no más almuerzos.
- Esta bien, váyanse no querrán llegar tarde a la escuela.- empezó a recoger la mesa.
- Tenemos auto Mamá, cálmate llegaremos rápido en la belleza que me regalo mi padre.
- Sí, aunque no te merezcas esa belleza por esas horribles calificaciones.
-Mejorare.- bese mis dedos y alce mi mano derecha.
- Por favor Eli, no quiero cargarte pero ayúdale a esta pobre niña desubicada.- dijo con melancolía sobando mi cabeza.
-Haré lo que pueda Sra. Adiós.
-Adiós má.- caminamos a la puerta.
- No quiero ver más F.
Mi madre me lanzó las llaves y conduje hasta la escuela.
-Eli!!
- ¿Qué pasa?
-¿sabías que odio la escuela?
Rió y asintió.
- Debes recuperarte o este no será tu último año y odiarás aún más la escuela
- Lo sé, solo siento que no encajo aquí.
- Lo que necesitas es una razón para venir aquí, tal vez alguien que te anime a madrugar a la escuela...tal vez, un novio.
Me reí.
-¿un novio? Quieres que te recuerde lo que pasó con mi último novio, lo bote y lo amenace en su propia casa, diciéndole que si se volvía a cruzar en mi camino iba a quemársela.
-Eres una psicópata.
- ¿Qué? El loco era él, solo quería robarse mi virginidad. 
- Él era muy sexy.
-Él era un idiota, escucha Eli, no voy a acostarme con el primer idiota que se aparezca, si para los hombres es valioso ser el primero y encontrar a una chica virgen, para mi es aún más valioso guardarle al indicado lo que merece.
-Entonces, ¿serás virgen hasta el matrimonio? 
-No creó en el matrimonio, mira a mis padres, les duro más el noviazgo de seis años que el matrimonio de uno; no pasare por lo mismo que ellos; además tal vez quiera divertirme con alguien que me de experiencia y esas cosas, pero tendré que estar enamorada si no es así los hombres tendrán que empezar sus ¡juegos del hambre!
- ¿Enamorarte a ti? Espero que tengan suerte- soltó una carcajada.

Llegamos a la escuela. Mi primera clase era literatura inglesa, así que me prepare psicológicamente para poder aprobar esta clase.
- Bien clase, les daré una evaluación, para ver que tanto estudiaron en las vacaciones.
Alce mi mano. -Maestro Madigan, no creo que nadie haya estudiado en invierno.
- Sta. Taylor, de eso se trata el ser estudiante, estudia antes. Entiende, no es mi problema si reprueba...otra vez.- se dio la vuelta.
-Estúpido calvo.- masculle.
-¿Qué fue lo que dijo?- dio la vuelta.
Había olvidado que tenía un oído muy agudo.
-¿Acaso me llamo estúpido calvo?
Negué con la cabeza.
-Vaya a dirección- me miro por encima del hombro y dio vuelta.
-Mierda! Otra vez- susurre mientras agarraba mi bolso.
-Sigue usando un vocabulario soez, vaya ahora mismo a dirección, haré que llamen a su madre.- me halo de un brazo hasta la puerta, dejándome en ridículo.

Me senté afuera de la dirección hasta que llegó mi madre.
Me puse de pie al verla llegar – ¡Má!
-¿Enserio Sídney? ¿Hasta cuándo? 
- Mamá lo siento, fue un mal entendido.
-No me digas nada Sid.
Mi madre entró y salió una hora después, ¿así de mal están hablando de mí?
-En casa arreglamos.- fue lo único que dijo al salir.
Esas palabras me hicieron un vacío en el estómago hasta que recordé que no había nada tan intolerable como venir a la escuela, para que fuera un castigo para mí.

Llegue a casa después de la detención, Eli y mi madre estaban en el comedor.
-Oh! Llegaste! ¿Cómo estás? - preguntó Eli paulatinamente.
- Esa escuela es un infierno- rodé los ojos y tire mi bolso en el sofá.
- Sid, necesito hablar contigo- dijo mi madre pasivamente.- Elizabeth ¿nos dejarías un momento a solas?
-Claro Sra.
Eli se retiró y se llevó mi bolso al piso de arriba.
-Siéntate.- me ordenó.
- No quiero, solamente dame mi castigo.-me cruce de brazos.
- ¿Qué es lo que pasa contigo?
-No me pasa nada mamá, solamente quiero que me entiendas.
-No puedo entenderte, nunca has sido una alumna estrella, lo admito, pero desde que entraste a la preparatoria actúas como si no te importara nada.
-Siento decepcionarte.- dije con la mirada baja y alejándome un poco.
-No te he dicho que te vayas, ¿qué mierda te la pasas haciendo en clases.- alzo su tono y me tira un montón de dibujos sobre la mesa.- ¿acaso esa cabeza tuya sirve solo para sostenerte el cabello?
-Es lo que mejor se hacer.- respondí a mi favor mientras me sentaba a observar los papeles.
Mi madre niega con la cabeza y las manos en su cintura.
-¿Que voy a hacer contigo?- da una vuelta en su sitio lentamente y pone los puños sobre la mesa.- ¿sabías que puedes perder tu año por literatura?
- Estoy harta mamá, ese profesor me detesta.
- Como no, hablas todo el tiempo mal de él, además no te odia, te envió esto.
Ella empezó s de reblujar su bolso y saco un enorme libro.
-Este es tu "castigo" de parte del maestro Madigan.
-Pero... ¿qué rayos le sucede? A ese viejo ma....
Me interrumpe mi madre.
- No más palabras malas en esta casa.
- ¿Qué le pasa?- me exalto al ver el tamaño.
-Quiere que no pierdas tu año, debes leer este libro y debes entregar un trabajo sobre todo esto para el final del ciclo. - me lo entregó.
- Con este libro amaras la literatura- dijo con una sonrisa.- yo que tu empezaría ya.- se acercó a la cocina.- Ah! Y no habrán mas alborotos, hasta que vea tu boletín lleno de A's
-¿Qué? Te estas burlando de mí, un fin de semana sin alboroto es castigar a Eli también.- me pongo de pie y alego.
-No, Eli ira conmigo cada fin de semana de compras, saldremos al cine, pasearemos, conoceremos chicos y tu estarás aquí leyendo tu librote.- vuelve a sonreír mientras pica las verduras.
-¿Me odias verdad, mamá?- me paro del asiento y recojo todos mis dibujos.
- Lo hago por tu bienestar, todos aquí queremos lo mejor para ti.
Me largue a mi habitación refunfuñando.

Odio leer, odio escribir, lo único que me gusta es dibujar y observar porque nadie entiende que soy una artista en el lugar equivocado, debí haber dejado la escuela antes de que fuera obligatorio.

Me encierro en mi habitación como escape a todos mis problemas, pongo el libro de mil páginas sobre mi escritorio de madera, me deshago de mis tennis y me tiro en mi acolchada cama de 1.20 para ver T.V y de pronto escucho a mi madre desde el pasillo gritar.

-Tampoco puedes ver la T.V

Pongo la almohada sobre mi cara y grito.

Esto tiene que ser una pesadilla…