CAPITULO 6. Mi primera vez

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-Elizabeth Kaynilatuy ¿Que mierda has hecho conmigo?- dije mirándome al espejo.

-¡Oye! No creo que este tan mal.- dice preocupada.

-Eres un genio, tanto tiempo con una estilista en casa y apenas la descubro, tienes talento amiga.- dije sorprendida.

-¿lo dices enserio? Aww! Que linda amix, te ves hermosamente sexy.

-Lo sé.

-Ahora vamos a esa fiesta.

Bajamos al living donde a mi madre casi le da algo al vernos.

-¿Pero qué ángel de la moda poseyó a mi hija? ¿Sídney eres tú? Manifiéstate!!

-¡¡Mamá!!

- Te ves hermosa, ¿a quién quieres conquistar?- mueve ambas cejas de arriba abajo.

-No es chistoso ma, nos arreglamos para nosotras mismas.

-Si claro, vuelvan a las 11.

-¿Qué?- decimos Eli y yo al unísono.

-¿Eso es lo que merecemos por un boletín lleno de A's? Y además ¿estuve castigada 3 meses para regresar de una fiesta a las 11?- dije fingiendo hacerme la indignada.

-A las 12.

-Ok, ma.

Eli y yo nos despedimos y conducí hasta la casa de Mr. Gavin. Todos los chicos de mi clase habían ido, era una gran fiesta.
Nos bajamos del auto y caminábamos hacia la entrada donde iba saliendo Shane.
Mi amiga se olvidó de mí y lo saludo coquetamente.

-Vamos Sid.

-No entrare, - se acerca a mí- no puedo verlo otra vez después de lo que le dije.

- Entonces me iré contigo.

-No, esta es tu noche, me daré una vuelta, me llamas y vuelvo por ti y así mi madre piensa que estuvimos juntas.

-¿Segura?

-Segura- hacemos nuestro saludo de señas y ella entra a la casa, mientras yo sin aun dar la vuelta reviso mis mensajes.


"Sta. Sídney la esperó en mi despedida, no falte"

Respondo.

"Yo esperaba que estuviera en mis cumpleaños como prometió y tampoco se pudo, lamentablemente hay cosas que queremos y no podemos".

Sonreí y camine hasta el auto, cuando de repente me topo con él.

-Oh! Cuidado- dice una varonil voz.

Santa madre, triple papacito, estas más bueno que una tina de lasaña, poséeme. Me muerdo el labio y ardo por dentro.

Se acelera mi corazón, cuando lo veo a sus ojos inexplicablemente azules. Llevaba unos vaqueros oscuros, camisa blanca, chaqueta negra de cuero; su cabello castaño como su apellido ligeramente despeinado, su aun poca barba. Él era un sueño. Dios, hace calor aquí, Uff!

-Sta. Sídney se ve hermosa, pensé que no vendría, por su mensaje.

-Gracias, creó que lo dice porque estoy casi vestida igual a usted y bueno creo que me arrepentí.

-No, por favor acompáñeme, podría ser la última vez que nos vemos.

-¿Podría? Sera la última, no creo que usted vuelva.

-Conmigo nunca se sabe.- jugueteaba con las llaves de su moto.

-No sé si sea buena idea.- seguí mi camino por un lado.

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