CAPITULO 15. El Juzgado

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Me pongo la pijama y bajo las escaleras, estoy dispuesta a hablarle a mi madre de lo que ha venido sucediendo y espero que con esto pueda hacer que deje a Gavin.

-¿Que pasa Sid?- pregunta mi madre mientras bebe café.- ¿quieres? - me ofrece una taza

-No,...

-Tiene crema...

-Bueno está bien, necesito hablar contigo siento que ambas tenemos que hablar y quiero hacerlo con la verdad.

-Bien, vamos al estudio.

-Creó que Eli está poniendo sus tareas al día, mejor aquí.

-Bien, siéntate hija.

Ambas nos sentamos en el comedor.

-¿Prometes hablar con la verdad?- pregunta con cinismo.

-Mama ya es suficiente, estoy cansada de mentir y de esta situación, quiero que esto acabe de una vez.

-No lo sé Sídney, tu no haces más que decepcionarme, solo quieres hacer esto para que Gavin esté libre.

-Te juro que no mentiré, te diré lo que quieras saber.

-¿Te enamoraste de tu maestro realmente?

-Como loca, sin medida, me enamore de él sin importar las consecuencias y vez lo que le hecho, no quiero hacerle daño.

Mi madre se ve incomoda.

-¿Porque te fuiste anoche?

-Porque estaba aburrida pero no sabes cuánto me arrepiento de haberme ido- empiezan a salir las lágrimas de nuevo.

-¿Qué hiciste Sídney?

-Cometí el peor error de mi vida.

-¿Que te hicieron?

-Ma, no quiero hablar de eso.- limpio mis mejillas.

-Dejaremos entonces ese tema para lo último pero debemos hablarlo.

-¿Te enamoraste de él mamá?

-Sídney por favor...estoy muy vieja para eso.

- Te hice una pregunta, responde.

Suspira y empieza a hablar.

-Sabes que he tenido pocas citas y todas ellas han sido un fracaso, desde que me separe de tu padre jamás me había vuelto a emocionar por alguien y cuando tu maestro llego yo sentí que podría volverme a enamorar, Gavin nunca me insinuó nada, ni me dio alas, pero al brindarme su amistad sentí que había una oportunidad para mí.

-Pudiste habérmelo dicho desde el principio para evitar todo esto.

-No lo habrías entendido, siempre has sido una rebelde y decirte que me interesaba tu maestro sabiendo que tú también estabas emocionada con él habría sido mucho peor.

-Por eso preferiste meterlo a la cárcel a que se acercara a mí.

-Supongo que sí.- responde con tranquilidad y bebe de su café.

-Ni siquiera tienes una prueba para eso.

-No, pero las tendré- dijo con dureza, azotando su mano contra la mesa.

-No puedo creerlo mamá, Gavin no ha hecho nada.- le grito enojada.

-Baja la voz y escucha, estoy muy segura de que algo pasó esa noche de su supuesta despedida, di que te acostaste con él, dime la verdad.- dice aun con un tono más elevado.

-Contigo no se puede hablar, por eso quiero que cuando termine la preparatoria me envíes a vivir con mi padre, yo ya no te soporto.-me paro de la silla.

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