CAPÍTULO 8. Mala idea

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-¿Oh! que hace aquí?- me puse de pie y le susurré - escondete.

Abrí la puerta somnolienta y fingiendo sueño.

-¿Que pasa papa? Me desperaste.

-¿Estabas dormida tan temprano?

-Ve al punto, ¿porque estas aquí?

-¿Has visto el teléfono de tu tía? Lo dejo aquí.

-La última vez que lo vi estaba en la mesa de la cocina.

-Gracias hija.

-Papa, ¿no nadie mas en casa que viniste a molestarme precisamente a mi?

-Lo siento, Elizabeth no estaba y tu hermana salio como zombie sonriendole al teléfono.

- Bien, encargate de que nadie más me moleste, tengo un fuerte dolor de cabeza y creo que estoy próxima a mis días, así que dile a mi madre que vaya de camino al super y me traiga unos tampones.

-Ok, jefa calmate....no molestare mas, buenas noches.

-Buenas noches, gracias por ser un padre tan comprensivo.

-Como digas, ¿te traigo aspirinas?

-Estoy bien, ya los tengo.

-Bien, iré a buscar el teléfono de tu tía.

Cerré la puerta y deje escapar una bocanada de aire de alivio.

-Eres una mentirosa experta.

-Se llama actuar.

-Le llamas actuar a mentir para que se escuche mejor.

-¿Porque te escondiste tras la puerta? Mi padre pudo haber entrado.

-No, tu lo tenias todo bajo control.

-¿Me vas a decir porque volviste?

-Hable con mi hermana antes de viajar, bueno no tenia muchas ganas de irme aunque tenia razones para irme, pero ahora que no las tengo sera un placer quedarme.

-¿Eso que quiere decir?

-Que Sophia Jamás estuvo esperando un hijo mio, es de otra persona y para salir de dudas ella me lo afirmo.

-No puedo creerlo- cubro mi rostro con ambas manos.

-Yo tampoco cuando lo supe, ahora entiendo todo, siempre me tuvo bajo un engaño.

-Oh! Gavin ella se lo pierde yo jamas te hubiera engañado con otra persona, porque eres un hombre maravilloso.- puse mi mano en su mejilla.

Sonrió.

-Por eso es que me encanta tanto Sidney Taylor.

-¿Que quieres hacer?

-No lo se tu dime, eres la homenajeada.

-Vamos a caminar por ahí o prefieres...- de repente se me ocurre- 30 minutos en el paraíso.

Se muerde el labio y yo hago lo mismo en respuesta.

-Eso me encantaría, pero ya estuve en el paraíso anoche, no quisiera abusar de mi privilegio.

-Entonces vamos a caminar.

-Me parece perfecto.

-Bien, voy a cambiarme.

-Ok, ya vuelvo- se para de la cama y se dirige a la puerta.

-¿A donde vas?

-Afuera.

-No seas mojigato, ya me has visto desnuda además no me quitare la ropa interior.-Me quite la blusa y la tire al suelo.

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