TEACHER

CAPITULO 20. ¿Nos Conocemos?

Llevo casi 72 horas equivalentes a tres días en París sin salir de mi habitación, sin probar bocado y sin respirar aire puro parisino. Hace 36 horas que ya las lágrimas no me salen de lo seca que estoy por dentro y estoy pensando en escribir un blog que se titule "¿Como superar al amor de tu vida y resignarte a vivir sin el?" no es un buen titulo y mucho menos sé como superarlo a él, pero el día que sea inventado el manual para que tu madre te deje en paz y salga de tu vida, seré la primera en comprarlo.

Tocan la puerta por milésima vez, ya le he dicho a mi padre que no quiero salir; ya ha tratado de sacarme a la fuerza, pero bien saben todos que el no puede conmigo.

Esta vez me he decidido a abrir, al escuchar un toque más suave y paciente, pensé por un momento que era Alaska pero me lleve una sorpresa al ver a la estirada prometida de mi padre.

—Hola Sidney— me saluda con una sonrisa y hasta ahora es la única que lo ha hecho.

—Emm hola— aclaro mi voz y la escaneo de pies a cabeza, esta vez me doy el privilegio de saber quien será mi madrastra o pesadilla el resto de mi vida, oh! No Dios mio suficiente tengo con mi madre.

Una mujer de escasos 35, alta y esbelta, de piel oscura y ojos claros, la verdad era muy hermosa, si no supiera que es la novia de mi papá la confundiría en la calle con Tyra Bands.

—¿Como sigues? ¿estas mejor?

Negué con la cabeza.

—¿Puedo pasar?

—Claro pero no creo que se quede mucho, ni siquiera mi padre me soporta.

Ella entra y observa mi habitación de esquina a esquina.

—Vaya, ¿hace cuanto que no ves la luz del día?

—¿Eso importa?— cierro la puerta y me tiro a la cama.

—Sidney tu padre esta muy preocupado por ti.— dice sentándose en una esquina de la cama.

—¿Porque? Despues de 18 años decidió preocuparse por mi estado emocional, hago un buen uso del hotel, paso aquí todo el tiempo y además no malgasto ¿que mas quiere?

—No has comido desde que llegaste,¿acaso quieres morir?

—¿Hay otra opción?— me acuesto sobre todas las almohadas.

—Si, es salir adelante y ser feliz por ti misma no porque tu felicidad dependa de otros.— dice mientras sonríe.

—¿Has escuchado algún vez una persona feliz de estar sola?

—No estas sola, es lo que crees pero aunque sean pocas siempre habrá personas a quienes les importes, incluyéndome.

—¿Eres conferencista motivacional  o algo así? Ni siquiera me conoce.— espete molesta.

—Quiero ayudarte.

—No quiero ser grosera pero quiero estar sola.

—No quieres estarlo, no eres el unico ser humano que ha pasado por esto, Sidney, ¿no crees que ya has sufrido lo suficiente como para que te castigues más? No vine a meterme en tu vida, ni hago esto para caerte bien, me recuerdas a mi, chica que aparenta ser ruda y es la mujer más blanda del mundo; siempre habrá alguien allí, y bueno ya que te digo todo esto, si cambias de opinión daremos un tour por París, esta incluido en el plan por si quieres ir.

—Esta bien, gracias.—me pongo de pie para abrirle la puerta.

—Por cierto me llamo Sophia La pierre.

—Gusto en conocerte — le doy la mano y ella se va.

Me cae bien esta tipa, no se que se trae tras su papel maternal pero me agrada, al menos es mejor persona que mi madre.