TEACHER

II Prom. Baile de graduación

-Hola preciosa, ¿a quien más esperabas?

-Jamas imagine que fueras mi admirador secreto.- me acerco a él.

-Pues ni yo me hubiera creído haber hecho todo esto.

-Vaya, eres un romántico.-sonrío.

-¿Entonces que dices? ¿vamos al baile?

-Esta bien.- Sonreí nerviosa.

-Te prometo que sera la mejor noche de tu vida -dijo mientras me abría la puerta del auto.

Sonrió esta vez contenta por la frase tan prometedora y convincente.

-Que lindo auto, ¿lo compraste?

-No, aunque quisiera, es de Gavin lo compró con la liquidación de la escuela.

-Ah! Pues dile que esta bonito. -dije observando la tapicería nueva.

Matthew condució y mientras llegábamos yo iba resolviendo mis dudas.

-¿Como supiste que me gusta Coldplay?

-¿A quien no?

-¿Porque esa canción?, ¿no crees que es algo comprometedora?

-No se, solo quería sorprenderte, eso es para que sepas que no solo soy un chico de fiestas.

-¡Hey! llegamos.-exclame con admiración.

-No lo creo.- dijo negando con a cabeza.

Matthew siguió conduciendo y se paso la escuela.

-Oye, Matt te pasaste.- reclamé.

-Lo se.

-Pues devuelvete- le dije un poco subida de tono.

-Calmate, te dije que tendrías el mejor baile de tu vida, confía en mi, quiero mostrarte algo.

-Me asustas.

-No voy a secuestrarte, si quieres puedes llamar a la policía para que nos escolte.

-Esta bien, no exageres.- recupero la compostura.

Me quede callada el resto del camino hasta que por fin parecía que habíamos llegado. Matt abrió la puerta del lado de mi auto y me baje.

Era un lugar ¡Uau¡ una extensa zona verde con un enorme lago enfrente, la luz de la luna llena en el cielo estrellado, un kiosko adornado de luces doradas de navidad, una cabaña de madera pequeña al lado y una mesa con una cena. Esto había sido lo mejor que alguien había hecho para mi.

-¿Te gusta?- preguntó con una sonrisa.

-Es lo mas hermoso que he visto, ¿es para nosotros?

Matthew recibió una llamada que le impidió darme la respuesta.

-¿Quien era?- pregunte al ver que colgaba.

-Gavin, me traje su auto nuevo y quiere que se lo regrese para poder ir al baile.

-Oh!, dile que tome un taxi.

-Sidney espérame aquí si, volveré ahora.

-¿Vas a dejarme aquí sola?- pregunte con enojo.

-No tan sola.-respondió con una risa picara.

Se subió al auto rápidamente y me dejo.

-Genial, ¿que haré aquí sola?

-No estas sola.- respondió una voz gruesa, dulce y varonil.

Esto tiene que ser un sueño. Estaba volviéndome loca.