Capitulo N°4: El Error

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Evans: Una de las cosas que hacemos mal en una relación es actuar sin saber las consecuencias, actuamos sin pensar, pero al momento de pensarlo, es tarde, el error está allí. En esta ocasión, sin saber lo que hacía, una vez actué a mi manera, hice un mal en un momento donde todo iba bien. Sucedió cuando entre nosotros había tiempos difíciles, en el sentido de que teníamos cosas por hacer, Eva y yo teníamos tareas pendientes por resolver. Mis celos eran notorios, ella los veía mucho y a veces no sabía cómo controlarlos. En ese momento actué de la manera más indebida, y me arrepiento hasta el día de hoy. Sé que fue mi error y que de los errores se aprende, aunque admito que nunca lo quise hacer.

Nunca la engañé y jamás lo haría, mucho menos hablaría con otra persona, porque la veo como mi única persona favorita. Jamás quise hacerle sentir así de esa manera, pude hacer que de un buen momento lindo pase a otro muy malo. La dañé e hice que se decepcionara de mí, no lo sabía, no entendía, no sabía qué se me pasó por la cabeza para hacer una tontería de esa magnitud. Actué en un momento de inconsciencia. Hablé con un amigo suyo, preguntándole si ellos seguían hablando, pero pasaron 2 segundos y me arrepentí. No quería saber si seguían hablando, no quería saber más nada. Ese amigo fue con quién estuvo hablando hace tiempo antes de conocerme, pero fui yo quien le había ganado su amor antes que él, y no es solo ese motivo. No quise que ella pensara que es un objeto, desde un principio no quería escribirle una sola palabra, pero me dejé llevar actuando de la peor manera posible.

Simplemente pensé como un niño, tenía la cabeza caliente de tantas cosas que me habían sucedido en el pasado, y ese fue el motivo por el cual fui tan imprudente que no lo pensé. Jamás podría compararme con Eva, porque es distinta, es lo más perfecto que pude haber conocido. Nunca haría nada malo para herirme, en cambio yo cometí el error y la herí, creyendo que solucionaría las cosas a mi manera. Aún así busqué la forma para explicar lo que sentía en ese momento, explicar por qué lo hice, y quería decirle tanto que no quería hacerlo, pero fue demasiado tarde. Ya estaba enojada y decepcionada, no creyó que haría algo así jamás, sentía que era igual que todos, y nunca imaginé que eso pasara. Trataba de calmar la situación y no podía, porque sabía que el error que había cometido era muy grave. Nunca pensé en hacerlo, pero estuvo muy mal y lo acepté.

De todo esto solo aprendí que no debes preocuparte tanto en lo que tu pareja haga o deje de hacer, porque si estás todo el día pendiente de ella, te sientes como su dueño y nadie es dueño de nadie en este mundo. Todos somos libres y estamos acompañados por personas que nos aman y que siempre están con nosotros y nos cuidan, y siempre nos desean lo mejor. Mi error y el error de mucha gente que solo piensa con la cabeza caliente deben tratar de pensarlo, es lo que creo después de haber cometido aquel grave error. Lo pensaba y no podía imaginarme su expresión cuando lo supo, me sentí tan mal por haberlo hecho. Eva quizás no lo entienda y solo vea el lado malo en todo, pero es parte de la relación. Hay cosas que pasan y se aprende a superarlo juntos.

En ese momento solo pensaba en que lo estaba arruinando todo, al escuchar su voz, tan enojada y tan decepcionada, lo noté. Me sentía terrible por lo sucedido, porque nunca pensé que podría llegar a ese punto donde Eva me viera como otra persona, como una persona tan idiota, tan infantil, a la que hacía todo mal. Después de una breve conversación decidió verme como solo un amigo, ya no quería tener una relación de novios a distancia. Se había terminado ese lapso de tiempo donde era todo tan hermoso, bonito y todo color de rosas, pero se había acabado todo, había llegado a su fin. Luego, tan solo decidí darle un tiempo, darle su espacio donde podía hacer lo que ella quisiera, sin saber de mí, sin saber que la extrañaba y que me preocupaba mucho si estaba bien o si estaba mal. Aunque fue duro no hablarle, tenía que entender que debería darle su espacio, y que se tomara un respiro de mí, así como yo de ella.

Decidí empezar a fumar otra vez, lo había dejado pensando que me hacía mal, y ahora sé que lo único que me puede relajar es eso. No todas las personas entienden el hecho de que la gente fume, tenía mi motivo, me sentía una basura, quería despejarme de tantas cosas, de lo mal que le hice, porque no estuvo bien y acepté ese error, y sé que jamás lo volveré a hacer. Pero cuando el daño ya está hecho, duele mucho y saber que lo hice no tiene vuelta atrás es aún peor.

Mi vida se basa en el trabajo, y en ayudar todo lo posible a mi familia, y debería preocuparme también por otras cosas y no solo pensar en Eva, porque sé que me hace mal recordarla. Antes de conocerla, todo era muy aburrido y solitario, ahora que le he dado su tiempo, me siento vacío sin saber qué hacer, es mi debilidad, y me siento muy débil en estos momentos.

Debería distraerme con algo que me haga olvidarla por un tiempo, aunque sea un poco. Recordé que últimamente no he ido a jugar a la playa y debería ir en los tiempos que no trabaje por la tarde, salir a caminar por horas lejos de mi casa, sentarme en la orilla del río donde puedo escuchar las olas golpeando las rocas y poder pensar en la vida. Hay cosas buenas y malas, debes pensar mucho en hacer las cosas bien para que todo te salga perfecto.

A veces me siento escribir letras dedicadas a Eva, que por cierto nunca me atreví a cantarle ninguna parte de todas las canciones que he hecho y se la quiero dedicar. Para mí, Eva no es una persona normal como las demás, es una persona muy especial, es tan diferente que de solo mirarla se siente como si te relajara todo el cuerpo. Tiene muchas cosas que otra persona no las tiene, y me encanta todo de ella. No quiero que todo termine así, por un error que lo comete cualquiera, debo salir a caminar por las noches en aquella orilla frente al río para despejarme de todo por un momento.

A través de la distancia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora