Capitulo N°6: Tiempo Difícil

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Evans: El tiempo y las personas cambian. Últimamente no me sentía del todo bien, ya que nuevamente nos habíamos distanciado luego de arreglar las cosas. Los días pasaban y era muy difícil digerirlo. Era duro afrontar lo que sucedía. Hubo veces en donde creía que todo marchaba de la mejor manera, pero siempre es lo contrario a lo que pensamos. Eva se notaba distante al pasar de los días. Noté que necesitaba un tiempo para estudiar y salir con amigos. Eva me pidió espacio y sentía que lo necesitaba, y se lo di. Acepté su decisión, dejé de hablarle, pero jamás tuvo una idea de lo triste que era para mí. Pasaban días y no me decía nada. Estaba en línea todo el tiempo, y aunque moría por escribirle algo, sabía que no lo podría hacer, no quería romper mi promesa, la de no hablarle hasta que ella primero lo hiciera.

La notaba tan diferente, no me hablaba como antes, cada día más distante, hasta podría pensar que se alejaba de mí sin decírmelo. Quizá no sabía cómo y me pidió darle ese espacio, pero duele pensar en que se esté olvidando de mí para siempre. Ya han pasado una semana desde la última vez que hablamos, y sin pensarlo, rompí esa pequeña promesa y dejé un mensaje como de costumbre. Y ese ambiente frío se notaba demasiado.

Evans: -Hola.-

Eva: -¿Qué pasa?-

Evans: -Te he notado tan distante últimamente, siento que te extraño demasiado y aún no me das una explicación para entenderlo todo.-

Eva: -Tengo otra pareja, lo siento.-

Ese fue el momento donde pude ver que todo lo que había pensado se hacía realidad cada segundo. Tuvimos una breve conversación y se cansó de ocultarlo. Confesó lo que más temía. Eva tenía otra pareja, otra relación, finalmente todo había acabado. Sentía que no podía con esto, cada palabra dolía, cada frase era una queja tras otra, era como un niño otra vez peleando por un juguete, y en el fondo sabía que no había remedio y que todo ya era demasiado tarde para arreglarlo.

Cada día, cada noche pensando en Eva, cada vez se hacía más difícil, y extrañarla era como si me cortaran las venas. Sin pensarlo, me bloqueó, y mi corazón al mismo tiempo lo hizo. Se bloquearon mis latidos. No lo podía creer. Pasaron horas, y pensaba hablar con alguien, pero no tenía a nadie. Estaba tan solo, y de pronto recordé a su amiga con la que solía estar siempre, la misma con la cual la celaba. La seguí al Instagram, recordé su nombre de usuario. Quería nada más que un consejo. Sabía muy bien que ella la conocía hace años mucho más de lo que yo. Fue extraño, pero la escribí. Tuvimos una conversación normal, muy corta, y llegamos a el punto donde sinceramente me explicó: -Yo creo que el mejor consejo que te puedo dar es que intentes olvidarte de ella-. Fue así que tomé ese consejo. Sabía que ella era una buena amiga de Eva. Respeté y decidí seguir ese consejo, pero dolía.

Pasó un tiempo, y Eva me habló al WhatsApp. Tras una conversación triste sobre lo que había pasado, me dijo que quería que siguiera con el libro que hacía para ambos. Sin dudarlo, continué con las páginas. Al aceptar su petición, dijo que era feliz, y por un momento sentía que era feliz conmigo. Pero recordé que se enamoró de otra persona, que la dejaba en un estado que no había sentido jamás, tal y como yo lo sentía por ella. Volví a fumar, pero esta vez mucho más que antes. Salía a caminar por horas lejos de mi casa, pensando en: -¿Por qué la vida me trataba de esta manera?-. Sentía que todo lo había perdido. Me sentaba en la orilla del río, mirando el agua fluir, y no me sacaba de la cabeza su sonrisa y su voz. Era difícil olvidar los momentos hermosos que compartimos. Luego de unos días, me desbloqueó de su WhatsApp y verla en línea por horas se volvía muy duro de digerirlo. No sabía si escribirle y preguntar cómo se sentía. En un momento, me puse a recordarla aquel día que la conocí. Es la mejor chica que pude conocer, a pesar de haber terminado todo. Fue un placer compartir tantos momentos. La quise demasiado, pero quería olvidarme de ella. Pero sabía que no sería fácil. Me fallaron varias veces a lo largo del tiempo. Eva es la mejor de todas las personas que pude haber conocido y la que más daño me ha hecho. Pero recordar su rostro hace que se me forme un nudo en la garganta. Si bien nunca la pude ver en persona, la distancia nos separaba de tantas cosas. Todo lo que tenía planeado con ella se había perdido para siempre.

Dicen que nadie muere de amor, pero vivir sufriendo duele aún más. Lo único que hago es recordar, tratando de olvidarla de una y mil maneras, pero no lo conseguía. Soñaba tanto con tomar ese avión, bajar en el aeropuerto, encontrarme con Eva y decir que tengo toda la vida resuelta. Que no necesito nada más que su compañía. Con tan solo verla, me sentiría tan feliz. Pero la vida no es un cuadro pintado a tu gusto. Nada es lo que piensas, y nada dura para siempre. Solo espero que Eva sea feliz, y así estaría contento. Porque es lo que quería hacer, hacerla sentir querida toda una vida.

Seguía pensando en dejar toda mi vida atrás, dejar a mis amigos, mi familia. Dejaría un mundo atrás para comenzar uno nuevo con ella. Luego de pensarlo, notaba que estaba tan ciego de amor por Eva que jamás lo noté. Eva hablaba conmigo tan solo porque me veía como un amigo más, y yo tan solo me hacía falsas ilusiones. Luego de salir de la habitación, me dirijo hacia el living. Veo que mis padres ven la televisión, están mirando su novela, lo ven siempre por las noches. Me quedo mirándolos desde las escaleras y camino hacia ellos y me siento a un lado a ver su novela. Son las 00:30 y me duermo. Mis padres van hacia su habitación y escucho la puerta cerrar. Cojo el móvil y veo que no tengo mensajes. Subo a mi habitación y recuerdo que debería ir a la oficina del trabajo mañana a primera hora.

A través de la distancia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora