Infierno en el Paraíso

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Yoongi se encontraba otra vez, acostado en su cama, frente a un Hoseok impasible

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Yoongi se encontraba otra vez, acostado en su cama, frente a un Hoseok impasible.

Hoseok acariciaba su mejilla.

Apartó el pequeño mechón que caía en sus ojos de gatito triste, con sus largos y finos dedos.

-Te extraño mucho...

Las palabras sinceras de Yoongi, hicieron que Hoseok esbozara una tierna sonrisa.

Besó la blanca frente y pronunció:

- Cuídalos...

Yoongi abrió los ojos.

La habitación del hotel y el peso del cuerpo que dormía sobre él, lo hizo ubicarse en su realidad.

Fue un sueño... ¿Pero qué dijo?... ¿Cuídalo?... ¿Cuídalos?

Miró la carita de  Jimin sobre su pecho, su cuerpecito acurrucado en un medio abrazo, sentía el calor de su cuerpo.

Cuerpo que provocaba esa nueva felicidad en su corazón.

Poco a poquito fue saliendo de la cama sin despertar a Jimin. Miró su reloj Bulova, eran las 10:00 AM.

Tratando de hacer el mínimo ruido posible, fue al baño, se duchó y se colocó una playera y su pantalón de mezclilla.

Una magnífica idea pasó por su mente.

📱Buenos días operadora, me podría informar: ¿si hoy domingo, abren la florería?

📱Si. Lo transferimos...

La musiquita instrumental sonó en la línea.

📱Buenos días, Florería St. Regis, le atiende Susana.

📱 Buenos días, Soy Yoongi Min, de la habitación presidencial, me podría enviar un ramo de rosas color rosa y si tiene orquídeas también. Me gustan mucho las orquídeas...

La señorita al otro lado de la línea tomó las especificaciones y dió por terminada la llamada con un: llegará en 20 minutos su pedido.

Yoongi estaba contento. Se frotó las manos y pidió también el desayuno. Quería sorprender a Jimin, se sentía como un adolescente.

Se sentó en la salita a esperar el tiempo, mientras veía videos en su celular.

Recibió un mensaje de Jin que ya iban hacia allá.

Perfecto... Pensó.

...

Unos golpes en la puerta, interumpieron la vista de sus videos.

Yoongi caminó a la puerta y la abrió, encontrando a un jóven empleado con un enorme ramo de rosas rosas y orquídeas, más bonito del que pudo imaginar.

-Es hermoso- Lo tomó - Déjame ir por la propina- Yoongi dejó el ramo en la sala y  se adentró en la habitación en busca de su cartera. 

Miró a Jimin aún acurrucado entre las sábanas, se veía como un ángel.

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