🌸🌸Cuando florecen los cerezos 🌸🌸

Celular

Jimin despertó, recostado en una cama, miró sus manos atadas como si estuviera rezando, sus piernas y pies atados; un pañuelo al rededor de su boca, le impedía hablar, pero al oír la puerta abrirse, volvió a cerrar los ojos.

Alice entró al cuarto, empezó a sacar sus cosas del bolsito cuadrado, tirándolas a la cama.

Llaves, papel de baño, brillo labial, IFE, carnet médico, hoja para recoger los estudios de laboratorio, y cartera con solo 50 pesos.

-Ppff, pinche pobre.

Río Alice divertida.

Saco el celular morado y lo prendió. Tomó el dedo pulgar de Jimin y lo colocó.

No hubo acceso.

Tomó el dedo índice...

Tampoco.

Le puso el celular en el rostro y nada.

-agghh... Seguramente es alguna contraseña.

Probó con la fecha de cumpleaños. Nada. El cumpleaños de YoonGi. Nada.

Alice se enojó y aventó el celular contra el piso y lo pisó, la pantalla sufrió un poco de daño pero al parecer seguía sirviendo. Lo levantó, volvió a apagarlo. Se lo aventó a Jimin.

-De todas formas, no podrán localizarlo.

Sung entró a la habitación.

-¿Qué haces?- preguntó con voz seca, al ver que Alice tenía una navaja en su mano.

-No despierta, tal vez... Si le hago un poco de daño, podría reaccionar.

-¡No!- casi gritó Sung.

Alice lo miró extrañada. -¿No?... A poco te preocupa la putita está...

Sung trató de recuperar la compostura. Carraspeo la garganta. -Me refiero a que... Me gustaría aprovechar que sigue inconsciente... La verdad es que es muy bonito...

Una sonrisa maliciosa cruzó por su rostro.

Alice lo analizaba, mientras jugaba con el filo de la navaja en el pecho de Jimin.

-Es todo tuyo- dijo Alice haciéndose a un lado y dándole paso a Sung.

Sung se acostó en la cama con Jimin y lo colocó de lado con cuidado, mientras pegaba su pecho a la espalda de Jimin.

-Oye... ¿Qué?, ¿Quieres ver cómo me lo violo?... - dijo Sug mirando sobre su hombro a Alice.

Alice dió un resoplido y salió de la habitación dando un portazo.

Jimin cerraba con fuerza los ojos. Sentía la mano de Sung recorrer su pierna, su abdomen y por último sus cabellos.

-Por... favor...- trató de hablar a través de la mordaza.

-Ssshhhh... - Sung pegaba su boca al lóbulo de Jimin, trató de hablar con la voz más dulce posible- Tranquilo pequeño. Te quitaré la mordaza, ¿Ok?, pero no grites. Alice puede regresar.

¿Alice?, ¿La misma enfermera?....

Jimin asintió y Sung le quito la mordaza.

-Escuchame. No te haré daño. Estoy de tu lado. Te prometo que cuidaré tu vida con la mía. Y perdóname por favor, pero esto era necesario.

Jimin asintió. Respiró profundo para contener las lágrimas y poder hablar lo más bajo que pudiera.

-Estoy embarazado, por favor, ayúdame. Quiero vomitar....