Confesiones.

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Yoongi entró al "Bar papitos" al rededor de las 11:30 pm. El lugar se encontraba en el centro, pero al mismo tiempo alejado de los demás Bares.

-¿ Dónde te quedaste de ver? - preguntó Juan quien sostenía con una mano el brazo de YoonGi para no perderse entre la gente

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-¿ Dónde te quedaste de ver? - preguntó Juan quien sostenía con una mano el brazo de YoonGi para no perderse entre la gente.

- No sé...

-No mames Yoongis... ¿Cómo que no sabes? - dijo Jackson dándose un golpe en la frente.

-Hay que sentarnos allá. - dijo Yoongi señalando la parte de arriba del Bar. - Tal vez así podríamos ver a algún sospechoso. Aún no es media noche....

Ambos hombres siguieron a Yoongi.

Los minutos pasaron y los tres seguían con la mirada a los hombres que les parecían sospechosos.

-Oye-, dijo Jackson acercándose al oído de YoonGi por la música estridente

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-Oye-, dijo Jackson acercándose al oído de YoonGi por la música estridente. - Aquel de allá...¿ no es el niño que te acompañó en el consultorio?

Inmediatamente Yoongi giró su cabeza y busco con la mirada dónde apuntaba el dedo de Jackson.

Efectivamente, Tae y Jimin se encontraban bailando en la pista, al mismo tiempo que miraban a Kooky quien la hacia de DJ.

El cabello rosa de Jimin, chispeando por las luces de colores, lo hacía parecer una hermosa hada, que se balanceaba majestuosamente hipnotizando a aquel que lo viera.

Yoongi tenía la boca abierta, recordó las caderas de Jimin moviéndose sobre su pene, el sabor dulce de sus pezones y la piel canela de su cuerpo.

Pero Yoongi notó que no era el único que observaba al hermoso ser. Un hombre como de más de 40 años tampoco le quitaba la vista.

Jimin de repente dejó de bailar y se dirigió a la barra. El tipo viejo y panzón lo siguió. Yoongi se puso de pie. Jackson y Juan lo miraban a la expectativa.

Jimin pidió un refresco al bartender y una piña colada para Tae. El jóven asintió y se dispuso a prepar las bebidas.

El tipo aprovechó la espera, se paró detrás de Jimin pegando su entrepierna en las nalgas de Jimin.
Éste molesto se giró para ver quién se había atrevido a semejante grosería.

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