Lydia
Después de haber desgarrado mis cuerdas vocales al pronunciar el único nombre que nunca pensé hacerlo “Stiles”, salí del hospital para dirigirme a casa. No quería y no iba a permitir que nadie me pudiese ver llorar, mientras conducía las lágrimas no dejaban de fluir.
Stiles fue el tipo de persona que a pesar de tener varios problemas en su vida, siempre priorizaba los problemas de los demás como suyos y sin importar las consecuencias que pudiera tener en su vida, nos ayudaba.
Al llegar a casa, varias imagines pasaron por mi mente. Recuerdo aquella vez que Stiles fue a verme y ni siquiera recordaba su nombre. Recuerdo el día de mi cumpleaños donde él fue el primero en llegar, recuerdo los sucesos que pasaron con Jackson y Stiles siempre estuvo dispuesto a ayudarme aun conociendo que mi amor le pertenecía a Jackson.
Stiles fue el tipo de persona que nunca se fijaba en la apariencias físicas de las misma, sus ojos eran capaces de ver más allá de todo, más allá de las apariencias que tiene y después de reconocerte tal y como eres, Stiles es capaz de tratarte con amor, con sutileza, de demostrarte que siempre va a estar ahí para ti sin alternar o invadir tu espacio personal.
- ¡Esa persona era Stiles!
Recuerdo los momentos que pude contar con un amigo de verdad, Stiles mi primer amigo de verdad, el que observó a la chica inteligente, carismática e introvertida. Stiles fue el chico que jamás se fijó en la chica torpe y la que aparentaba de todo para mantener un statu social que no valía nada comparado con la amistad que hemos formado gracias a él en la manada.
- Stiles no me dejes por favor. Te necesito.
No podía hacer nada más que llorar su muerte, pero la necesidad de aferrarme a que todo esto era una pesadilla me hacía pensar de una manera diferente. Stiles estaba vivo, podía sentirlo aún, pero temia que el sentimiento hacia el pudiera jugarme una mala pasada. Él siempre ha sido fuerte y lucharía contra todo por permanecer con vida, ahora que tiene a sus dos pequeños a su lado, sé que Stiles jamás se daría por vencido.
El Sherick
El despertar fue insolente, me sentía vacío y sin animo algún de continuar de pie, Stiles mi pobre niño ya no está conmigo, pensé que dejarlo solo lo iba a convertir en el ser que Claudia esperaba que fuera, pero mi gran error fue eso, ¡dejarlo solo!...
Stiles, como te extraño mi pequeño y lo único que pudo hacer es llorar y sentir este vacío que me quema.- Te extraño mi Stiles, te extraño mi niño.
Al salir de mi habitación y dirigirme a la habitación de Stiles, mi cuerpo se quedó firme y estático por lo que estaba observando.
Derek se encontraba en la cama de Stiles con dos pequeños a su lado, y por lo que pude entender esos dos niños deberían ser los hijos de Stiles y Derek, que anteriormente pensaba que eran de Paige y Derek. Cuán grande fue el dolor que mi hijo debió pasar, el hecho de sentirse solo y desprotegido, sin saber a quién acudir porque todos a quienes conocía le habían negado como amigo, y yo lo había negado como hijo, debió ser agotador.
Caminé un poco hasta estar al filo de la cama observando detalladamente a los pequeños que dormían plácidamente. Al ver su rostro fue inevitable sentir el sentimiento de culpa que invadía mi corazón, esos dos pequeños eran realmente hermosos.
Salí de la habitación sin hacer ruido alguno, llegué a pensar que Derek era más culpable que yo, pero al meditar toda la noche estoy seguro que la culpa es mía en su totalidad. Yo soy el padre y el amigo que Stiles tenía, debí ser yo con quien Stiles se sintiera seguro, pero no… no fui yo quien estuvo a su lado.
