- Te creo, siempre he creído en ti y nunca será la excepción. Te amo más que a mi propia vida Derek Hale, volvió a repetir y no supe cuando había llorado, pero sus manos empezaron a retirar las lágrimas que habían caído.
Relatado por Stiles
Cada día junto a Derek se convertía en una experiencia inimaginable. Jamás imaginé vivir el ritmo de vida que actualmente llevaba y realmente me siento feliz con lo que todo ha sucedido en vida.
Cada día me no dejaban de sorprenderme Zeed y Andrew, mia hijos son dos pequeños hombrecitos que observan con gran devoción a su padre mientras entrena junta a la manada y aunque Scotty Derek sean alfas no hay problema alguno entre ellos por su status. Zeed es sumamente protector con la pequeña hija de Malia y Jackson y aunque Zoe tenga dos años creo que el cuidado que tiene Zeed con ella se convertirá en amor dentro de algunos años, por otro lado Andrew es cariñosos, observador y podría decir que es tan raro como todos los ale que he conocido.
Hoy era un día en los que me levantaba con una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro, de esas que nadie podría borrar.
- Hora de despertar Derek.
- Mmm, fue la única respuesta que recibí por parte de Derek y al parecer volvió a dormir o a ignorarme.
- Chucho pulgoso he dicho que te tienes que levantar.
- ¿A quién le has dicho chucho?, pregunto con una leve sonrisa y algo cabreado por levantarlo.
- A ti, no ay ningún otro pulgoso en esta casa.
- Zeed y Andrew se encuentran en la habitación siguiente Stiles.
- Ellos no son ningunos pulgosos, porque son hijos del gran Stiles.
- Stiles.
- Derek. –Cállate Stiles, fueron sus susurros justo en el momento en que me preparaba para mi discurso para una breve aclaración sobre quiénes eran los pulgosos, pero no ahí iba Derek con sus grandes brazos rodeando mi cintura y tumbándome nuevamente sobre la cama y para empeorar la situación su cuerpo se posesiono sobre el mío.
- ¿Ahora si te vas a callar?
- Derek me aplastas.
- Duerme y cállate, y sin decir más así fue como quede por un largo tiempo bajo Derek hasta que a Derek se le quitará su bendito sueño y tuviera la gran gentileza de pararse.
Aquella mañana fue sorprendente. Toda la manada pasamos viendo películas de dibujos animados a elección de los pequeños.
Así continuaron algunos días hasta que por motivos de guardia sobrenatural Derek tuvo que ir en busca de algún tipo de información a no sé dónde.
- ¿En verdad piensas abandonarnos otra vez Derek Hale?
- Sabes muy bien que no los abandono, simplemente me voy en busca de información para la manada.
- ¿Y por qué no vamos todos, o vas con otro de la manada Derek?
- No Stiles, necesito ayuda de las manadas vecinas y si me ven junto a otro alfa los confundirán, y no quiero eso. Por favor confía en mi Stiles, prometo que solo serán tres días y a cada hora llamaré.
- No Derek, no te vayas por favor, y ahí estaba yo en plan de esposa preocupada y desolada.
- Stiles.
Paso a paso se acercó hacia mí y al estar juntos tomo mi cabeza para que alce mi vista y de imprevisto beso con tal fuerza que nuestros dientes chocaron, y nuestros labios sangraron. Tanta era la desesperación de Derek y fue ahí cuando comprendí que aquel viaje no se trataba de información, se trataba de algo más allá de lo normal.