Pov Stiles
La semana había sido algo raro. Las cosas con Derek estaban bien, pero sentía la necesidad de aclarar mis sentimientos y lo que provocaba su compañía. Derek había mostrado en estos días la gran faceta de padre ejemplar y de un posesivo novio, pareja o como él dice "destinados". Realmente me sorprende descubrir ese lado que solo muestra a su familia. Y justamente ahora no entiendo nada, y es mejor dejar que las sucedan a seguir pensando en un futuro, mientras mi presente cambia constantemente.
Aquel día fue común, pero no rutinario. No compartía cama con Derek porque dormía con los niños, mientras el sueño me ganaba seguía imaginando una situación entre nosotros que empeoraba aún más.
Al parecer mañana sería un día caluroso, y así fue como todos decidimos reunirnos para realizar algo habitual como manada.
Todos sin excepción de ninguno habían llegado. Me agradó mucho ver a Jackson junto a Malia, realmente merecían ser felices. Kira y Scott se dedicaron a preparar algo que no sé qué, mientras Isaac, Cora, y Lydia preparaban emparedados.
Mi padre, Criss, Peter, Mellisa platicaban amenamente sobre sus intereses externos. Zend jugaba con los niños junto con Liam.
Derek encendía la barbacoa con ayuda Aiden y Jordan. Los únicos excluidos éramos Deaton y yo. Deaton se encontraba realizando algo similar a un conjuro entre los alrededores de la casa, y yo solo veía todo lo que los demás hacían.
Tenía el presentimiento de que algo malo y raro ocurriría, y así fue como ahora nos encontrábamos acorralados por los encapuchados que una vez vimos.
- ¿Qué buscan?, el primero en pregunta fue Scott acompañado de Derek a su lado.
- A él, respondieron y ese "él" era yo como siempre Stiles tenía que ser la carnada.
- ¡Oh por Dios!, uno de los desconocidos, y conocido para mí se acercó hasta estar mi lado, y sin darme tiempo a reaccionar pude sentir sus labios junto a los míos.
- Es tiempo de que reacciones Stiles.
- Aléjate de él, esa voz posesiva y nada racional por parte de Derek que sin más se abalanzó sobre aquel hombre.
La pelea era pareja y nadie intervenía o se entrometía, así estuvieron un gran tiempo, y no parecían detenerse aun cuando sus cuerpos se encontraban gravemente heridos.
- Detente Derek.
- No Stiles...No me digas que me detenga, cuando protejo lo que es mío.
- Basta, y deja de actuar como si te importara.
Un silencio incómodo fue lo que permaneció por varios minutos.
- ¿Qué es lo que tratas de decir Stiles?
- Nada, simplemente no es el lugar ni el momento para hablar Derek.
- Stiles, esa fue la voz del desconocido para todos en la manada, pero para Stiles era la voz de aquel que se mostró hace tiempo frente al lago y le prometió compartir su vida junto a la de él.
Nadie decía nada, sin embargo las miradas se cruzaban entre ambos bandos como si de fusiles a punto de estallar se tratara.
Tomé a los niños y sin dar crédito a preguntas por parte de la manada o el por el bando contrario, empecé a caminar hacia la mansión.
Una vez allí, no fue mucho el tiempo que tuve que esperar para que Derek se adentrara a su interior.
- ¿Ahora si podemos hablar Stiles?, su voz era dura.