A la mañana siguiente algunos rayos de sol se habían adentrado por aquel ventanal de mi habitación. La noche anterior había derramado demasiadas lágrimas al intentar fingir que todo se encontraba en perfecto orden, pero nunca nada va a estar bien.
Me había enamorado de la manera más estúpida que cualquier ser humano pudiera hacerlo, había fingido a diario que su amor era correspondido. Había callado los sollozos y las lágrimas que siempre amenazaron por salir cada vez que me decía un “lo siento”, acompañado con un “esto es imposible”.
Las cosas con Derek habían tomado un giro totalmente diferente en mi vida. Lo había dado todo por nuestra pequeña relación, día a día tratando de convencerme que pronto todo mejoraría y que aquel “algo” que poseíamos se iba a solidificar en una historia de amor con un típico final cursi, y mientras más tiempo pasaba, mayor era el miedo a perder todo cuanto he amado una vez más. Cada vez que recordaba su mirada fija en mi cuerpo una fuerte opresión en mi pecho aumenta, y aún con el daño ya hecho esperaba un “lo siento”, pero sé que ese día jamás llegará. Su orgullo y su prepotencia han logrado ser mucho más fuerte que el amor que debería sostener por el lazo místico que nos une. Él más que nadie debería entender que nunca he sido capaz de engañarlo, de fingir sentir amor por alguien que no sea él.
Mi mente es un lago de pensamientos cuya corriente tiene un nombre Derek. Trato de odiarlo, de dejar de sentir esto que me quema cada vez que los recuerdos invaden mi mente, cada vez que recuerdo su cuerpo firme y marcado, el roce de sus labios, sus pequeñas sonrisas y los gestos graciosos que ya habían dejado de intimidarme para dar paso a las caricias que cualquier relación normal las hacen.
Al despertar lo primero que escuché fue la voz de papá diciendo que bajara.
- Stiles tienes que bajar ya. Fue la voz de mi padre ordenándome que bajara a desayunar antes de ir al “infierno”.
- Que ya voy, ya voooy…
- Stiles, si no bajas ahora, juro que subiré a bajarte por las buenas o por las malas.
- Si, si ya bajo. ¡Tranquilo viejo!
- Stiles. Derek te ha venido a ver junto a Scott, porque tu jeep esta abreviado.
- ¿Derek?
- Stiles, - ¡Ooh Dios!
Mi reacción fue intuitiva. Coloqué mi mano derecha en mi pecho para saber que aún mi corazón permanecía en el lugar adecuado, porque aquellas manías de Derek en ir por ahí como si nada estaban a punto de provocarme un colapso cardiaco.
- ¡Dios!
- Tranquilo Stiles, solamente Derek, fue lo que me dijo antes de salir con una sexi sonrisa en sus labios.
Al bajar Scott, papá y Derek se encontraban hablando sobre “algo” que parecía interesante, y cuando iba a esconderme para poder oírles salieron hacia el patio dejándome como un completo idiota. Había olvidado que ese par de tontos eran unos perros pulgosos que podían oír hasta el más mínimo latido de mi corazón.
En el camino hacia la escuela nadie pronunció palabra alguna, solamente eran miradas que Derek y Scotty se lanzaban y yo seguía sin entender que es lo que estaba pasando.
Cuando bajamos del camaro negro que Derek había recuperado Lydia se acercó a nosotros junto a Kira y Malia que se encontraban con ella.
- Stiles, me acompañas, fue lo que Lydia me dijo antes de tomar mi brazo y arrastrarme al interior de la escuela.
- ¿Sabes algo que yo no sepa Lydia?, pregunté algo indeciso, pero tenía que conocer y comprender lo que estaba sucediendo dentro de la manada. Al fin y al cabo también formaba parte de ella.
- No nada Stilinski ¿Por qué me lo preguntas?
- No por nada. Un momento tú casi nunca me llamas Stilinski al menos que estés enojada, nerviosa o qué sé yo. ¿Ahora sí dime que es lo que me están ocultando?
- Nada Stiles, nosotros no te ocultamos nada. Me respondió antes de dejarme solo en medio de todo el pasillo.
Aquel día las clases pasaron de una manera normal: Scotty siempre pasó junto a Kira como de costumbre, mientras Lydia, Liam, Mason, Ethan y Malia hablaban amenamente sobre como pulir a un estudiante nada conocido a uno totalmente popular.
Por primera vez en toda mi vida me dediqué a escuchar todo lo que ellos hablaban, presentía que me ocultaban algo, y que ese “algo” se iba a convertir en algo muy importante para mí.
Al salir de clases Scott y yo nos dirigimos al loft de Derek porque toda la manada se reuniría allí.
Una vez que llegamos subimos al loft Derek se encontraba parado junto a la mesa de los recuerdos como yo la llamaba. Isaac, Deaton, Jordan e incluso Peter estaban junto a él. Esperamos un par de minutos hasta que toda la manada de reunió.
- Stiles, lo siento, fue lo primero que Derek dijo.
- ¿Por qué?, si es por lo de tu comportamiento de aquel día, sé que también es mi culpa y no hay nada que perdonar.
- No Stiles, no entiendes. Todo esto ha sido el peor error de mi vida, volvió a responderme, mientras me miraba fijamente a los ojos.
- Hermano. Nosotros aún no entendemos como sucedió, pero en verdad lo sentimos, fue la voz de Scott.
Lydia, Isaac y Malia se pararon junto a mí, mientras una mujer se adentraba a la misma habitación donde todos nosotros nos encontrábamos. Su parecido físico era casi idéntico con el mío, cuando estuvo dentro de la misma habitación fue directo hacia donde Derek se encontraba, y una vez que estuvo junto a él entrelazo su mano con la suya.
Mi mente empezó a unir cabos rápidamente. Ella era Paige, pero ¿Cómo?, fue lo que pensé y como siempre lo había dicho en voz alta.
- Nosotros aún no hemos encontrado alguna explicación lógica, fue lo que respondió Deaton.
- Stiles ¿Recuerdas que te hable sobre el lazo que tú y Derek poseían?
- Sí, claro que lo recuerdo, ¡Cómo olvidarlo!
- Me equivoqué, fue lo que dijo en murmullo, pero perfectamente audible.
- ¿Cómo?
- Lo que Derek y tú poseían no eran más que gustos casuales. Tú físico es casi idéntico con el de Paige y con ello Derek empezó a sustituir los recuerdos que tenía con ella, por los tuyos. Fue simplemente un error. Tenías razón al decir que dos personalidades totalmente diferentes nunca pueden estar juntas. Lo siento Stiles, por haberte confundido.
Miré a Derek, para que dijera algo, que me explicara lo que estaba sucediendo, porque no entendía que estaba pasando a mi alrededor en ese preciso momento. Él simplemente dejó de observarme para girarse y posar sus labios junto a la mujer que se encontraba a su lado.
- Stiles, fue la voz de Lydia.
- Tranquila estoy bien fue lo que respondí antes de salir del loft rápidamente, porque las lágrimas que amenazaban con salir no iban a esperar mucho tiempo.
Una vez que logré subirme al jeep. Saqué mi celular para teclear un último mensaje a la persona que creía que por primera vez se había fijado de manera sincera en mí.
“Justo cuando crees que por fin empiezas a importarle a alguien... Desaparece,” Stiles.
"Podrás conocer a muchas personas, y también decirles a todas ellas Te Amo, pero solamente una esta destinada a estar junto a tí, soportando tu cielo e infierno a la vez". No se olviden de ver el video donde explica ¿Quién es Paige?.