Me He Despertado Y He Descubierto Que Tengo Una Hija [GL]

Capítulo 4: No puedes escapar

Capítulo 4: No puedes escapar

Han Feixu se puso rígida en lo alto de la escalera mientras la mirada de Ye Mingxin se posaba en su maleta.

Luego sus ojos subieron hasta detenerse en el rostro de Han Feixu.

Han Feixu estaba ya muy nerviosa. Se sentía como si estuviera esperando su sentencia de muerte.

Pero luego, después de pensarlo, ¿no es esto normal? ¿No están las dos a punto de divorciarse? Entonces no debería ser un problema si ella se muda, ¿verdad? Entonces, ¿por qué Ye Mingxin la mira como una esposa que mira a su desalmado marido?

Antes de que Han Feixu pudiera terminar de contemplar, Ye Mingxin abrió su boca primero, "¿A dónde vas?".

Su voz era fría y frígida, y Han Feixu movió en silencio la maleta detrás de ella. Su comportamiento era como el de un avestruz que entierra su cabeza en la arena, pero parecía haber aumentado su confianza, "Quiero mudarme".

Esta mañana, Ye Mingxin fue a visitar a un anciano que estaba filmando un drama de época. Aunque no quería ir y se había negado muchas veces, no podía retrasarlo más. Si lo hacía, estaría cortando toda relación con su padre.

Así que Ye Mingxin fue y actuó de forma muy superficial. Le dio a su superior un regalo que había preparado su ayudante y le pidió que comprara algunas cestas de fruta para todo el personal. Les dedicó unas palabras, se hizo unas fotos, las compartió en Weibo y se acabó.

Después de lidiar con esa molestia, se dirigió directamente a casa. Su agente le dijo que le había enviado un montón de guiones para que los viera, pero ella no quiso ni mirarlos. Les dijo que quería un descanso.

Su agente no pudo hacer nada, ya que sabía que Ye Mingxin estaba disgustada y angustiada por el divorcio.

Ella nunca se ha tomado un descanso en los últimos diez años. Así que, como quiere tomarse un descanso ahora, le permitieron descansar durante un largo tiempo y su agente le dijo que esperarían hasta que estuviera de buen humor antes de volver a trabajar.

Pero Ye Mingxin nunca esperó que cuando volviera a casa, se encontraría con esta escena.

Con lo que Han Feixu había dicho ayer, a Ye Mingxin no le sorprendió en absoluto esta situación. Se acercó hasta situarse frente a Han Feixu.

Eran más o menos de la misma altura, una medía 1,68 centímetros y la otra 1,69, pero Han Feixu seguía sintiéndose muy nerviosa al enfrentarse a su idol.

"Si te vas a ir, ¿qué pasará con Yiyi?".

Han Feixu parpadeó: "La recogeré en unos minutos y luego haré que venga conmigo".

Ye Mingxin escupió ligeramente una palabra: "No".

Continuó: "Yiyi debe quedarse conmigo".

¡Aquí viene! ¡La batalla por la custodia ha llegado!

Hasta ahora, Han Feixu ni siquiera ha visto la cara de su hija. Para ser honesta, ella no tiene sentimientos por esta niña llamada Yiyi. Para ella, el nombre Yiyi es el nombre de una extraña, pero al escuchar el tono decidido de Ye Mingxin que le pedía que dejara a Yiyi atrás, automáticamente rechazó esas palabras: "Yiyi es mi hija. Dondequiera que vaya, ella me seguirá".

Ye Mingxin no era ajena a esta respuesta y miró a Han Feixu con frialdad y brusquedad: "Yiyi también es mi hija. Legalmente hablando, también soy su madre y tutora. Debo estar en desacuerdo contigo. No puedes llevártela".

Han Feixu no tenía respuesta. ¿Qué debería hacer? ¿Debería mudarse a la casa de Shen Sangluo ella sola primero?

Mientras estaba indecisa, Ye Mingxin volvió a su habitación y salió con un fino abrigo. En unas dos horas, tiene que ir a una fiesta. No necesita ir ahora, pero no podía quedarse más tiempo en esta casa asfixiante.