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Kingsley se sentó derrotado en su silla luego de aprobar esa ley, pero no tenía opciones de no hacerlo, la población magica terminaría al no poder tener descendencia y existía el alto riesgo que de la descendencia fuera Squib por lo que aun consiente de la molestia y el odio que esto podía generar acepto poner en marcha aquella ley.

Por lo ahora mismo se encontraba discutiendo con el trio de oro.

¡No nos puedes obligar a acatar esta ley Kingsley! – grito una molesta Hermione

Hermione entiendo tu molestia pero es necesario – Kingsley intentaba mantenerse sereno aunque la mirada que recibía de la castaña se lo hacía difícil.

¡NO! No entiendes mi molestia, ninguno de ustedes entiende mi molestia – Hermione estaba furiosa viendo a los tres hombres en la habitación que inconscientemente se encogieron en sus asientos.

Vamos Hermione, nosotros también nos casaremos con alguien que probablemente no queramos y tendremos que compartirla con quien sabe cuántos mas – respondió molesto y con algo de indiferencia el pelirrojo.

En ese momento Kingsley y Harry podían asegurar que vieron fuego salir de los ojos de la castaña mientras veía al pelirrojo - ¡¿Compartirla?! ¡Ni que fuera un trozo de carne y los hombres solo van a preocuparse por que no la van amar, en cambio nosotras nos casaremos con no sé cuántos hombres a los que tendremos darles hijos pasamos a ser incubadoras de trogloditas!

Sabiendo que si no hacía algo Ronald diría algo de lo que se iba arrepentir, Harry se levantó y tomo a Hermione suavemente de los hombros y la alejo del pelirrojo, Kingsley suspiro con alivio.

Sé que no es fácil aceptar esto chicos, sobre todo para ti Hermione bueno para ti y las brujas involucradas pero es la única opción que tenemos, se pensaron en otras alternativas pero los riesgos de nacimientos squibs y muertes son altas, de no hacer esto la población magica desaparecerá – Kingsley les explico mientas les mostraba las pruebas que se habían realizado- todos están tensos y molestos pero si ustedes, el trio de oro y nuestros salvadores se hacen las pruebas los demás lo aceptaran más fácilmente, de no hacerlo tendrán las consecuencias que cualquier otro mago o bruja.

Los chicos habían leído los informes y exámenes y la realidad les cayó como un balde de agua fría, este era su mundo ahora y no querían que desapareciera pero era difícil de aceptar.

Sus citas en San Mungo están programadas para mañana viernes a Primera hora, serán los primeros, así los demás tendrán en fin de semana para asimilarlo, pueden tornarse el resto del día – ante lo dicho por el hombre los tres salieron de la oficina en donde sin darle tiempo a los reporteros desaparecieron llegando cada quien a su respectiva casa.

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Hermione se dejó caer pesadamente en su cama mientras cubría su cara con una almohada que amortiguo el grito que lanzo la chica, la chica maldecía a la ley a Kingsley pero sobre todo a Voldemort, de no haber sido por el no habría habido una guerra y no habrían muertes y no existiría esa ley.

Luego de su sesión de maldiciones comenzó a pensar en las opciones que tenía, no podía huir del mundo mágico la perseguirán para encerarla, además no tenía nada en el mundo muggle, sus padres habían muerto poco después del fin de la guerra por lo que no había nada que la esperara en aquel mundo, por otro lado no podía abandonar a sus amigos del mundo mágico pero pensar que tendría que casarse con varios magos y tener a sus hijos, no era algo que le agradara una de las razones por las que termino su relación con Ronald era que el esperaba ella se convirtiera en ama de casa criando hijos y dejando su trabajo y ella se negó rotundamente, además de las muchas diferencias que tuvieron esa fue de la razones más fuertes para terminar y ahora terminaría haciendo lo que menos le entusiasmaba, solo esperaba que sus futuros esposos pensaran un poco en ella y la dejaran seguir trabajando.

El resto del día paso de manera lenta para la chica, al día siguiente se preparó paro para el largo y difícil día que tendría, se dio una ducha más larga de lo normal y se visto con una camisa blanca y un pantalón sastres junto con unos zapatos negros dejo que su cabello cayera en suaves ondas a su espalda, sabía que no podía comer nada hasta después de los exámenes y aunque pudiera no creía fuera capaz de comer algo sin vomitarlo.

Con un suspiro y lágrimas en los ojos hizo una aparición hasta estar en la entrada de San Mungo en donde ya había varios reporteros algunos aurores que estaban ahí por seguridad se acercaron a la chica rápidamente, Hermione solo podía escuchar a los reporteros hacerle preguntas que ella se negó a contestar, como pudo logro entrar a San Mungo en donde ya la esperaban Kingsley, Harry y Ron, los dos primeros sin duda suspiraron de alivio al verla.

Bien chicos, los especialistas los esperan – Kingsley les señalo el pasillo en donde había dos hombres y una mujer esperando.

Con un suspiro de pesadez los tres caminaron por aquel pasillo, dando inicio a algo que cambiaría radicalmente sus vidas.

Unidos Por una LeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora