One Shots ShunxJune

Labial rojo

El timbre de la casa sonó, inmediatamente bajó a abrir esperando ver a sus amigos. Shun iba con una gran sonrisa en el rostro, la cual se transformó en una expresión de sorpresa al abrir la puerta.

—Hola —Saludó la joven de cabellera rubia.

Shun no pudo evitar sonrojarse ante la presencia de ella, sinceramente él se esperaba a todos menos a June, su amor platónico y mejor amiga desde la secundaria. Ella vestía con un sencillo vestido azul, mientras que a su lado traía un bolsa rosa.

—Pensé que esta tarde estarías ocupada.

—Me cancelaron a última hora ¿Y tú? ¿Estás ocupado?

Shun negó inmediatamente —No, totalmente libre.

Que gran mentira. En realidad estaba alistando su sala de estar para la llegada de Shiryu, Hyoga y por supuesto, Seiya. Sus incondicionales amigos desde que tenía siete años.

Se suponía que ese día iban a ver un directo especial sobre los nuevos videojuegos que serían lanzados ese año. Pero al ver a June llegar a su casa no pudo negar dejarla pasar, después de todo ella era su mejor amiga, o bueno... A veces sentía más que eso. Esos sentimientos llegaron después de que ella lo besará en el armario de su casa de imprevisto cuando los dos aun eran unos adolescentes. Al día siguiente ella actuó como si eso no hubiese ocurrido, dejando totalmente de lado el tema.

Tuvo que admitir que en cierta manera le dolió en cuanto se dio cuenta del poco interés de June respecto a su beso, y no fue cualquier beso, si no su primer beso.

Pero bueno ahí estaban, los dos ya con veintitrés, casi veinticuatro años.

June se recostó en aquel cómodo sillón como si fuera su propia cama, tenía que admitir que le encantaba. Estiró sus piernas y relajó sus músculos, suspiró satisfecha.

—¿Cuándo regresa tu hermano? —Preguntó mientras se sacaba las zapatillas.

—En tres semanas, todavía está ocupado con el trabajo y eso. Tengo que admitir que lo extraño, pero me alivia tener casa sola.

—¿En serio y que harías con casa sola?

—Que no haría —Respondió divertido. June le miró atenta —Es obvio, dormirme tarde y ver películas de terror.

La fémina le aventó un cojín mientras reía, por un momento pensó que Shun hablaba sobre otra cosa.

—Shun tienes que ser completamente honesto. Y por favor no respondas con cosas de niños, lo más seguro es que Ikki te deje hacer lo que quieras, ya eres un adulto.

Shun sonrió nerviosamente. En realidad había libertades, pero mientras los dos viviesen juntos él seguía siendo su hermanito pequeño.

—Bueno lo de dormir tarde tal vez fue una broma, pero si me tiene restringido. A veces va a mi cuarto de imprevisto, suerte que en la mayoría tengo previsto su llegada e inmediatamente hago otras cosas para disimular.

—¿Alguna vez él te ha encontrado... Ya sabes? —June hizo unas señales que él joven no lograba entender.

Arqueó una ceja aún más confundido —¿Martillando? —Un leve color carmín obtuvo las mejillas de ella.

—No. Yo me refiero a... ya sabes, la palabra con M.

—Martillar.

—¡No! —Suspiró algo apenada, a pesar de ya ser una mayor de edad, temas como esos le seguían dando algo de pena hablarlos de manera libre con alguien más, ya era un avance que a veces hiciera comentarios algo subidos de tonos. Esto más que nada por su padres, quienes evitaron cualquier charla sobre sexualidad con ella y siempre le dieron muchas vueltas al asunto, sin dar ninguna conclusión. —Es cuando te das placer.