Maldición

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¡Athena! —Gritó la diosa con furia —Por tu ineptitud la tierra y todo lo existente en este universo casi queda destruido.

—Yo... admito mi culpa hermana, aceptaré mi castigo.

—¡Claro que no! Ella no tiene la culpa de nada —Exclamó el santo de pegaso —Si tienes que castigar a alguien que sea a mi, ¡Yo soy la razón por la que viajaron al pasado! ¡Si quieres atacar a alguien que sea a mi!

—¡Humano engreído! ¡La pagaras caro! —Dijo ella alzando su mano. Hizo resplandecer una bolo amarilla para después lanzarla al santo.

Fueron pocos segundos en los que podían reaccionar, el primero en hacerlo fue Andrómeda, quien no dudó en recibir el impacto del ataque.

El joven cayó desmayado al suelo. No quería que Seiya vuelva a poner su vida en peligro, aún más cuando justo acababan de salvarlo y volver al presente. Parpadeó una vez más para después cerrar sus ojos.

(...)


—Lo lamento Ikki, no creo que pueda hacer algo por Shun.

—¡¿En serio?! ¡te hemos salvado la vida incontables veces y ahora vienes a decirme que no puedes salvar la de mi hermano!

—No podemos volver al pasado, los dioses me tienen en la mira, un viaje más y destruirán la tierra. Por más que quiera despertarlo nada puede sacarlo del coma. Shun está destinado a dormir eternamente. Yo... en verdad lo lamento—Mencionó con lastima.

El fenix miró a su hermano, quien dormia plácidamente sin poder despertar. Ver su rostro hizo que el santo cayera directo al suelo. No soportaba la idea de no volver a escuchar su risa, ver su sonrisa. Oh su querido hermanito. No podría superar su pérdida.

—¡Tiene que haber algo Saori! —Habló entre lágrimas— debe de haber algo.

Sus hermanos sólo podían maldecir en lo bajo, todos estaban frustrados y tristes.
Shiryu, el más sabio de todos analizó con detalle lo que horas antes había sucedido.

—Ella no lo mató —Todos miraron atentamente al dragón —Shun sigue  respirando, además que tiene buenos signos vitales. El ataque fue como el de Hypnos. Shun tal vez podría despertar. Solo hay que encontrar la manera.

—Pero Artemisa no es Hypnos —Esta vez dijo el cisne —Ella es diosa de la caza y de la luna.

—¡De la luna! ¡Tengo una idea! —Gritó eufórico el pegaso —Marin un día me contó que había diosa de la luna mucho antes que a la misma artemisa se le diera ese nombre. Ella amaba un hombre, por lo que para amarlo toda la vida hizo que el durmiera para siempre, solo ella podría despertarlo cada noche. Tal vez alguien que ame mucho a Shun podrá despertarlo.

—Entonces hay que intentar.

(...)


Ikki miraba atónito a su hermano aún dormido. No sólo él hizo el intento, también sus demás hermanos, incluso la misma Saori.

—¿Y si lo besamos? —Dijo Seiya.

—¿Besarlo? ¡Es nuestro hermano, idiota! —Gritó fenix tomando del cuello al castaño.

—Para mi tiene lógica —Habló Athena —Piensenlo, ahora mismo Shun es como un bello durmiente. Tal vez un beso de amor verdadero lo despierte.

El joven solo hizo una mueca, tanta cursileria lo iba a matar —Salgan del cuarto.

—¿Qué?

—¡Ahora!

A regañadientes acataron su orden. En realidad no estaba haciendo nada malo, solo que le daba mucha vergüenza que lo vieran mostrando afecto.

One Shots ShunxJuneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora