15- Lo compro.

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Los días fueron pasando hasta que llego el día acordado para la cita con la dueña del departamento que nuestro azabache hiría a visitar.

Una gran sorpresa fue lo que se llevo cierto oji-onix, jamás espero encontrar el lugar recomendado por el rubio, tan atractivo.

Todo era de su agrado, fue algo raro ya que casi nadie tenía sus mismos gustos, negro, gris y blanco eran los colores que dominaban en la residencia.

La señora fue amable y educada, una chica de unos 35 años la cuál era muy ordenada y tranquila, la cuál se encontraba vendiendo su hogar para mudarse de país hacía su país natal, el cuál es en donde vive su madre con la cuál se quería encontrar.

Todo se veía en orden, todos los papeles eran legales y el departamento estaba en excelentes condiciones.

Hasta el azabache se sorprendio con su resolución.

Quería ese departamento para él.

Lo penso demasiado, los problemas que tendría por ser vecino de su antiguo mejor amigo, de todos los dolores de cabeza por causa del rubio, pero también penso en lo bueno de la situación, todos los documentos del departamento estaban en regla, el lugar era de su agrado, no tendría que pintar o remodelar, el lugar vendría amueblado y el precio era muy bueno ya que venía con todo lo que tenía dentro, estaba cerca de la universidad y de la casa de su hermano, aunque eso último no le interesara mucho, ya de haber visto este, le siguieron varíos más, pero ninguno le gusto tanto como el primero, así que tuvo que tomar una dificil decisión.

¿Aguantar al rubio y comprar el departamento? ¿O seguir buscando otro lugar parecido en donde vivir?

Pero para esto último tendría que esperar y seguir viviendo en la casa de su hermano, aguantando todos los ruidos «Extraños» que se escuchaban desde el cuarto del ya mencionado

Y la respuesta fue obvia para él.

-Lo compro.

Luego de la compra fue realizada la mudansa, lo bueno era que solo debía llevarse su ropa y articulos personales ya que lo demás estaba en su sitio.

Los días fueron pasando normales, la bienvenida del rubio fue más normal de lo que espero, solo fueron los dos chicos de la universidad que conocio el día en que «La odiosa Hyuga» hablo por telefono con un tal «H» “apodo con el que bautizo a la joven desde entonces” según recuerda un tal Kiba y otro chico llamado Shino el cuál es el que mejor le cae, ya que no hablaba mucho y es de pocas palabras, nada que ver con el otro, pero siguiendo, también estuvo la presencia de su hermano y de uno que otro amigo del mismo.

La universidad seguía igual, aún seguía sorprendiendose de ves en cuando por la reaciones de la Hyuga.

Luego del incidente con él tal Teroshi no paso nada similar, hasta que una semana y media después llego otro idiota a querer hacer lo mismo.

Esta ves, si que no hubo un golpe en el rostro, pero digamos que sus partes intimas quedaron muy lastimadas por el fuerte rodillaso que recibio de parte de la peli-azul.

Desde eso, no a pasado nada igual.

Su hermano sigue sentandose en la misma mesa con la peli-azul y sus amigos y ya que él no conoce a nadie más, su rubio amigo siempre lo lleva a rastras hacía dicha mesa de cafeteria.

Todo en esa peli-negra le resulta extraño.

Desde su tono de voz, su apariencia, a su indiferencia, todo le resultaba extraño.

Su inteligencia, su rutina, su manera de actuar en situacciones de riesgo o caos y ni pregunten como vio lo que digo, solo fue un accidente que ocurrío en el campus de la universidad.

La expresión de su rostro.

Su tranquilidad para hacer todo.

Y eso le estresaba.

Hacía todo con la cabeza fría.

Pensaba antes de actuar, no se dejaba llevar por su furia y sentimientos.

Calmada, relajada en orden y en paz.

Ella era un enigma.

Y él, quería descubrirla.

"No Siento Dolor al Verte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora