27- Reencuentros desafortunados.

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Cuelgo la llamada sintiéndome un poco más tranquila, por lo menos resolví el cómo entrar a la mansión en el momento de llegar, se me abría hecho imposible hacerlo sin la ayuda de algún infiltrado, todo se me hará más fácil por recibir la ayuda de alguien que ya está dentro y me facilitará entrar en cuanto llegue a la propiedad.

-¿Todo bien?-me cuestiona mi mejor amigo luego de finalizar la llamada.-

-En lo que cabe sí. Todo bien. -Él asiente para posteriormente preguntarme la dirección de a dónde tiene que ir cuando ya nos encontramos en la carretera principal.-

-Vista Mar, Residencia...Hyuga.

Conduce por alrededor de cincuenta minutos a una hora, tiempo que para mí se hizo eterno, al pasar de los minutos entramos a una zona residencial lujosas y que en su mayoría se encuentran mansiones costosas pertenecientes a algún empresario exitoso o alguna celebridad.

Seguimos avanzando hasta detenernos en una de las tantas mansiones que se encuentra a nuestro alrededor.

Volver a esta casa me trae muchos recuerdos y les juro que en su mayoría no son nada buenos.

Observo la fachada de la casa y su casilla de seguridad, la cual se encuentra resguardada tras el portón que mantiene cercada la propiedad.

En la entrada principal se encuentra Kõ Hyuga, mi ex cuidador. Sé que con él no tendré problemas para que me deje entrar, ya que hablé con él con anterioridad, si algo malo pasa él será el único que me ayudara a escapar de aquí con mi hermana menor.

-Esperenme aquí. -esto es algo que tengo que hacer yo sola, ya hize demasiado dejándolos acompañarme hasta acá, a ambos, porque sí, ya que hace poco caí en cuenta de que no solo me encontraba con Itachi sino también con su hermano menor, Sasuke.-

Me bajo del vehículo a prisa y corro hasta la casilla de seguridad la cual se abre dejándome ver la silueta de mi ex cuidador, el cual se hace a un lado dejándome entrar sin demorarme en lo más mínimo.

Corro por el jardín de la mansión hasta llegar a la entrada principal para continuar con mi camino entre los pasillos de la residencia.

Todo hasta que veo que un hombre castaño se interpone en mi campo de visión, un hombre solo por su género ya que la palabra hombre le queda demasiado grande; él no es un hombre, él lo que es, es un cobarde.

-Años sin verte Hinata. -por más raro que suene ya no siento nada al tenerlo frente de mí; al escucharlo siento asco pero fuera de eso nada más. Kõ sé encuentra sobre las escaleras que llevan al primer piso de la mansión, dichas escaleras se encuentran atrás del castaño y por lo que logro observar el gran Hiashi Hyuga no se a dado cuenta de la presencia de mi ex cuidador a sus espaldas.-

Kõ me observa y me articula con sus labios en forma silenciosa las siguientes palabras...

-«Voy por Hanabi, trata de distraerlo aunque sea un poco.»

Y eso es justo lo que pienso hacer. Distraerlo lo más que pueda.

Luego de sus palabras, Kõ sube rápidamente las escaleras perdiéndome así en ellas.

En silencio observo al hombre que se supone es mi progenitor, el que donó mi esperma únicamente.

Un padre no es el que engendra sino el que cría y quiere a sus hijos, el que los protege por sobre todas las cosas y eso él no lo hizo nunca con Hanabi y mucho menos conmigo.

En su rostro se nota que los años le han cobrado factura, su larga cabellera castaña se encuentra repleta de canas las cuales delatan su envejecimiento, en su rostro arrugas adornan su piel y bajo sus ojos perlados enormes ojeras delatan el insomnio que a de sentir por las noches.

"No Siento Dolor al Verte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora