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"El Niño"

Adhara tenía las dos piernas del bebé enganchadas a su cintura, envuelto con el brazo del hombro sano

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Adhara tenía las dos piernas del bebé enganchadas a su cintura, envuelto con el brazo del hombro sano. El pequeño tenía capturada entre sus garras una pequeña esfera de metal, la cual muchas veces la chica debía alejar de la boca del niño por miedo a que éste se pudiera ahogar.

Habían pasado unas cuantas horas desde que había llegado al hangar 3-5 y el niño, el cual parecía no tener nombre, no dejaba de seguirla a todos lados. Primero a cierta distancia, como evaluando si o no acercarse a ella. Fue cuando la chica comenzó a comer fruta que el pequeño dejó toda modestia aparte y se acercó a ella a toda velocidad, listo para disfrutar de la frescura del bocadillo que ella le ofrecía.

Por otro lado, Peli estaba más que feliz de poder librarse de una responsabilidad indeseada mientras se enfocaba en encontrar todos los problemas posibles en la Razor Crest para solucionarlos y luego cobrarle los arreglos a su dueño. La mujer le había explicado a la chica que no tenía idea de cuando el cazarecompensas regresaría, pero que de seguro no sería pronto.

No faltó mucho más para que el pequeño alien verde reclamara su lugar en los brazos de la recién llegada, pequeñas piernas enganchadas a la cadera de la chica.

Adhara estaba enfocada en hacer funcionar el averiado comunicador de la estación, debido a que la antena no parecía ser el problema. El pequeño observaba desde su posición en silencio, a veces mirándola de reojo. No emitía sonido alguno, aunque parecía extremadamente interesado en lo que ella hacía. Adhara se sentía bastante juzgada por la pequeña criatura verde.

– ¿Qué dices, peque? –Le habló Adhara al niño, sacudiéndolo un poco en su brazo–. ¿Debería darle una patada al tablero para que logre conectarse o dices que empeoro las cosas?

El niño fingió no oírla y Adhara casi ríe ante cómo el marrón intenso de los ojos del niño dejaron ver un poco de blanco cuando este la miró de reojo por un segundo, sólo para volver su atención a la pequeña esfera de metal en su garrita.

La chica sonrió de lado y miró nuevamente hacia el tablero –Sabes, es una actitud muy descarada para un bichito que lloriquea cada vez que no lo tengo alzado en brazos –presionó dos botones rojos a la vez, intentando que la máquina se encienda. Bufó desanimada al no lograrlo.

El niño la miró nuevamente de reojo hasta que balbuceó sílabas sin sentido alguno, concentrado nuevamente en el brillo de su esfera.

–Probablemente tengas razón, bug –sonrió la chica, utilizando el nuevo apodo para el niño–. Esto no va a funcionar.

El niño volvió a balbucear incoherencias, ahora con más volumen y confianza. Ella tiró de una pequeña palanca hacia atrás, la máquina rugió por un segundo hasta caer en un completo silencio. El brillo de las luces del tablero desapareció tan rápido como había aparecido, dejando completamente desanimada a Adhara. Él gorjeó, sorprendido, y luego le regaló otras palabras incomprensible.

SPECTRE 08 [Din Djarin x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora