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"El trabajo"

Bo-Katan Kryze era una de las más viejas aliadas de Adhara

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Bo-Katan Kryze era una de las más viejas aliadas de Adhara. La conocía desde hacía décadas, cuando ella era una adolescente rebelde y Bo-Katan una conservadora recuperada mandaloriana que luchaba contra la invasión del Imperio en su planeta. Ambas seguían el mismo objetivo, pero la mandaloriana siempre prefería aliarse sólo con los suyos.

Por suerte, en ese entonces, los rebeldes tenían a una mandaloriana en sus líneas.

Bo-Katan sentía un profundo respeto por Sabine Wren, incluso después de descubrir la verdad sobre ella. Y Sabine amaba a su familia.

Adhara sabía que si encontraban a Bo-Katan, por más años que hubieran pasado, esta los ayudaría.

El problema con los aliados de Adhara, era poder encontrarlos.

La chica miraba a través de la gran ventanilla de la Razor Crest, intentando descansar su mirada al apartarla del datapad. Se encontraba sentada tras el asiento de piloto, a su derecha. Recostó su cabeza, apoyando su mejilla sobre la rodilla que tenía flexionada al tener el pie subido a la butaca. Fijó su vista en una constelación especialmente grande, cerca de una nébula que se veía trabajando a toda velocidad. Adhara se preguntó cuántas de todas aquellas estrellas habían nacido de esta.

No tenía idea hacia dónde se dirigían, pero sabía que Mando iba tras un trabajo. Las provisiones que había logrado llevarse del palacio en Florrum mostraron no ser suficientes tras unas semanas de búsqueda por la galaxia, de sector en sector.

El mandaloriano se mostraba impaciente en esta caza, molesto por la falta de pistas del paradero de la mandaloriana. Adhara cada vez se molestaba más con dicha impaciencia.

Un gorjeo la sacó de su ensimismamiento, el niño caminaba hasta el mandaloriano. Este se encontraba sentado en el asiento de piloto, concentrado en la búsqueda de unas coordenadas. El niño llamó su atención, y el hombre respondió reclinándose y tomándolo en sus brazos.

Sentado en el regazo del mandaloriano, el niño ronroneó contento. Adhara no lograba verlo desde donde estaba, pero sí podía verlo a Mando.

Desde el primer momento en el que ella subió a bordo de la Razor Crest, supo que Mando no era un mandaloriano como cualquier otro que hubiera conocido.

Había oído historias por parte de Sabine sobre la división que el pueblo Mandaloriano sufría hace milenios. No sólo se trataba de diferencias políticas, sino también de creencias.

Adhara suponía que el hombre frente a ella era parte de uno de los tantos cultos que caminaban el camino del Mandalore de la forma más extrema y literal posible.

Se preguntaba si alguna vez se habría sacado ese casco desde el día en que se lo puso por primera vez.

Había algo que ocupaba su cabeza hace ya algunos días, un encuentro que tuvo con el mandaloriano por accidente.

SPECTRE 08 [Din Djarin x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora